(AZprensa) Ya es una costumbre ver cómo un
laboratorio organiza y paga un acto, y los invitados al mismo abusan de la
hospitalidad y se ensañan con el anfitrión. La más elemental norma de cortesía
nos pide no atacar a quien nos invita, y la lógica más elemental nos enseña que
si alguien te trata mal no hay que volver a invitarlo. Pues bien, ni una cosa
ni otra: los laboratorios farmacéuticos son tan cobardes, o masoquistas, que
una y otra vez se gastan su dinero en actos que sólo sirven para recibir nuevos
ataques.
Este es el
último ejemplo: Los laboratorios Vir, un pequeño laboratorio fundado en 1939
que, a base de trabajo, riesgo y esfuerzo ha conseguido progresar y hoy día
tiene una instalaciones de 10.000 m2, organiza un acto para celebrar su 75
aniversario. Como invitado estrella, el expresidente del Gobierno Felipe
González (al que seguramente han pagado por acudir). Y allí, en el acto
organizado y pagado por ese laboratorio, va el invitado y ataca a la industria
farmacéutica pidiendo que haya subastas de medicamentos a nivel nacional para
conseguir medicamentos más baratos todavía (no olvidemos que es el Gobierno
quien fija el precio de los medicamentos y que lo fija a nivel del más barato
de Europa; pero aún así eso le parece poco a nuestros políticos y quieren bajar
más aún esos precios mediante subastas).
Pero la culpa no
es de Felipe González (en la imagen) ni de los demás políticos que se ensañan con los
laboratorios; la culpa es de estos últimos que son incapaces de plantar cara a
los desmanes del Gobierno de turno que, como todo abusador, siempre elige a las
víctimas que ve incapaces de defenderse.
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