miércoles, 1 de mayo de 2013

Un pequeño gran laboratorio


A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en grandes laboratorios internacionales, tales como AstraZéneca (que llegó a ser el tercer laboratorio más importante del mundo), Bristol Myers Squibb y Latino-Syntex. Sin embargo también pasé una parte de mi trayectoria profesional en un laboratorio pequeño que, no obstante, tenía productos líderes: la Sociedad Ibérica de Estudios Terapéuticos Aplicados, comúnmente reconocida por sus siglas “SIDETA”. Este laboratorio pertenecía al grupo químico francés Pechiney que, en 1971 se unió a Ugine Kuhlmann, convirtiéndose en Pechiney Ugine Kuhlmann (PUK) y, aunque tenía presencia en numerosos países, su volumen de facturación en el área farmacéutica era pequeño. Su catálogo de productos no era muy amplio pero, eso sí, muchos de sus productos eran líderes de sus respectivos grupos terapéuticos. Por consiguiente se conocían más sus productos que el propio laboratorio que los comercializaba. Yo mismo constaté la diferencia entre lanzar un nuevo producto desde un gran laboratorio y hacerlo desde uno pequeño. En el primer caso disponía de grandes recursos económicos así como de un amplio plantel de médicos fieles a quienes, con sólo decirles el visitador médico “vengo a presentarle este nuevo producto”, se obtenía de inmediato un notable nivel de ventas. Por el contrario, en el segundo caso, el presupuesto de promoción era mucho más reducido, los médicos no recibían tantas atenciones como las que recibían de laboratorios grandes y, en consecuencia, no se sentían tan obligados a recetar lo que ese pequeño laboratorio les presentaba aun cuando tuviese pinta de ser un gran producto.

En el caso de Sideta sí que eran la mayoría muy buenos productos y por eso se mantuvo de forma competitiva durante muchos años hasta que finalmente fue adquirido, primero por Rhone Poulenc Rorer, y finalmente sus productos se fueron vendiendo a otros laboratorios quedando dispersados por el mercado con desigual fortuna ya que, mientras algunos todavía siguen recetándose y vendiéndose bien en las farmacias, otros acabaron desapareciendo al faltarles el presupuesto necesario para la promoción que asegurase su promoción a los médicos y, en definitiva, la generación continua de recetas.

Durante los próximos post iré presentando y comentando muchos de esos productos así como diversas curiosidades y datos poco conocidos en torno a los mismos...

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