miércoles, 5 de noviembre de 2014

Medicinas para perros, salida para las farmacias

(AZprensa) Las limitaciones impuestas a la prescripción de los médicos, centradas en una cada vez más reducido vademécum de principios activos genéricos, así como los precios más bajos de Europa para los medicamentos en España, hace que la facturación de las farmacias vaya año tras año en descenso, a lo que se suma los enormes retrasos a la hora de asumir su compromiso de pago la Sanidad pública.

Todo esto lleva a las farmacias a reinventarse para obtener otras vías alternativas de financiación y una de ellas es la de ofertar medicamentos de veterinaria bien sea para las mascotas en los núcleos urbanos como para los animales de granja en las zonas rurales.

En este sentido se manifestó Pepita Ortega, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Almería, en el transcurso de un curso de formación dirigido a farmacéuticos sobre diversos aspectos relacionados con la dispensación de medicamentos de veterinaria,  "un servicio que los ciudadanos cada vez agradecen más: en el caso de las farmacias urbanas para sus mascotas, así como en las rurales, para una explotación concreta, que se encuentren bajo el cuidado de un veterinario", declaró.

En el transcurso de dicho curso, los farmacéuticos participantes pudieron conocer los modelos oficiales y la manera de cumplimentar la receta veterinaria; la dispensación de medicamentos de uso humano destinados a uso animal; la custodia de medicamentos veterinarios en las farmacias; el precio de venta, su margen comercial y la situación de dicho mercado; así como los depósitos especiales de medicamentos de uso humano en clínicas y centros veterinarios.

Debe recordarse que los únicos establecimientos autorizados para la dispensación de estos medicamentos son las farmacias, los establecimientos comerciales detallistas y las agrupaciones ganaderas, con intervención en cualquier caso del farmacéutico, ya que los veterinarios solo pueden entregar a los propietarios de los animales los medicamentos necesarios para una primera atención. Con posterioridad, será el dueño del animal quien deba comprar el tratamiento de continuación en uno de estos establecimientos autorizados como es el caso de las farmacias.

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