sábado, 13 de diciembre de 2014

Cocinar para el cerebro, no para el estómago

(AZprensa) Los cocineros que han optado por la vía de la ciencia y la innovación para elaborar nuevos, originales y sugestivos platos, ya no se fijan en el estómago de los comensales... sino en su cerebro.

Este reciente y renovado interés por la gastronomía está generando un fenómeno curioso: la intención de los cocineros ya no es solo elaborar platos de calidad desde un punto de vista culinario, sino, también, sorprender y a veces sobresaltar la experiencia perceptiva del comensal.

Pero ¿cómo se las arregla el cerebro para entender los mensajes que los modernos cocineros envían a sus comensales, mejor dicho, a los cerebros de sus comensales? ¿Cuáles son los procesos que nos permiten disfrutar de una velada en compañía o emocionarnos al oler un risotto de flores y semillas? ¿Por qué casi siempre –aunque hayamos comido mucho- nos queda un hueco en el estómago para el postre?

Ya no es suficiente hablar de los sentidos; es necesario conocer los procesos cerebrales responsables de la percepción sensorial para poder entender lo que significa disfrutar con la comida, y eso es lo que se tratará de desvelar Francisco Javier Cudeiro Mazaira, del grupo de Neurociencia y Control Motor (NEUROcom), de la Universidad de La Coruña, en la conferencia que pronunciará hoy lunes en Tudela, a las 18:00 h., en la Biblioteca Pública de esta localidad.

Un encuentro ideal para todo aquel que quiera adentrarse en el mundo de la percepción sensorial a través de la cocina y entender qué es lo que nos sucede cuando disfrutamos de una buena comida... un misterio que permanece escondido en nuestro cerebro.

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