jueves, 6 de octubre de 2016

Así es la superficie de un cometa

(AZprensa) El pasado 30 de septiembre finalizó la aventura de la nave Rosetta, la primera que ha logrado llegar hasta un cometa, orbitar alrededor de él, enviar y posar con éxito en su superficie un módulo, y finalmente morir estrellándose en el mismo para obtener las últimas informaciones antes que quedar finalmente inutilizada por su alejamiento del Sol. Esto nos ha permitido contemplar –como nunca antes habíamos tenido oportunidad de hacerlo- imágenes de la superficie de un cometa, en este caso concreto, el cometa llamado 67P/Churyumov-Gerasimenko.

En su viaje de casi 8.000 kilómetros, la sonda ha sobrevolado tres veces la Tierra y una vez Marte, y se ha encontrado con dos asteroides. La nave resistió 31 meses de hibernación en el espacio profundo, fue capaz de enviar el módulo de aterrizaje Phileas y transmitir numerosa información que llevará años estudiar. Sin embargo, como el cometa seguía alejándose del Sol (el cual era necesario para alimentar las baterías de la nave) Rosetta estaba condenada a una muerte segura, por lo que decidieron estrellarla contra la superficie del cometa y obtener nuevos datos del entorno de gas, polvo y plasma más cercano a la superficie del cometa, unos datos que permitirán conocer mejor la actividad del cometa y sus componentes internos.

Este ha sido un viaje histórico y fotografías como la presente marcan un hito en la exploración espacial y la curiosidad natural de todos los seres humanos.

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