miércoles, 2 de noviembre de 2016

Cuando no es depresión ni estrés... sino codependencia

(AZprensa) Muchas personas visitan al médico con síntomas que pueden interpretarse como estrés o depresión pero que en el fondo lo que esconden es codependencia. Belén Pardo, psicóloga de las asociaciones de alcohólicos en rehabilitación ADIANTE (As Pontes, A Coruña) y AXÚDATE (Villalba, Lugo), lo explica diciendo que “la codependencia es una condición psicológica en la cual una persona manifiesta una excesiva, y a menudo inapropiada e insana preocupación por las dificultades o los problemas de alguien de su entorno (el alcohólico/adicto), priorizando las necesidades del mismo por encima de las suyas propias, llegando a modificar su conducta y forma de vivir para estar siempre pendiente y a disposición del enfermo alcohólico”, y añade que “no existe familia que no se vea afectada cuando uno de sus miembros sufre una adicción”. 

Desde el punto de vista médico, la codependencia puede aparecer cuando hay una variabilidad individual de la predisposición a la atención, se produce el fracaso de la corteza prefrontal para inhibir las respuestas empáticas, una multitud de experiencias aversivas en una familia disfuncional (por ejemplo, los conflictos de los padres, el abuso emocional, el abandono, etc.) y, por supuesto, el abuso de sustancias adictivas como el alcohol o las drogas.

Sin embargo, la realidad es que la codependencia es poco reconocida y difícilmente medible, pero una realidad incuestionable toda vez que las adicciones afectan no solo al propio individuo sino también al entorno más cercano por su implicación biológica, psicológica y social. Pero al igual que sucede con las adicciones, la codependencia también se puede tratar; la psicoterapia, los grupos de autoayuda o las sesiones estructuradas de terapia familiar pueden ayudar al familiar codependiente, y esto en definitiva va a resultar beneficioso para la rehabilitación del adicto.

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