sábado, 2 de agosto de 2014

Verano y otitis

En verano, aumenta las patologías del oído debido a la humedad, agua en malas condiciones y falta de higiene. La otitis es una de las afecciones del oído más comunes, que consiste en una inflamación de las estructuras del oído, puede ser externa o interna dependiendo de la zona del oído afectada (según su evolución será aguda o crónica).
La más común es la otitis externa, una infección producida por la entrada de los gérmenes, bacterias o hongos, que proliferan en condiciones de humedad, calor y oscuridad.

Existen diferentes tipos de otitis las más frecuentes y asociadas al verano son las que llamamos otitis del nadador., que consiste en la entrada de agua contaminada en el conducto lo que provoca dolor de oído, salida de líquido al exterior, fiebre, picor y, en algunos casos, perdida de audición si se cierra el oído por un edema o una inflamación.
En otros casos, la otitis externa es producida por la infección de un forúnculo que provoca dolor auditivo al movilizar el pabellón auditivo y una inflamación y enrojecimiento del conducto auditivo externo. En la otitis media, la inflamación se produce en el oído medio y las causas son por un mal funcionamiento de la Trompa de Eustaquio , rinitis... Una otitis mal curada puede llegar a ser crónica y desencadenar en una intervención quirúrgica. Si el oído empieza a supurar puede que haya una perforación del tímpano.

Ante la llegada del verano, conviene visitar al otorrinolaringólogo con el fin de limpiar los conductos y dejar los libres de cera. En el caso de presentar una perforación del tímpano es aconsejable colocar unos tapones (desecharlos con frecuencia) para que no penetre el agua en el odio medio.

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