martes, 23 de mayo de 2017

Usar tacones y depilarse es cosa antigua

(AZprensa) A las mujeres griegas de hace 2.600 años –al menos a las de las clases pudientes- les gustaba depilarse (usaban para ello una pasta especial o una navaja), tomar relajantes baños antes de acostarse (tenían bañeras en sus casas, aunque no hubiese agua corriente), lavarse bien con agua y polvos de arcilla o carbonato (no existía el jabón), darse lociones corporales para tener una piel fina e hidratada, maquillarse (cremas a base de esencia de flores sobre una base de aceite), cuidarse las uñas, e incluso a las más atrevidas les gustaba teñirse el pelo de rubio para resultar más atractivas a los hombres.

También les gustaba adornarse con joyas y protegerse del sol con algún sombrero o pañuelo. Debajo de la túnica solían llevar una camisola amplia y las túnicas (las había de lino para verano y de lana para invierno) solían dejar los brazos y hombros al aire y se sujetaban normalmente con algún cinturón o menos frecuentemente con algunos puntos de costura.

Para el calzado usaban sandalias y en algunos casos utilizaban tacones, aunque no como los de ahora sino que se trataba de unas alzas que se colocaban entre el zapato y el talón del pie, tal como se vende ahora a los hombres para parecer más altos sin que se note.

El matrimonio en aquella época era una cuestión de conveniencia que decidía el padre o tutor y la mujer poco o nada tenía que decir al respecto. No eran frecuentes los matrimonios por amor, aunque este pudiese luego sobrevenir en el transcurso del matrimonio; pero ellas se casaban entre los 16 y 18 años y ellos alrededor de los 25 ó 30.

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