lunes, 24 de noviembre de 2014

Espirometría de oficina

(AZprensa) El Dr. Juan Antonio Trigueros, Coordinador del Grupo de Habilidades en Patología Respiratoria de la SEMG y médico de familia en el CS Menasalbas de Toledo, ha destacado –con motivo de la reciente celebración del “Día Mundial de la EPOC”, que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad infra diagnosticada: “La alta prevalencia de la EPOC es un problema importante, pero sobre todo, el bajo nivel de diagnóstico; sólo  un 27% de los afectados que tienen EPOC, lo saben. Cualquier prueba que ayude sobre la pista de un diagnóstico precoz es importante. La prueba fundamental para el diagnóstico de la EPOC es la espirometría, pero  una prueba como pre-screenning o pre-diagnóstica, que sería esta ‘miniespirometría’ o ‘espirometría de oficina, aunque no confirma la enfermedad, nos ayuda a sospechar con una alta sensibilidad y una alta especificidad que el paciente que realice esta prueba y de positivo, pueda tener EPOC”.

Según  datos del estudio EPI-SCAN, tan sólo el 10% de la población española entre 40 y 80 años con EPOC está diagnosticada. Este mismo estudio, estima que en España, el 73% del total de afectados con EPOC aún no conocen su diagnóstico.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo y tiene un impacto físico y emocional significativo en las personas que la padecen. Cuando la EPOC progresa aparece la disnea que conlleva una disminución de la función pulmonar y se convierte en una causa importante de discapacidad y ansiedad. Acompañada de síntomas que desencadenan temor, frustración, aislamiento y depresión en los pacientes.

Según las estimaciones más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualmente más de 210 millones de personas conviven con la EPOC y se estima que pueda convertirse en la tercera causa de muerte mundial en 2030. Además estos pacientes a menudo presentan otras comorbilidades graves como cardiopatías, diabetes, osteoporosis y depresión, lo que dificulta aún más el tratamiento concomitante de la EPOC y de estas enfermedades. 

Debido al carácter crónico de la enfermedad y a sus síntomas incapacitantes, la EPOC también puede suponer una carga significativa para las personas que cuidan de amigos o familiares afectados por esta enfermedad. El diagnóstico precoz y una intervención terapéutica adecuada después de una exacerbación son esenciales para la recuperación rápida de los pacientes y la mejoría de su calidad de vida. 

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