jueves, 30 de mayo de 2013

Constructor de tejido

Uno de los productos más singulares lanzados al mercado por laboratorios Sideta fue el Dinatrofón, fármaco inyectable que reunía tres hormonas, una masculina y dos femeninas sabiamente equilibradas para ayudar a la regeneración de los tejidos y mejorar el estado general de los pacientes en numerosísimas indicaciones:
3-propionil, 17 β-nicotiloil, 1,3,5(10)-estratrieno: 1,3 mg.    β
17 β-undeciloil, 19-nor, 4-androsteno, 3-ona: 50 mg
17 -heptiloil, 4 pregneno, 3,20-diona: 80 mg

El producto se definía como “eutrófico tisular” ya que actuaba como histotrófico, antiateromatoso y corrector de los balances metabólicos, y de hecho era capaz de restablecer el equilibro trófico de todos los tejidos. La explicación es que para construir tejido vivo no basta con aumentar la cantidad de materiales plásticos disponibles; también es necesario que las células sean capaces de una proliferación activa y que su lecho vascular vehiculice al máximo dichos materiales (proteínas, electrolitos, sustancias minerales); en definitiva, estamos hablando de potencial histotrófico.

Para demostrar la eficacia de este fármaco que se presentaba en envase de tres ampollas para inyección intramuscular (completamente indolora, por cierto) se incluían en la literatura médica imágenes reales de casos concretos que mostraban visualmente esa regeneración de los tejidos. Una de ellas era una úlcera trófica que, tras seis inyecciones mostraba claramente el camino de la recuperación. Otra era sobre la enfermedad de Perthes, mostrándose su aspecto inicial y dicho aspecto tres meses después, observándose la normalización de la estructura, del contorno y del volumen de la epífisis afectada.

No hay comentarios: