lunes, 4 de febrero de 2013

No juegues a los dardos con el culo del paciente


Dicho así suena muy basto, pero desde luego resultaba evidente que disponiendo de un producto como B12 Latino Depot no era necesario acribillar a los pacientes neurálgicos. La portada del folleto ilustraba perfectamente esta analogía ya que, a diferencia de otros preparados, una sola inyección era suficiente para mantener su eficacia terapéutica durante al menos dos meses.

Esa simple ampolla que parecía contener jugo de tomate, contenía en realidad 1 cc equivalente a 1.000 mcg y se administraba de forma intramuscular mediante una inyección “completamente indolora” (doy fe de ello, o mejor dicho, da fe de ello mi culo, ya que al igual que los grandes investigadores a mi también me gustaba experimentar en primera persona aquello que debía publicitar).

Con B12 Latino Depot se hacía diana fácilmente, un acierto total tanto en las anemias como en las afecciones neurológicas. En estas últimas ofrecía además una acción neurotrófica, estimulando la nutrición de la fibra nerviosa; una acción mielinizante, conservando la integridad de las fibras mielínicas del SNC y periférico y evitando la degeneración de las mismas; y una acción antálgica, atenuando o suprimiendo el dolor al restaurar la alteración del nervio...

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