sábado, 31 de agosto de 2013

Fisac vuelve al sector farmacéutico

Y así llegué, en marzo de 1993, a ICI Farma, un laboratorio farmacéutico que justo al mes siguiente pasó a llamarse Zéneca Farma. “Fisac vuelve al sector farmacéutico” fue el titular de la noticia en algún medio de comunicación, y fueron muchos medios los que publicaron dicha noticia ya que un amigo, Fernando Martínez Regalado, director de una agencia de Comunicación y Relaciones Públicas (Tecop) envió la reseña a la sección de nombramientos de todos los medios de comunicación.

Nada más aterrizar en las nuevas oficinas me puse con todas mis energías a preparar la campaña de cambio de nombre y de relanzamiento de la compañía. A nivel profesional no había ningún problema, conocía perfectamente todos los resortes de la comunicación y conocía perfectamente el sector farmacéutico, un sector que en los últimos 10 años apenas si había cambiado. Sin embargo, a nivel de compañeros, había cierta reserva, puesto que yo era un fichaje directo de su nuevo presidente, provenía de su anterior empresa, y sospechaban que yo haría las veces de infiltrado, de espía entre los compañeros.

Solo fue cuestión de tiempo que acabaran dándose cuenta que yo sólo me dedicaba a trabajar y no a enredar, y por supuesto mi relación con el presidente era cordial pero muy esporádica. Como, por otra parte, Rubín no se mezclaba mucho con la gente y vivía permanentemente en su mundo del Comité de Dirección, y yo vivía permanentemente en el mundo de las relaciones con los medios de comunicación y mi llegada no había supuesto quitar ninguna parcela de trabajo a nadie sino simplemente hacer algo que allí no hacía nadie hasta entonces, pude desarrollar mi trabajo a satisfacción aun cuando no contase con un presupuesto suficiente sino más bien precario. Pero eso sí, contaba con todo el apoyo de la central de Londres, en donde se mostraban encantados de que por fin España se hubiese decidido a tener un Gabinete de Prensa propio.

PD.- La ilustración que acompaña este post es obra de Javier Cebrián para acompañar el regalo de despedida de mis compañeros de agroquímicos. 

viernes, 30 de agosto de 2013

Del “merger” al “demerger”

Mientras tanto, los planes iniciales de la multinacional por dividir el mundo en grandes áreas geográficas que serían consideradas como unidades de negocio en donde quedarían centralizados todos los negocios del grupo (una de esas “unidades geográficas” iba a ser “Iberia”) se vinieron al traste y decidieron justo todo lo contrario: en vez de unidades geográficas para agrupar todos los negocios, se harían unidades por tipo de negocio que integrarían a dichos tipos de negocio cualquiera que fuera el país en que se desarrollasen. Esto significaba en la práctica la desaparición de ICI España y por lo tanto estaba de más la figura de Alfredo Rubín. Sin embargo, no eran aquellos tiempos de tratar a la gente como números y de despedir sin más motivo que el capricho o la ineficacia de gestión del superior, y por ello le buscaron un acomodo digno y ese fue el de presidente de ICI Farma ya que tocaba edad de jubilación para su hasta entonces director general.

Yo había cumplido ya 10 años en el sector agroquímico, me había realizado en el mundo de la comunicación general, sentía de nuevo la llamada del sector farmacéutico... y allí tenía ahora a una persona que me conocía perfectamente. Así que ni corto ni perezoso (era Navidad) le envié una felicitación de Navidad muy especial: estaba toda ella escrita en inglés y le explicaba que me había preparado, que ahora ya sabía hablar inglés (tal como podía leer), y que estaba dispuesto a trabajar con él si así lo quería.

Los acontecimientos se sucedieron entonces muy deprisa. Rubín me llamó y me dijo que se alegraba mucho y lo tendría en cuenta. Poco después, me volvía a llamar para decirme que en marzo de ese año el grupo ICI se dividiría en dos, por una parte se quedaría la parte química (que se seguiría llamando ICI) y por otra se crearía un nuevo grupo para la parte de biociencia, que se llamaría Zéneca. Era la oportunidad ideal para contar en el sector farmacéutico con mis servicios, pero primero tenía que hablarlo con mi actual director Enrique Portús. Así lo hablaron y no hubo ningún problema en que yo cambiase de empresa dentro del mismo grupo.

jueves, 29 de agosto de 2013

Creación del “Comité de Comunicación”

Una vez instalado Alfredo Rubín en Barcelona, se creó un Comité de Comunicación de todas las empresas del grupo ICI en España: ICI España, ICI Mevisa, Stahl Ibérica, SES Ibérica, ICI Farma e ICI Zeltia. Los responsables de Comunicación en cada una de esas compañías nos reuníamos periódicamente para tratar de aunar esfuerzos y potenciar la imagen corporativa del grupo. Curiosamente yo era el único experto de Comunicación que formaba parte de ese Comité de Comunicación... en las demás compañías no existía nadie ni con una formación ni con una experiencia contrastada en esta área.

En estas reuniones coincidía con la secretaria de Alfredo Rubín, Matilde Casals, una catalana encantadora, quien me dijo en una ocasión “El Sr. Rubín ha dicho que es una pena que no sepas inglés, porque sería muy bueno para tu carrera dentro del grupo”. Yo me quedé con la copla y decidí que tenía que aprender inglés, que ya iba siendo hora. Me apunté a un curso de inmersión total en inglés que se desarrollaba durante una semana en régimen de internado (dos alumnos por profesor, ocho horas diarias de clase y el resto del tiempo hablando siempre en inglés) en un pueblo de Segovia. Le comenté a Enrique Portús que quería hacer ese curso aunque yo estaba dispuesto a pagármelo (300.000 pesetas del año 1982) y él aceptó que dispusiese de los días laborables necesarios para hacer el curso sin descontármelos de mis días de vacaciones. Aquello se tradujo en que por fin pudiese “soltarme” en inglés e incluso viajar a una reunión internacional en Manchester para hacer una chapucera presentación en inglés pero que causó muy buena impresión. Tanto fue así, que pocos meses después, Portús decidió que otro compañero, el jefe de Productos Carlos Palomar y yo, fuésemos a hacer otra semana de inmersión a ese mismo lugar, aunque esta vez pagado todo por la empresa. Como Carlos Palomar partía con un nivel de inglés superior al mío, nos encuadraron en distintos grupos, lo que en mi caso se tradujo en tener como compañero a otro estudiante que sabía menos inglés que yo y por lo tanto el profesor tenía que ir tirando siempre de él para que pudiésemos avanzar y no le saqué todo el partido que hubiera deseado a esta segunda semana. Por consiguiente, esa segunda semana de inmersión no me dejó tan buen recuerdo (en cuanto a progresos) como la primera, y así se lo conté después a sus responsables, los cuales lamentaron lo sucedido, comprendieron mis razones y valoraron mi interés, tanto fue así que me ofrecieron otra semana “gratis total” (tanto para la empresa como para mí) al cabo de unos meses. Y sí, esa tercera semana fue la más positiva de todas. Éramos dos alumnos por profesor, con ocho horas diarias de clase. En las comidas, en los paseos que dábamos por las afueras del pueblo al terminar las clases o en las partidas de billar –cervecita incluida- que disfrutábamos al caer la noche, hablábamos siempre en inglés y adquirí la suficiente soltura como para atreverme a comunicarme con cualquier persona en inglés. Sin salir de España, simplemente recluido en un pequeño pueblo de la provincia de Segovia, fue suficiente para cumplir mi sueño de ser capaz de manejarme en inglés; no de una forma fluida pero sí al menos suficiente para entenderme con los colegas extranjeros en este idioma.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Rienda suelta a la creatividad

A lo largo de 10 excelentes años pude dar rienda suelta a mi creatividad haciendo todo tipo de campañas publicitarias utilizando todos los medios (radio, prensa, televisión, publicidad exterior, publicidad directa, promociones, etc.). Al poco tiempo la parte británica, ICI, compró el 100 por cien de las acciones y la empresa pasó a llamarse “ICI Zeltia”, lo que supuso el cambio de nombre, logotipo y colores corporativos.

Pero al pertenecer de lleno a una multinacional, empezó a sentirse la influencia de la central desde donde se apostaba claramente por la potenciación de la identidad corporativa. Fruto de ello fue el ascenso de Alfredo Rubín como Director de ICI España, la compañía que agrupaba todas las empresas del grupo ICI en nuestro país y que supuso su traslado a Barcelona. Le sustituyó Enrique Portús en la dirección de ICI-Zeltia. Enrique era un antiguo compañero que trabajaba como Jefe de Producto primero y como Director de Marketing después, a quien yo admiraba y quería. Tanto con Alfredo Rubín como con Enrique Portús, tuve siempre abiertas las puertas de su despacho y la confianza plena para que pudiera desarrollar mi trabajo.

Cuando yo decidí que –además de la Publicidad- había que aprovechar a los medios de comunicación por la vía informativa para que informaran de nuestras actividades y productos, e implanté un Gabinete de Prensa, ellos me dieron su apoyo aun cuando conllevaba la poco grata tarea -para ellos- de tener que conceder de vez en cuando entrevistas a los medios o hacer alguna declaración a los periodistas. Eso de dar la cara ante los medios no era lo suyo, no se sentían cómodos, pero aceptaban que eso redundaba en beneficio de la compañía y en consecuencia se podía contar con ellos. Como esa faceta de Gabinete de Prensa sólo contaba con un poco de mi tiempo, ya que la mayor parte la dedicaba a la Publicidad, no les molestaba demasiado con requerimientos de ese tipo. 

martes, 27 de agosto de 2013

“El País”, puerta de entrada

Quizás venga a cuento decir ahora cómo fue mi incorporación a Zéneca Farma. En el año 1993 y tras 12 años trabajando como Jefe de Promoción en la industria farmacéutica, primero en un gran laboratorio farmacéutico como Latino Syntex y luego en otro más pequeño como la Sociedad Ibérica de Estudios Terapéuticos Aplicados (Sideta), y tras un breve paso intermedio por otro gran laboratorio, Bristol Myers Squibb, sentía que debía ampliar mis horizontes y probar lo que daba de sí mi creatividad en el mercado general después de tanto tiempo en un mercado tan cerrado y regulado como era el farmacéutico. Fue así como vi un anuncio en el diario El País en donde ofrecían un puesto de Jefe de Publicidad en una empresa de agroquímicos. Mandé mi currículo y comencé a pasar fases, llegué al final y me eligieron.

La empresa en cuestión era Zeltia Agraria, participada al 50 por ciento por el grupo español Zeltia y el grupo británico ICI (Imperial Chemical Industries). Al poco tiempo de llegar, cambió la dirección de la empresa pasando a ocupar ese puesto Alfredo Rubín, un hombre “hecho a sí mismo”, que empezó como botones en esa empresa, que a base de esfuerzo aprendió todo lo necesario para dirigir una gran empresa, y que incluso con la simple ayuda de un curso por correspondencia aprendió a hablar inglés con una gran soltura.

Conté con su apoyo y confianza para desarrollar mi trabajo, y conté igualmente con un presupuesto que llegó a rebasar (y estamos hablando de los años 80) los 200 millones de pesetas. Inicialmente tenía como ayudante a Javier Cebrián y como secretaria a Aurora, y poco después pude contratar a otra persona en una elección –también a través de una selección tras el correspondiente anuncio en El País-, que resultó todo un éxito tanto a nivel personal como profesional: Carmen Iglesias. 

lunes, 26 de agosto de 2013

Una cuestión de acento

Cuando el grupo ICI (Imperial Chemical Industries) se segregó en dos grupos y uno de ellos pasó a denominarse “Zeneca” mientras que el otro mantuvo el nombre de “ICI”, lo primero que me pregunté fue cuál debía ser su correcta pronunciación en español. La elección del nombre “Zeneca” (creado por la agencia Interbrand) había venido motivada por criterios tan lógicos como los de ser un nombre corto, fácil de pronunciar y recodar, y... lo más importante quizás... capaz de ser registrado en todos los países al no existir en ninguna otra parte una compañía con tal nombre.

Pero, como se sabe, eso de la pronunciación de una marca es cosa compleja. El laboratorio “Pfizer” se pronuncia “faiser” en inglés, pero se pronuncia “peficer” en español, lo cual suena horrible. Por eso, en el caso de “Zeneca” pregunté a la central de Londres cuál era la pronunciación exacta y me dijeron que era “Zéneca” (con la única diferencia en el sonido de la “Z” que en inglés es más suave). Inmediatamente me di cuenta que en la pronunciación inglesa esa era una palabra esdrújula pero no llevaba acento, lo cual significaba que en España, al no llevar acento, se consideraría como una palabra llana y se pronunciaría como “Zenéca”, lo cual suena horrible, por cierto.

Evidentemente no se podía cambiar el nombre de marca y logotipo a capricho de cada país, pero en la central de Londres estuvieron de acuerdo conmigo en que podíamos y debíamos ponerle el acento como palabra esdrújula siempre que esa palabra apareciese escrita con caracteres tipográficos, es decir, siempre que no fuese una representación gráfica del logotipo y marca de la empresa.

De esta forma, comuniqué a directivos y empleados de España que cada vez que escribiesen cartas, e-mails, o cualquier otro tipo de texto redaccional, pusiesen el acento gráfico en la primera sílaba para que la gente se acostumbrase a pronunciarlo bien.

Debe reconocer que no siempre lo conseguí y de hecho había muchos directivos y empleados que tenían miedo de hacer algo diferente a lo que veían que venía de central, aun cuando les hubiese explicado que poner ese acento contaba con el beneplácito de central. Afortunadamente la mayor parte de la producción escrita que se hacía pública provenía de mi departamento (Comunicación) y allí escribíamos correctamente, pero en documentos y cartas de otros departamentos era frecuente ver la palabra sin su acento y eso se tradujo en que muchos profesionales sanitarios llamaban “Zenéca” a nuestra empresa.

Cuando unos años después se produjo la fusión entre Astra y Zeneca dando lugar a “AstraZeneca” se repitió la misma historia: pregunté y me dieron la razón (podíamos y debíamos poner el acento en textos redaccionales) pero a directivos y mandos intermedios les siguió costando trabajo hacerlo así porque no querían salirse de lo que veían de central.

Los directivos no suelen darse cuenta de la importancia que tienen la marca y la imagen corporativa y, en consecuencia de la necesidad de que el público pronuncie y retenga en su memoria correctamente la misma.

Ya lo decía una vieja campaña de publicidad: No pidas una tónica, pide una suéps” porque pronunciar correctamente Schweppes se las traía!!!

domingo, 25 de agosto de 2013

¿”Avances” o retrocesos?

En Zéneca Farma –como en la mayoría de las empresas tanto ayer como hoy- la comunicación interna era otro cantar. El laboratorio editaba una folletito DIN A-4 impreso a dos colores que primero se llamaba “Avances” (aunque su presentación y contenido eran tan arcaicos que bien hubiera debido llamarse “Retrocesos”) y posteriormente pasó a llamarse “Noticias” (haciendo en su titular un juego de palabras con “ICI” que era el nombre del grupo internacional al que pertenecíamos: Imperial Chemical Industries). En esa “revistita” se contaban aquellas cosas que al Comité de Dirección de la empresa le interesaba que se contasen. Había un Comité de Redacción formado por cuatro o cinco personas de confianza del Comité de Dirección y el presidente de la compañía, Alfredo Rubín, me pidió que me incorporase. A fin de cuentas, él tenía confianza en mí, me había fichado personalmente y conocía mi preparación y capacidad para participar en ese engendro, perdón, quiero decir “proyecto”.

Yo estaba horrorizado con ese cuadernillo que pretendía ser un “medio de comunicación” destinado a informar y motivar a todos los empleados de la compañía. El contenido no nacía de los acontecimientos noticiables que se produjesen sino del compadreo de los directivos: “en el próximo número que te hagan una entrevista a ti, y que fulanita nos cuente cómo es su departamento”. Y por supuesto, todos los textos, antes de salir la publicación eran revisados y corregidos por todos los miembros del Comité de Dirección. He dicho bien: todos. Todos los directores debían leer el contenido y hacer sus eventuales correcciones antes de mandar el número a imprenta.

En los aspectos relativos a la maquetación y diseño o al estilo de redacción, mejor no entro a comentar nada. La palabra “horroroso” es demasiado suave. Porque la cosa estaba bien clara: eran los directores de la compañía quienes hacían “comunicación” o eso creían hacer, valiéndose para ello de un grupo de curritos. No había, por tanto, ningún experto de Comunicación dirigiendo aquello, poniendo un poco de cordura en tal desaguisado. Y por desgracia, aquello era lo frecuente en casi todas las compañías que hacían algo similar... y para mayor desgracia aún, esto sigue siendo habitual en muchos compañías actuales aunque ahora hayan sustituido aquellos boletines en papel por unos boletines en formato digital.

sábado, 24 de agosto de 2013

"As always"

Un proceso de fusión requiere mucho tiempo y la vida debía continuar. Nada más hacerse oficial el anuncio de fusión entre Astra y Zéneca nos hicieron llegar un mensaje: “as always”, esto es, todos debíamos continuar trabajando como si nada hubiese pasado mientras el proceso de creación de la nueva compañía fuese tomando forma. No se si este mensaje calaría en todos los empleados, pero yo desde luego me lo apliqué al pie de la letra y continué con mi trabajo y con todos mis proyectos como si nada hubiese pasado; porque, efectivamente, yo tenía en aquellos momentos muchos proyectos y entre ellos el de dar un vuelco total a la Comunicación que se hacía en la compañía.

En el caso de la comunicación externa ya lo estaba consiguiendo. Mi llegada cinco años y medio antes ya había supuesto la implantación de un Gabinete de Prensa, aun cuando ese “Gabinete” sólo estuviese constituido por mí mismo con la ayuda parcial de una secretaria que siempre parecía huir de mí: la primera se casó a los pocos meses y se fue a vivir a Australia (¿es que no había otro lugar más cerca?), y la segunda, Beatriz Cantalejo, acababa de pedir una excedencia para irse a Irlanda a perfeccionar su inglés (¡vaya momento más inoportuno para pedir esa excedencia!). Por lo tanto sería cuestión de muy pocos meses que Beatriz (¡una secretaria que era periodista y que me hubiera venido de maravilla –a mí y a ella- para formar nuestro equipo de Comunicación ante la nueva aventura!) me abandonase y, por supuesto, le pillaría fuera todo el proceso de fusión y las consecuencias que del mismo pudieran derivarse. Por el contrario, eso significaría que yo tendría que apechugar con más trabajo... pero bueno, ya estaba acostumbrado.

Así que, con la ayuda parcial y provisional de Beatriz, la colaboración de RGR (una empresa de seguimiento de prensa que responde a las iniciales de su dueño, Rodolfo García de la Rosa), así como las ayudas puntuales, para proyectos concretos, de agencias de comunicación consagradas como Burson Marsteller e Inforpress, continué “as always” desarrollando mi trabajo de comunicación externa.

viernes, 23 de agosto de 2013

El día que nadie trabajó

El día 8 de diciembre de 1998 nadie trabajó en Zéneca Farma y supongo que nadie o casi nadie trabajaría tampoco en Astra España; acababa de saltar la noticia: la fusión de Astra y Zéneca ya no era un rumor sino una realidad. Aquél día, como digo, nadie trabajó en Zéneca Farma; todo fue un ir y venir por los pasillos, hacer y recibir llamadas, reunirse en pequeños grupos y luego integrarse en otros nuevos para ver qué más noticias al respecto se conocían. Internet era una herramienta imprescindible para conocer lo que se estaba cociendo y todos navegábamos en busca de informaciones. Pudimos saber que Astra era un laboratorio de tamaño similar al nuestro y con un vademécum de productos diferente, por lo que apenas si existían duplicidades. Después, cada uno arrimaba el ascua a su sardina y buscaba información sensible para su puesto de trabajo. En mi caso, por ejemplo, me enteré que Astra no tenía departamento de Comunicación, lo que supuso un alivio, ya que veía aumentar mis posibilidades de continuar en la compañía al no tener rivales directos al otro lado.

Después, al día siguiente, la noticia ya era oficial y estaba en todos los medios de comunicación, no solo en los especializados sino incluso en los medios de información general. La razón era muy sencilla: la suma de estos dos laboratorios de tamaño mediano iba a dar lugar al nacimiento de un gigante: el tercer laboratorio más grande del mundo.

jueves, 22 de agosto de 2013

Terremoto

Era el año 1998 y, como cada día laborable, me encontraba trabajando en mi despacho del laboratorio Zéneca Farma. De pronto sentí un mareo y tuve una sensación de pérdida del equilibrio a pesar de estar sentado. Apenas duró unos segundos y luego todo volvió a la normalidad. Cuando ya estaba recuperado escuché cómo varios compañeros hablaban en el pasillo:
-         ¿Lo has sentido? –decía uno.
-         Sí, sí, yo también –respondía otro.
Por lo visto yo no era el único que había sentido ese mareo, sino que era algo que había afectado a todos. ¿Qué puede suceder para que varias personas que están trabajando, cada una en su despacho, sientan un mareo repentino todas ellas al mismo tiempo?

Poco después, Internet nos sacaba de dudas: se había producido un terremoto en el sur de la península y como consecuencia del mismo también se había sentido un temblor en algunas zonas de Madrid, entre ellas, la zona donde se encontraban nuestras oficinas.

Bueno, hago bien en llamar “temblor” y no “terremoto” a lo que se sintió en la calle Josefa Valcárcel, aunque este último término –“terremoto”- sí que estaría bien aplicado si nos trasladásemos unos meses después en el tiempo, concretamente al 8 de diciembre de 1998. Aquella mañana comenzó a pestañear de manera fulgurante la bandeja de entrada de todos los correos electrónicos de cuantos trabajábamos en Zéneca Farma: se acababa de anunciar la fusión de los laboratorios Zéneca y Astra.

No por muy esperadas –de hecho llevábamos muchos meses e incluso años leyendo rumores de fusión- hay algunas noticias que no dejan de sorprender cuando finalmente se producen. Y en este caso, así fue. Cada uno de nosotros, tan pronto recibió el aviso, bien en forma de comentario confidencial, bien en forma de enlace con la noticia original publicada, leyó con interés cuanto se decía y, en efecto, parecía que esta vez iba en serio: nuestra compañía se iba a fusionar con otra y todos sabíamos que eso significaba supresión de puestos de trabajo e incluso, en este caso, el riesgo de que la sede central se estableciese en otra ciudad. Nos enfrentábamos, por tanto, al riesgo de perder nuestro puesto de trabajo o incluso, en el caso de conservarlo, a que debiésemos trasladarnos a vivir a otra ciudad, en este caso a Barcelona...

miércoles, 21 de agosto de 2013

ICI, círculo cerrado

En 1870 Alfred Nobel crea Industrias Nobel, denominación que desaparece en 1926 cuando esta empresa se fusiona con otras tres para dar lugar al nacimiento de ICI (Imperial Chemical Industries). Pero en 1984 otra empresa de Nobel (KemaNobel) se fusiona con Bofors para dar lugar por segunda vez a Nobel Industries. Y esta segunda versión de Nobel Industries se fusiona en 1994 con Azko pasando a denominarse la nueva compañía AkzoNobel. Para cerrar el círculo, esta nueva compañía, AzkoNobel adquiere en 2008 a ICI la cual deja de existir como tal a partir de ese momento. Cosas de la vida: Nobel Industries deja de existir para crear ICI, vuelve a renacer como tal y 82 años después se come a su propia creación.

Hoy día, los productos de ICI siguen presentes en todos los ámbitos de nuestra vida (fibras textiles, barnices y pinturas, plásticos, poliuretanos, productos para el tratamiento del cuero, para la sanidad de las piscinas, tonner de impresoras, etc.) pero la marca ICI ha desaparecido y ya solo forma parte de la historia.

Su círculo simbolizaba el carácter mundial de la compañía, las ondas la expansión por todos los sectores y el recuerdo del logotipo inicial de Nobel Industries, y las letras ICI que no sólo representaban “Imperial Chemical Industries” sino también los tres conceptos sobre los que se asentaba esta compañía: “Internacional, Competitiva e Innovadora”.

He aquí algunas fechas claves de lo que fue su historia, cuyos antecedentes se remontan al siglo XVII:

En 1646 se funda en Suecia la compañía química Bofors.

En 1790 Angel Raphael Louis Delaunay establece una casa de colorantes en Manchester (Reino Unido) en lo que será –con el transcurso de los años- el nacimiento de la mayor compañía internacional en el campo de la química.

En 1856 un asistente de laboratorio, William Henry Perkin, descubre un nuevo colorante, anilina morada o mauveine, que revoluciona la fabricación de los mismos y da lugar a la transformación de la química orgánica.

En 1864 Ivan Levenstein llega a Manchester, procedente de Berlín. Este joven químico (que ya a los 19 años había registrado su primera patente) se instala en Blackley, justo en el lugar que había sido el hogar de los Delaunay.

En 1870 el inventor de la dinamita, Alfred Nobel, funda la empresa Nobel Industries.

En 1871 Alfred Nobel establece en Suecia la compañía KemaNobel.

En 1916 muere Levenstein, pero no su empresa que ya ocupaba entonces 40 hectáreas y producía 169 productos diferentes.

En 1917 se hace pública la estrecha relación existente entre los colorantes y los antinfecciosos, lo que abre una nueva vía a la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos.

En 1918 se funda Koninklijke Nederlandse Zoutindustrie (KZO) que en 1923 creará e incorporará a su grupo empresarial la compañía Organon.

En 1919 se fusiona Levenstein Ltd. con British Dyes Ltd., dando lugar a Britis Dyestuffs Corporation.

En 1926 se fusionan las cuatro mayores compañías químicas del Reino Unido: Nobel Industries, British Dyestuffs Corporation, United Álcali Company Ltd. Y Brunner, Mond and Co. Ltd., dando lugar al nacimiento de la que llegó a ser durante muchos años la mayor compañía química internacional del mundo, Imperial Chemical Industries (ICI) la cual comienza a operar comercialmente al año siguiente, en 1927.

En 1969 se crea la compañía Akzo mediante la fusión de Koninklijke Zwanenberg Organon (KZO) y Algemeene Kunstzijde Unie NV (AKU).

En 1984, la compañía fundada por Nobel, KemaNobel se fusiona con la compañía química Bofors (fundada en 1646) y da lugar –de nuevo- a una compañía denominada Nobel Industries (la cual, en 1926 se había fusionado con otras tres compañías para dar lugar al nacimiento de ICI).

En 1993 el grupo ICI se segrega en dos grandes grupos internacionales independientes; uno de ellos, Zéneca, agrupa los negocios de biociencia (productos farmacéuticos, agroquímicos y determinadas especialidades químicas de alto valor añadido) que en 1999 se fusionarían con Astra dando lugar al nacimiento del grupo farmacéutico internacional AstraZéneca; y el otro mantiene el nombre de ICI conservando los negocios de química base.

En 1994 las compañías Akzo y Nobel Industries se fusionan dando lugar al nacimiento de AkzoNobel.

En 2008 el grupo Akzo Nobel adquiere ICI incorporando a su grupo los negocios de química que permanecían en Imperial Chemical Industries y manteniendo como nombre del grupo químico internacional el de Akzo Nobel.

martes, 20 de agosto de 2013

Sir Denys Hartley Henderson

Sir Denys Hartley Henderson (1932) es un empresario británico que dirigió ICI (Imperial Chemical Industries) desde 1987 hasta 1995 y que ha pasado a la historia por ser el responsable del “demerger”, es decir, la escisión de la compañía en dos grandes grupos, uno de ellos continuó llamándose ICI y abarcó las empresas del sector químico, mientras que el otro se llamó Zéneca y abarcó las empresas de biociencia (productos farmacéuticos, productos agroquímicos y determinadas especialidades químicas de alto valor añadido).

Esto permitió ganar en competitividad en cada uno de los mercados y a nivel bursátil supuso un gran éxito puesto que el valor de las acciones de cada uno de los nuevos grupos se disparó. Sin embargo aquella decisión de dividirse para que cada unidad se centrase en su campo específico, continuó después y cada uno de los negocios de la inicial Zéneca se fue independizando durante los años sucesivos hasta quedarse sólo con lo farmacéutico tras la fusión con Astra.

lunes, 19 de agosto de 2013

Sir John Harvey-Jones

Unos de los presidentes más carismáticos que tuvo la compañía química internacional ICI (Imperial Chemical Industries) fue Sir John Harvey-Jones (1924-2008) quien dirigió la compañía desde 1982 hasta 1987 en el que fue el periodo de mayor éxito de la misma, en donde alcanzó las mayores ventas globales y durante el cual contó con el mayor número de empresas y empleados en todo el mundo.

Harvey-Jones se hizo muy popular no sólo por sus corbatas de colores llamativos o su pelo largo y ensortijado, sino por sus pariciones en televisión en el programa de la BBC “Troubleshooter” en donde analizaba el mundo de los negocios.


Como impulsor del máximo periodo de esplendor de ICI proyectó una estructura empresarial dividiendo el mundo en áreas geográficas, con un comité directivo en cada una de ellas el cual dirigiría todas las empresas del grupo en ese área geográfica reducida; en el caso de España, por ejemplo, esa área se iba a llamar ICI Iberia y abarcaría España, Portugal y algún otro país probablemente del mediterráneo o norte de Africa. Sin embargo este proyecto no llegó a ver la luz ya que dejó la presidencia y su sucesor, Denys-Henderson tenía una idea completamente diferente del negocio, tal como os contaré mañana.

domingo, 18 de agosto de 2013

ICI (Imperial Chemical Industries)


ICI (Imperial Chemical Industries) fue una compañía química británica creada en 1926 por la unión de cuatro grandes compañías químicas (Nobel Industries, British Dyestuffs, United Álcali y Bruner, Mond & Co) y que mantuvo su independencia hasta el año 2008 cuando fue adquirida por la multinacional holandesa AkzoNobel. En su época de mayor esplendor (entre 1980 y 2000) llegó a abarcar todos los sectores de la química, con productos líderes en los campos de: pinturas, explosivos, tonner, productos farmacéuticos, fibras textiles, colorantes, alimentación, resinas, cuero, semillas, agroquímicos, plásticos... alcanzando una posición de liderazgo a nivel mundial.
 
En España estuvo presente a través de compañías como Zeltia Agraria (ICI-Zeltia), ICI-Farma (Zéneca Farma), Stahl Ibérica, ICI España, Mevisa, Nurel, SES Ibérica...

En la parte superior de este post, imagen los logotipos de las cuatro compañías que dieron lugar a su nacimiento y abajo a la izquierda, el logotipo final de ICI que guardó una gran similitud con el de la compañía fundada por Alfred Nobel.

sábado, 17 de agosto de 2013

Ayer como hoy

Conocer el pasado es conocer lo que somos. Volver a mirar con ojos de hoy lo que pasó ayer nos descubre mil matices que antes habían pasado desapercibidos para nosotros. Mirar hacia atrás e indagar en el pasado con los ojos de hoy nos aporta una gran cantidad de información y eso es lo que voy a hacer a partir de ahora en este blog.

La ilustración que acompaña este post no puede ser más emblemática: el edificio Tent’s Hall en la localidad de Alderley Park, Manchester, Reino Unido. Este edifico histórico, enclavado dentro del centro de investigación de AstraZéneca, se ha convertido hoy en un centro internacional de conferencias y está dedicado a James Black, el científico que descubrió en estos laboratorios el primer betabloqueante, por cuyo descubrimiento fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina.

Cuando visité por primera vez estos laboratorios y disfruté de aquél entorno privilegiado, no pude resistir la tentación de pedir una copia de esta fotografía que ilustraba el despacho de mi colega David Walker. Él extendió la mano, descolgó la foto y me la entregó. Desde entonces la he utilizado numerosas veces como ilustración de artículos, libros, reportajes, etc. y hoy la traigo de nuevo a primera plana.

viernes, 16 de agosto de 2013

Nueva etapa de AZprensa

El presente blog –tan poco usual- de información sobre los más diversos temas relacionados con el ámbito de la salud, iniciará a partir de mañana una nueva etapa. En ella iré rescatando para todos los lectores informaciones que fui dando a conocer durante mi trayectoria profesional en la industria farmacéutica.

Pero esas informaciones, ya pasadas, vendrán ahora acompañadas de comentarios que en su día no pudieron hacerse. Esa es la ventaja de estar jubilado; ya no es preciso que sea “políticamente correcto” ni debo obedecer ninguna directriz empresarial. Puedo, en definitiva, expresar mi opinión de forma libre.

Por eso, traeré diariamente a este blog noticias y acontecimientos de los que informé al público hace tiempo pero añadiéndoles ahora un nuevo punto de vista que sin duda sorprenderá muchas veces al lector.

Espero que disfrutéis con este periodismo que no debe obediencia a ningún partido político, a ningún presidente de compañía ni de organización, a ningún inversor publicitario o de cualquier otra índole, que no debe obediencia a nadie y contará las noticias tal como sucedieron pero dándonos a conocer ahora por qué se dieron a conocer así, qué había detrás de aquello...

Se descubre la cortina... comienza una nueva etapa de este blog que lleva por título el del diario digital de información sanitaria que diseñé y puse en marcha durante más de seis años y llegué a situar como el segundo diario digital sanitario más leído de España con más de 360.00 visitas mensuales...

jueves, 15 de agosto de 2013

La información está en la calle

A pesar de existir numerosas fuentes de información, la principal sigue siendo “salir a la calle”; ese trabajo diario del periodista de salir al encuentro de la realidad para descubrir los ángulos de mayor interés informativo y convertirlos en noticia de impacto. El periodista debe estar en contacto directo con los acontecimientos que cada día se producen y con las personas que generan la información.

En cualquier caso, esa búsqueda en el exterior unida a esa búsqueda a través de las informaciones que llegan, forman en su conjunto el día a día de cada informador.

Podemos concluir, en definitiva, que hay un exceso de contenidos, que se hace imprescindible una labor de selección, y que el periodista si hay algo que no tiene, es precisamente “tiempo”.

En consecuencia, cualquier nueva iniciativa que le facilite su trabajo será bienvenida. Y para que esa ayuda sea efectiva lo deseable es que ofrezcan:
- Una información bien organizada.
- Una rápida revisión de contenidos para elegir aquello que más le interese.
- Fácil acceso a las informaciones complementarias.
- Accesible las 24 horas del día.

- Actualizado permanentemente.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Vías de información

El periodista o, más ampliamente, el informador de la salud, puede acceder a la información a través de los más diversos medios.

A través de los teletipos de las agencias de noticias se puede repasar fácilmente la actualidad y elegir aquellas noticias que mejor se adapten al perfil de lo que cada periodista y medio necesita. Son muchas las agencias existentes en nuestro país, aunque si el área que buscamos es la salud y la sanidad, entonces las posibilidades se reducen. Son pocas las noticias de salud que tienen cabida en los teletipos y menos aún el número de agencias de noticias que tienen divisiones especiales dedicadas a la salud. Y todo ello a pesar que según todas las encuestas, la salud es uno de los temas con mayor atractivo para la opinión pública... después de los deportes, naturalmente.

Las notas de prensa procedentes de organizaciones sanitarias, laboratorios farmacéuticos, asociaciones de pacientes, etc., generalmente remitidas a través de sus gabinetes de prensa, son una fuente inagotable de noticias, aunque su enfoque suele estar más centrado en los intereses del propio emisor que en los intereses de los lectores. Además, la enorme y creciente cantidad de e-mails recibidos en cada redacción ahogan con su propio volumen la posibilidad de elegir cuáles son las noticias de mayor interés para cada medio.

Como fuentes de información también está la consulta habitual a otros medios, bien sean de difusión general o especializada, a los que con frecuencia se suele acudir para resaltar aquella noticia o artículo que consigue despertar el interés del periodista. Pero en general, entre la enorme cantidad y variedad de publicaciones y la necesidad de “ir a buscarlas”, las dificultades de elegir son realmente grandes...

martes, 13 de agosto de 2013

La información de salud a examen

Hace unos años, la agencia de comunicación Porter Novelli, realizó una auditoría para ver la opinión que se tenía de la información de salud en Internet y de los medios. Participaron en ella cuatro agencias de noticias de nivel nacional, dos diarios económicos, cuatro diarios de tirada nacional, diez diarios regionales importantes y seis medios (diarios y revistas de información) del sector sanitario. Lo que salió de allí, entre otras muchas cosas, era que Internet, también para los profesionales de la comunicación, es una herramienta habitual de consulta, en el 86% de los casos, que además acceden a ella con frecuencia diaria en el 57% de los casos o semanal en el 31% y que además, en el caso concreto del diario digital de información sanitaria que lancé (“AZprensa”), el 88% hacía una valoración muy positiva de él.

En definitiva, Internet está al alcance de todos y, por supuesto, la información de salud que hay allí, también. Eso sí, hay un problema evidente como es el de saber distinguir cuáles son los sitios fiables y los que no, pero para ello existen unas normas sencillas como las que hemos comentado en los post anteriores, para saber diferenciarlos.

Y para los que divulgamos información a través de la red, hay que destacar que lo más difícil no es poner en marcha un sitio de Internet, sino mantenerlo con vida, con interés, a lo largo del tiempo. Para ello, la actualización permanente de contenidos se antoja fundamental...

lunes, 12 de agosto de 2013

Calidad y confianza

Cuando puse en marcha y lancé el diario digital “AZprensa” se cumplían todas las premisas que debe tener un sitio de Internet sobre salud: actualización, veracidad, honestidad, confianza, lenguaje y factor humano. Por ejemplo, su actualización era diaria, en concreto, de lunes a sábado. Estaba escrito por profesionales. Había detrás de todo lo que publicaba un equipo de periodistas especializados en salud y de médicos especializados en periodismo; estos últimos para cubrir aquellos temas que tuviesen un mayor componente científico. Estaba abierto a todos, cualquier persona podía entrar a esa web, sin registro previo, sin password. Tenía informaciones complementarias para aquél que desease saber más sobre un tema concreto. Era un sitio no comercial, no llevaba publicidad de ningún tipo, ni siquiera del propio laboratorio que lo editaba ni de ninguna otra compañía. Y, por supuesto, tenía varias acreditaciones médicas, como –por ejemplo- la de la Asociación Española de Médicos Internos Residentes que lo habían reconocido como un sitio de utilidad para la formación médica continuada, al igual que también estaba reconocida como web médica de calidad por el proyecto Webs Médicas de Calidad...

domingo, 11 de agosto de 2013

Indicadores de calidad en Internet

Por lo que se refiere a los indicadores de calidad que podemos encontrar en los sitios de la Red donde vamos a buscar información, podemos citar un estudio de la Agencia de Calidad de Internet, en Estados Unidos. Lo primero, y están puestos por orden, es la actualización. Llama la atención que incluso la actualización está por encima de la veracidad, y esto es así porque lo que hoy se sabe de cualquier enfermedad, si esperamos unos años, veremos que ya ha quedado desfasado. Por supuesto que la veracidad es prioritaria pero tiene que ir unida a esa actualización de las informaciones que se dan sobre ello. En tercer lugar está la honestidad, entendiéndola como la concordancia entre la información que se da y el propósito de la misma. Es decir: saber quién da esa información; saber quién está detrás de esa información y qué intereses hay ahí.

Después viene la confianza, buscando con ello que sea un medio validado y referenciado, que esté citado por otros medios, que esté consultado, que tenga ese halo de confianza que le da su presencia en el mercado y su reconocimiento por otras entidades. Finalmente el lenguaje, que sea sencillo, fácil de entender, con buen estilo gramatical. Y no hay que olvidar tampoco el factor humano porque Internet no tiene que separar al paciente o a las personas de su entorno de los profesionales sanitarios; antes al contrario, tiene que acercarlos. Esa información tiene que ser una ayuda adicional para esos pacientes en su relación con los profesionales sanitarios...

sábado, 10 de agosto de 2013

Información al alcance de los pacientes

¿Qué pasa con la información de salud que se encuentra en Internet? ¿Qué es lo que permite? A los pacientes les permite, por una parte, el conocer más sobre su enfermedad, prevención, cuidado. Por supuesto, que siempre está muy bien ampliar conocimientos. Pero ¿qué más de utilidad puede tener esa información, aparte del hecho de ampliar la cultura? Pues de entrada, para cuando vayan a la consulta del médico, van a comprender mejor lo que el médico les explique, van a comprender mejor la enfermedad, van a entender mejor todo. Y por lo tanto va a aumentar el grado de cumplimiento de esas recomendaciones que les dé el médico. Es decir: un paciente bien informado va a entender mejor lo que le dicen y va a seguir mejor esas recomendaciones. Y en definitiva, con todo esto, también se está ganando tiempo, se está ahorrando tiempo en la visita médica.

Con la información al alcance de los pacientes se benefician todos los sectores:

El paciente, porque va a estar mejor informado, va a conocer más su enfermedad y se va a cuidar más. El médico porque se le va a facilitar el trabajo y sus explicaciones van a ser mejor entendidas y de una forma más rápida. Y el sistema sanitario también, pues se va a agilizar el tiempo de visita médica...

viernes, 9 de agosto de 2013

Usuarios de Internet

¿Con qué tipos de usuarios nos encontramos en Internet? Hemos dividido tres tipos de usuarios. Uno de ellos son las personas sanas, otro los diagnosticados recientemente y otro los enfermos crónicos. Cada uno hace diferentes tipos de búsquedas. Las personas sanas suelen acudir a buscar temas de salud esporádicamente, movidos por la curiosidad, tratando de encontrar consejos sobre una determinada actividad. El que está diagnosticado recientemente de una enfermedad lo que hace es una búsqueda intensiva y concentrada en lo que es su propia enfermedad. Quiere saber absolutamente todo lo que se haya publicado sobre su enfermedad, cómo tratarla, cómo mejorar, qué ayudas hay disponibles, etc. Y finalmente están los enfermos crónicos, que lo que hacen es una búsqueda sistemática. Periódicamente están consultando a ver si ha aparecido algo nuevo, algunos consejos, algunas recomendaciones, etc...

jueves, 8 de agosto de 2013

Internet y salud

Cuando se habla de acceso a la comunicación, lo primero que salta a la vista es Internet; porque Internet ha roto todas las barreras y ha roto todos los esquemas. Ahora mismo cualquier persona puede acceder a todo tipo de información, buena y mala, fiable y no fiable en absoluto.

Ahora bien, éste no es un fenómeno sólo de Estados Unidos o de otros países. También en España se ha difundido. Por ejemplo, según un estudio realizado por la Universidad Oberta de Cataluña, cuatro de cada diez españoles acceden, más o menos con cierta regularidad, a Internet. Se trata, pues, de un fenómeno realmente extendido en nuestro país y que va a más cada vez.

Cuando acceden a Internet, ¿qué es lo que buscan? Bueno, pues siempre se dice que la salud es uno de los temas más importantes; y así lo es, porque desde luego, tanto en este estudio de la Universidad Oberta de Cataluña, como en cualquier otro que veáis, siempre la salud es uno de los temas que está en los primeros lugares. Por ejemplo, se dice que la frecuencia con que se buscan temas de salud en Internet es más importante que los videojuegos, o que buscar trabajo, trabajar desde casa, participar en cursos on line, etc...

miércoles, 7 de agosto de 2013

El publirreportaje, más falso que un euro de madera

En alguna ocasión anterior he comentado el asalto de los profesionales de Marketing al campo de la comunicación periodística y de los gabinetes de comunicación tanto propios como externos. Acostumbrados como están al “pago y exijo”, quieren lo mismo con las informaciones “periodísticas” que para ellos no son otra cosa que “anuncios gratis” en los medios. Así, propugnan por controlar las Notas de Prensa, para que expresen correctamente los mensajes promocionales del producto, repitan suficientemente la marca, etc. Y por supuesto, quieren que esas noticias sean publicadas.

Los medios de comunicación serios, naturalmente que pasan de estas presiones, aun cuando desde sus departamentos de publicidad les digan que a este cliente hay que tratarlo bien o a este otro no hace falta porque no les pone publicidad. De cualquier forma, para el redactor jefe quien manda es el interés que la noticia puede tener para sus lectores y, en consecuencia, ese será el criterio que determine su inclusión o no entre las noticias de su medio.

Todos se ven tensados entre dos fuerzas diferentes: El interés “comercial” que promueven los responsables de Marketing y el interés “profesional” que guía a los periodistas. El responsable de Comunicación de la empresa, tiene la presión de su departamento de Marketing, al igual que cuando se trata de los profesionales que trabajan en agencias de comunicación externas; estos últimos deben luchar entre acceder a los deseos del cliente (sabiendo que el destino de esas notas de prensa será en la mayoría de los casos la papelera) o mantener su criterio profesional (y en ese caso, jugarse la continuidad de su cuenta con ese cliente).

Sin embargo, es evidente que todos los medios de comunicación sobreviven gracias a la publicidad, y no pueden tampoco enemistarse con sus clientes actuales o potenciales. Deben buscar alguna salida y, esa salida, ya la han encontrado. Está en marcha desde hace tiempo en una gran mayoría de los medios, sin embargo es ahora cuando se ha producido una explosión que ha invadido todos los ámbitos. Me refiero a algo que podríamos definir como “pseudo-publirreportajes”.

Los medios de comunicación han encontrado un filón para preservar su integridad profesional y sanear su cuenta de resultados. Normalmente a través de una compañía externa que les gestiona el tema, aunque otras veces lo pueden gestionar desde el propio departamento comercial del medio, manifiestan a los los posibles anunciantes su interés por su compañía y/o producto para elaborar un “reportaje periodístico sobre su empresa o producto, que saldrá en un suplemento especial de su periódico. Esto no supone ningún coste para la compañía, aunque sí deberá hacerse cargo de los ‘gastos de producción’ que suelen ascender a... (el coste real de un publirreportaje)”.

Le han dado la vuelta. La muchas veces denostada palabra “publirreportaje” desaparece de escena y en su lugar se presenta como “información periodística” que, eso sí, será a mayor honra y gloria de la compañía (no la llamemos “anunciante”), ofreciéndole incluso la posibilidad de que ellos mismos elaboren el reportaje o que, en cualquier caso, revisen y aprueben previamente los textos.

¿Es eso periodismo? ¿Es eso noticia? Por supuesto que no; es simplemente la reinvención del publirreportaje. Ahora ya, los responsables de Marketing respirarán tranquilos; podrán planear sus campañas de comunicación “periodística”, definir qué noticias quieren que se publiquen, en qué medios y en qué fechas. Perfecto para sus “Planes de Comunicación”. Y todos tan contentos. Los de Marketing porque ven sus “noticias” publicadas cuando y cómo ellos quieren, y los medios, porque al fin han conseguido que esos clientes “potenciales” o “reales” pasen por caja.

Sin embargo, en todo esto, hay varios perdedores: El primero, la verdadera comunicación periodística, que se ve invadida por esta publicidad disfrazada. El segundo, el lector, a quien se le crea el confusionismo y debe hacer un esfuerzo extra por discernir qué es “publicidad” y qué “información” dentro de ese medio, y cuya reacción más elemental será la de considerar “todo eso” (e incluso otras partes del periódico también) como “publicidad disfrazada” y, en consecuencia, pasar de largo por esas páginas. Y el tercer perdedor es la propia compañía que ha pagado por un espacio que no va a captar el interés del lector y que, de ser leído lo será bajo el prisma poco creíble del publirreportaje, no de la verdadera información.


Si los responsables de Marketing dedicasen ese presupuesto a acciones de buena y eficaz publicidad, todos se lo agradeceríamos (lectores, medios, periodistas y responsables de comunicación). Y, por supuesto, les pediría que recapacitasen y dejasen que cada profesional mande en su parcela. La información periodística debe estar hecha por los profesionales del periodismo y debe ser independiente...

martes, 6 de agosto de 2013

Medicina basada en la afectividad

Se habla mucho de “medicina basada en la evidencia” y todos hemos visto y/o padecido el poco tiempo del que disponen los médicos para atender a cada paciente. Esa falta de tiempo se suple con los avances tecnológicos. Serán los datos analíticos de las exploraciones realizadas por máquinas, las que ofrezcan al médico los parámetros necesarios para establecer en segundos el diagnóstico y tratamiento a seguir. Al salir de la consulta, el médico no recordará el color de nuestros ojos, ni conocerá el tipo de vida y ambiente familiar en el que nos movemos, ni las razones que nos impulsan a querer seguir adelante o a no seguir.

Son muchas las voces que vienen reclamando “tiempo” como el mayor tesoro que puede ofrecer el médico a sus pacientes. Los médicos quieren recuperar el humanismo en Medicina, y los pacientes también.

Todos deberíamos luchar porque la “medicina basada en la evidencia” se cambie por la “medicina basada en la afectividad”. El cariño, el amor, el respeto, la comprensión... son los mejores medicamentos y sólo necesitan un poco de tiempo y de buena voluntad para que puedan aplicarse y todos nos beneficiemos de ellos...

lunes, 5 de agosto de 2013

Medicina para VIPs, medicina para chusma

¡Qué lejos quedan aquellos tiempos del “señor Doctor”...! Ahora los políticos venden humo (promesas, promesas,...), el cliente (ya no somos “pacientes”, sino “clientes impacientes”) llega a la consulta y exige todo lo que le han vendido los políticos. El médico, sobrecargado de trabajo, sin tiempo para la formación ni para la investigación, exprimido a base de guardias, y con salarios cada vez más bajos (el que no lo quiera que se vaya, que en los países menos desarrollados hay miles de médicos deseando venir a España para ser explotados aquí sin rechistar, simplemente porque allí están peor), pues –como decía- el médico tiene que “bajar a la realidad” al paciente y, en muchos casos, recibir sus muestras de desagrado.

Aquí nos gastamos el dinero (de nuestros impuestos) en formar médicos, los cuales se van al extranjero, o a la privada, o a cualquier otra cosa. Luego traemos médicos de otros países y nos trae sin cuidado ese expolio (total, si son países pobres, para qué quieren médicos...), se les convalida el título y lo que haga falta con tal de tener contratada su sumisión y poder mostrar a la población muchos hospitales y centros de salud donde les atenderán (da igual que la atención se la preste un experto o un principiante, un español o un foráneo que apenas balbucee nuestra lengua, un médico o uno de enfermería...) todo con tal de “atender” a ese cliente y que se lleve una receta de un medicamento genérico que hace 10 ó 15 años era el no va más, pero que hoy ha sido superado por otros medicamentos que sólo podrán adquirir los que vayan a la privada y paguen el importe íntegro del mismo.

Señores, un ejemplo concreto: (1) el esomeprazol es mucho mejor que el omeprazol. (2) No todos los omeprazoles genéricos tienen la misma eficacia; hay diferencias notables. (3) Lo normal en un Centro de Salud es que te receten el omeprazol que es mucho más barato.

Ese es el futuro: Medicina de primera para los que puedan pagarla. Medicina masificada para el resto de la chusma. Y mientras tanto, los políticos de turno irán a la privada o recibirán un tratamiento VIP en la pública. Ellos, como siempre, en otro mundo; el de sus privilegios...

domingo, 4 de agosto de 2013

¿Quién paga SIGRE?

Si alguna vez has ido a una farmacia, posiblemente te hayas fijado en un contenedor que hay a la entrada con este logotipo. Está situado allí para recoger los restos de los medicamentos que ya no vas a usar porque acabaste el tratamiento o porque los tenías almacenados en casa y caducaron. Gracias a SIGRE (Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases) se consigue evitar la contaminación ambiental que se podría producir al mezclarlos con la basura común y además dichos restos se transforman en energía.

Pero ¿sabes quien paga todo esto? Porque recogerlos tiene un coste, llevarlos a la planta recicladora de SIGRE también cuesta. Como también cuesta pagar a los empleados que trabajan en la misma así como el mantenimiento de dicha planta. ¿Las farmacias? ¿La Comunidad Autónoma? ¿Tus impuestos? Pues no: quienes hacen esta labor altruista y encima son tan “mudos” que no lo pregonan a los cuatro vientos (con lo bien que les vendría un poco de publicidad positiva) son los laboratorios farmacéuticos.

Por cada envase vendido, los laboratorios pagan una pequeña cantidad a SIGRE y gracias a estas aportaciones se puede dar este servicio gratuito a la sociedad. Cierto es que también se cuenta con la colaboración desinteresada de las farmacias (en donde se ponen esos puntos de recogida) y de los mayoristas o distribuidores (que son quienes retiran el contenido de los contenedores y lo envían a la central de reciclaje); pero quienes pagan en dinero contante y sonante por este servicio son los tantas veces atacados por todos: los laboratorios farmacéuticos.

El problema, ya lo hemos dicho otras veces, es que suspenden en comunicación y no son capaces de “vender” las buenas obras que hacen. Así que mucha gente sabe qué es SIGRE y de su buena imagen se benefician preferentemente las farmacias. En cambio, el que paga, sigue escondido con su eterna imagen de “malo de la película”.

Yo he trabajado muchos años en la industria farmacéutica y los conozco muy bien. No son tan malos como los pintan; todo lo contrario, son más los aspectos positivos de contribución a la salud que los negativos que –como en cualquier otro sector- también existen. Eso sí, en comunicación: suspenso. Y no es por falta de buenos profesionales en el sector sino por los frenos que la mayor parte de sus direcciones les imponen y les impide realizar bien su trabajo...

sábado, 3 de agosto de 2013

¿Cuánto tiempo por consulta?

Se habla mucho de las excelencias de nuestro Sistema Nacional de Salud y se le pone de ejemplo y modelo a seguir por otros países. Constantemente (y más en periodos preelectorales) se anuncian nuevas prestaciones y mejoras en el mismo, las cuales no vienen acompañadas de los recursos técnicos, humanos y presupuestarios imprescindibles para poder ponerlas en práctica. La población está envejeciendo (con lo que eso conlleva de exigencia de mayores cuidados de salud) y los ciudadanos en general exigen cada vez más su derecho a ser atendidos tal como se les anuncia en los medios de comunicación.

Luego llega la hora de la realidad y esta no es otra que la creciente masificación de las consultas, verdadero motor de todas las insatisfacciones del SNS tanto por parte de los pacientes como de los profesionales sanitarios.

Si tenemos en cuenta que la media de frecuentación en consulta es de seis veces por paciente y año, que los cupos oscilan entre las 1.000 y 2.000 cartillas y que el número de consultas oscila entre 24 y 48 (más en muchos casos), vemos que el tiempo de consulta que puede dedicarse a cada paciente está en torno a los 5 ó 6 minutos.

Ese tiempo, es claramente insuficiente para prestar una atención sanitaria acorde con la ética profesional y la legislación, por lo que es tanto un deber deontológico como un derecho profesional de los médicos exigir un tiempo suficiente de consulta. ¿Qué se entiende por suficiente? Algunos hablan de 10 minutos por paciente como mínimo “decente” para poder hacer una entrevista clínica y una exploración física en condiciones dignas. Sin embargo, el tiempo necesario para cada acto médico debería ser fijado por el propio médico en función de las características y necesidades de cada paciente a título individual.
Lo que es evidente es que la media actual de cinco a seis minutos por paciente, con la que se están organizando las agendas asistenciales, es insuficiente y está poniendo en riesgo no sólo la calidad del SNS sino la salud de los propios pacientes. Es imprescindible que las Autoridades sanitarias proporcionen los mecanismos necesarios para que los médicos puedan trabajar con seguridad, y entre estos medios, un tiempo suficiente –a criterio del médico y en función de cada paciente individual- resulta imprescindible...

viernes, 2 de agosto de 2013

Legisladores "híbridos"

El Parlamento británico ha aprobado hace ya unos años la creación de embriones “híbridos”, esto es, óvulo de animal (vaca, conejo, etc.) y células humanas. De ahí se desarrolla un ser mezcla de hombre y animal, con el que pretenden investigar y pasados 14 días (el que amplíen este plazo sólo es cuestión de tiempo) destruir a esos engendros a los que llaman “quimeras”.

Los legisladores británicos han demostrado que la curiosidad científica está por encima de la lógica más elemental, del respeto al orden natural. ¿Se sentirán ellos también quimeras y desean sentirse más acompañados? No se me ocurre otra explicación.
Cuando el ser humano se empeña en dejar de ser humano, mal pintan las cosas por aquí. Si esto es el ser humano, creo que pediré la baja...

jueves, 1 de agosto de 2013

El síndrome del Dr. House

Como ahora está de moda inventarse nombres de síndromes (Ulises, Estocolmo, Diógenes, Burn-out, etc.) yo también quiero contribuir con uno: el “síndrome del Dr. House”. En el mismo se encuadraría esa obsesión por la tecnología, por los avances médicos, donde lo que menos importa es la persona, cómo se siente, qué espera, qué necesita.

Al Dr. House sólo le interesa su ego, acertar en el diagnóstico; del paciente, ni siquiera se aprende el nombre y por supuesto no va a perder el tiempo en hablar con él, ni en explicarle cosas, ni en animarle, ni…

Frente al síndrome del Dr. House los médicos que de verdad sean médicos tienen a su disposición el mejor el mejor y más económico tratamiento: conectar con ese ser humano que hay encerrado en cada cuerpo...