(El Inefable) El síndrome de apnea del sueño es una enfermedad muy
prevalente en nuestra sociedad. Uno de lo grandes problemas que existen
actualmente en el manejo de esta patología es la complejidad
de su principal prueba diagnóstica: la polisomnografía
completa. Esto ha hecho necesaria la implantación de métodos simplificados para agilizar el estudio de este tipo
de pacientes. Estos métodos han sido ampliamente validados en el paciente
adulto, pero quedaba pendiente la validación de los mismos en el
domicilio del paciente pediátrico.
Con este objetivo se puso en marcha el estudio “Validez y coste-efectividad de la poligrafía
respiratoria domiciliaria para el diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño
en el niño” ya que, de resultar positivo –como así ha sucedido- se
podría cambiar y facilitar el manejo diagnóstico de los pacientes con síndrome
de apnea del sueño. El trabajo, patrocinado por Oximesa, ha sido premiado por Neumomadrid.
La apnea del sueño es una de las principales amenazas para la salud,
afectando a un 10% de la población española. Se caracteriza por un colapso u
obstrucción intermitente de la vía respiratoria a nivel de la garganta. La
persona que tiene esta enfermedad sufre con frecuencia un cierre de la vía
respiratoria, lo que le impide respirar normalmente, produciéndose un fenómeno
de apnea o pausa respiratoria. Las personas con apnea del sueño pueden sufrir
cientos de pausas en su respiración mientras duermen.
Entre otras consecuencias, estas pausas en la
respiración hacen que no llegue la suficiente cantidad de oxígeno a la sangre
e, incluso, pueden provocar una alteración en la estructura del sueño e inducen
continuos episodios de despertar, la gran mayoría de ellos inconscientes. Sus
consecuencias son nefastas, sobre todo porque perjudica seriamente a la calidad
de vida y, más
importante aún, porque el hecho de no dormir bien multiplica el riesgo de
sufrir accidentes domésticos, laborales y de tráfico.
Para poder diagnosticar esta enfermedad es necesario
hacer un estudio del sueño,
que consiste en el registro continuo de una serie de variables (respiratorias,
cardiacas, oxígeno,…) durante el sueño nocturno. Antes se trataba de un proceso
engorroso, puesto que obligaba al paciente a pasar toda una noche en la Unidad
del Sueño de su hospital de referencia; sin embargo, ahora se puede llevar a
cabo este estudio en la propia casa del enfermo, lo que permite llegar a muchas
más personas.
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