sábado, 20 de septiembre de 2014

Libertad en silla de ruedas

(AZprensa) La integración de las personas con discapacidad es proporcional a su autonomía y su capacidad para desenvolverse en el entorno. Para las personas que pueden caminar sin dificultad, pasear de la mano de un ser querido es la cosa más normal del mundo, pero para los que van en silla de ruedas, puede ser algo imposible.

Cualquier persona que use habitualmente una silla de ruedas, conoce sobradamente los inconvenientes de desplazarse en ella. No menos importantes son los inconvenientes que presentan las sillas de ruedas para el confort, la salud y el rendimiento físico e intelectual de sus usuarios. En las sillas manuales, estos inconvenientes se derivan por un lado de la escasa ergonomía de la silla, lo que produce deficiencias posturales, molestias y dolor, y por otro del desplazamiento de tipo manual, que añade problemas de espalda, patologías en las extremidades superiores y suele ser causa de agotamiento por sobreesfuerzo sobretodo en niños y personas mayores. En las sillas eléctricas, los problemas suelen derivarse de la falta de actividad física: al realizarse todos los movimientos con sólo mover la palanca de mando, se reduce al mínimo el ejercicio físico, con lo que el usuario va perdiendo forma física hasta que queda afectada incluso la capacidad natural de equilibrar el cuerpo al moverse.  

Por ello el nuevo modelo Genny 2.0 que utiliza la tecnología Smart Motion incorpora dos ruedas paralelas y un juego de sensores electrónicos, cinco de ellos giroscópicos, que permiten el avance con solo inclinarse hacia delante, así como lograr que se reduzca la velocidad y se detenga con solo echar el cuerpo hacia atrás. Por su parte el manillar permite que el vehículo gire sin que las manos tengan que hacer operaciones complicadas, dejándolas totalmente libres.

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