miércoles, 10 de junio de 2015

Síndrome de Acumulación, antesala de Diógenes

(El Inefable) Según el psiquiatra Alberto Pertusa, del Hospital de Bellvitge (Barcelona), “hasta un 4% de la población mundial puede sufrir Síndrome de Acumulación, aunque no hay unos criterios de diagnóstico establecidos y éste es un área poco conocida”. Porque ¿qué es el Síndrome de Acumulación?

Se trata de un comportamiento obsesivo compulsivo por acumular todo tipo de objetos (muebles, libros, ropa, utensilios, etc.) hasta tal punto que llegan a dificultar el uso de los muebles o el desplazamiento normal por la vivienda. Objetos que para otra persona serían claramente desechables, para estas personas resulta imposible desprenderse de ellos. Una persona con este síndrome tendrá su casa llena de montañas de cajas, papeles, objetos, etc. en todas partes: encima de las mesas, en las sillas, debajo de las mesas, en los pasillos, etc. llegando a ocupar en muchas ocasiones más del 70% del espacio de dicha vivienda por la que habrá que circular sorteando estas crecientes montañas de objetos.

Estas personas padecen un fuerte sentimiento de culpa, miedo y disgusto ante la simple idea de tener que desprenderse de alguno de esos objetos, e incluso albergan hacia los mismos sentimientos de responsabilidad y afecto, como si de seres vivos se tratara. Las personas con Síndrome de Acumulación niegan, no reconocen, que padecen este problema aunque por otra parte son reacias a invitar a amigos o familiares a su casa. Además, se muestran reacias a cualquier intento de tratamiento o ayuda, antes al contrario, perciben dichos intentos como una agresión que les refuerza más aún en su postura.

Para el doctor en psicología Héctor Lara, académico de la facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, esta conducta de acumular cosas se puede deber a un mecanismo de defensa que mantiene las emociones del paciente controladas: “Es un problema de aprendizaje social y de personalidad, es una respuesta al estímulo ambiental, es tan sencillo como el dinero que detona en la avaricia o el número de conquistas amorosas que uno pueda tener. Es un reforzador social que tiene que ver con ese nivel de aceptación. La obsesión por tener cosas que no vas a usar”.
Y es que el acaparador compulsivo no sólo atribuye valor a objetos que otros considerarían basura, sino que también les da un valor emocional que le impide desprenderse de ellos, e incluso reconoce que no sirven para nada pero podrían tener alguna utilidad en el futuro.

La principal diferencia entre el Síndrome de Acumulación y el Síndrome de Diógenes, es que en este último caso se ha llegado a tal extremo que se sale en busca de objetos e incluso de basura para guardarla y se descuida la higiene y la alimentación personal.

Lo primero e imprescindible para abordar el tratamiento es que el paciente esté dispuesto a ser ayudado. En principio no es necesario llegar a la medicación farmacológica (que sería útil para tratar enfermedades asociadas como la depresión, ansiedad, etc.) sino que suele ser suficiente con psicoterapia para descubrir por qué el paciente acapara y cómo cambiar su comportamiento.

Como indica el Dr. Pertusa, “las personas que lo sufren parecen normales y fuera de sus hogares no parece que tengan ningún problema; sólo cuando se va a sus casas se descubre que están abarrotadas de objetos inservibles o sin valor. Todos podemos sentir la necesidad de guardar objetos con un determinado valor sentimental para nosotros. El problema se produce cuando esta necesidad dificulta nuestro día a día, cuando la acumulación de objetos hace impracticable nuestra casa y cuando nos sentimos avergonzados de recibir visitas en casa porque entendemos que la situación no es normal”.

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