martes, 22 de enero de 2013

Desagravio al Myolastan


Estos días ha surgido un nuevo ejemplo de hipocresía por parte de los periodistas a la hora de informar sobre el anuncio de que la Agencia Europea del Medicamento está investigando el principio activo tetrazepam a causa de la aparición de reacciones cutáneas graves.

Si la noticia tuviese algún tinte positivo para el fármaco (por ejemplo, que se hubiera descubierto su utilidad para otra enfermedad, etc.) los periodistas hubieran dado la noticia citando únicamente el nombre del principio activo y posiblemente no le hubiesen dedicado mucho espacio en sus respectivos medios de comunicación.

Sin embargo, como la noticia es negativa, lo primero que han hecho ha sido poner en los titulares y/o primeros párrafos de la noticia, el nombre comercial de dicho fármaco y el nombre del laboratorio. Si la noticia hubiese sido positiva, no lo hubieran hecho “porque eso sería hacerle publicidad al laboratorio”, pero como la noticia es negativa no tienen ningún reparo en ponerlo, aunque al hacerlo estén haciendo ellos “publicidad” negativa del citado producto y laboratorio.

Pero además, en este caso concreto, el laboratorio es culpable y el producto requiere la sentencia de muerte sin previo juicio ni derecho a la defensa. En esas informaciones hay que escarbar mucho para darse cuenta de algunos hechos como estos:

Resulta que en Francia, el tetrazepam lleva comercializado 40 años y lo han consumido más de 3 millones de pacientes. Pues bien, sólo se han dado 1.600 casos de reacciones adversas, sólo 805 eran de carácter cutáneo y el número de muertes (presuntamente relacionadas con esto) fue de 11. Es decir: 11 presuntas muertes sobre 3 millones de pacientes tratados. El porcentaje es del 0,0003 por ciento. ¿No cabe ante ese porcentaje afirmar que el producto es seguro en vez de exigir su retirada del mercado?

¿Y en España? De España dicen que lleva 30 años comercializándose como Myolastan por el laboratorio Sanofi,  y que en este tiempo sólo se han detectado 80 reacciones adversas graves, de las cuales sólo 20 eran cutáneas, y no se ha producido por esta causa ninguna muerte. ¿No es esto suficiente para afirmar que el producto es seguro en vez de poner en la picota al producto y al laboratorio?

Por ello vaya desde aquí nuestra enhorabuena al laboratorio Sanofi, a su magnífico producto Myolastan, y a los millones de pacientes que se han beneficiado de su eficacia terapéutica y seguridad durante tantos años. Y que nadie olvide que los fármacos no son juguetes, que todos tienen efectos adversos, pero que para eso está el médico, para valorar el balance beneficio/riesgo antes de prescribir cualquier medicamento y para eso está el paciente, que debe conocer debidamente explicado por el médico los detalles de su enfermedad y de su tratamiento.

La verdad es que esto hubiera tenido que explicarlo a la opinión pública el propio laboratorio, pero se da la paradoja de que no les dejan hablar en público; en cambio sí que puede hacerlo cualquier otro indocumentado o torticero.

1 comentario:

Ana dijo...

Si,son alarmistas.Es una exageración.