sábado, 30 de mayo de 2015

La creciente pobreza amenaza la salud

(El Inefable) Científicos de la Universidad de Oviedo han comparado el consumo de los principales grupos de alimentos y han determinado que las personas con menos recursos ingieren una cantidad significativamente menor de productos básicos en una dieta saludable. En consecuencia se sitúa a estos colectivos más desfavorecidos como más propensos a sufrir patologías crónicas. El 88% de estas personas sufre sobrepeso u obesidad. Según los investigadores, estos resultados “ponen de manifiesto la importancia de efectuar una intervención nutricional”.

Los datos obtenidos en la muestra fueron comparados con los procedentes de un grupo control formado por 35 personas de nivel socioeconómico medio-alto, de la misma edad y con la misma distribución de sexos. En torno al 60% de los sujetos del primer grupo declaró encontrarse en situación de desempleo en el momento de la primera entrevista.

Dentro de los parámetros sanguíneos evaluados “se ha detectado que un 75% de las personas en situación de privación material presentaban riesgo moderado-alto para la salud, frente al 32% del grupo con más recursos”, según ha declarado la investigadora del CSIC Nuria Salazar. Las diferencias surgen sobre todo en la calidad de las grasas consumidas, que, aunque están dentro de los valores recomendados, son mejorables en el caso del grupo con menos recursos. 

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