(AZprensa)
En el competitivo mundo del marketing, los departamentos de Ventas y de
Marketing/Publicidad a menudo parecen estar en bandos opuestos cuando se trata
de asignar recursos: los equipos de Ventas abogan por promociones, que generan
resultados inmediatos y medibles, mientras que los de Marketing y Publicidad
defienden las campañas de publicidad de productos, que construyen la marca y
generan impacto a medio y largo plazo. Esta aparente "lucha" por el
presupuesto y la prioridad estratégica surge de la diferencia en sus objetivos
y métricas, pero en realidad, promociones y publicidad de productos son
herramientas complementarias, necesarias y sinérgicas para el éxito de una
empresa.
Promociones:
El imán de las ventas inmediatas
Las
promociones son tácticas de marketing diseñadas para estimular la demanda de un
producto o servicio en el corto plazo, generalmente a través de incentivos como
descuentos, ofertas de "2x1", cupones, sorteos o ediciones limitadas.
Son la herramienta favorita de los departamentos de Ventas porque su impacto es
rápido y cuantificable. Ejemplos incluyen las rebajas del Black Friday de
Amazon, las promociones de "compra uno, lleva otro gratis" en
supermercados o los descuentos temporales de Zara.
Resultados
inmediatos: Las promociones generan un aumento rápido en las ventas, el tráfico
en tiendas o las conversiones online, lo que las hace ideales para cumplir
objetivos trimestrales o liquidar inventarios.
Medición
clara: Su impacto es fácil de rastrear a través de métricas como el volumen de
ventas, el número de cupones canjeados o el incremento en el tráfico web.
Atracción
de nuevos clientes: Las ofertas pueden captar consumidores sensibles al precio,
que luego pueden convertirse en clientes recurrentes si la experiencia es
positiva.
Impulso
en momentos clave: Son efectivas para aprovechar picos estacionales, como
Navidad, o para contrarrestar la competencia.
Sin
embargo, las promociones tienen limitaciones. Su enfoque en el precio puede
erosionar los márgenes de ganancia y, si se abusa de ellas, puede acostumbrar a
los clientes a comprar solo con descuentos, debilitando la percepción de valor
del producto. Además, no contribuyen significativamente a la construcción de la
marca a largo plazo.
Publicidad
de productos: Construyendo la narrativa de la marca
La
publicidad de productos se centra en promover las características, beneficios y
valores asociados a un producto o servicio, con el objetivo de generar demanda,
reforzar la imagen de marca y fomentar la lealtad del cliente. Estas campañas,
preferidas por los departamentos de Marketing y Publicidad, pueden incluir
anuncios en redes sociales, spots televisivos, vallas publicitarias o contenido
en plataformas digitales.
Construcción
de marca: Las campañas refuerzan la identidad y los valores de la marca,
creando asociaciones emocionales que trascienden el producto, como la conexión
de Coca-Cola con la felicidad.
Diferenciación
competitiva: En mercados saturados, la publicidad destaca las ventajas únicas
de un producto, como la durabilidad de las botas Timberland o la innovación de
los electrodomésticos Dyson.
Impacto
a medio y largo plazo: Aunque su efecto en las ventas es menos inmediato, la
publicidad aumenta el reconocimiento y la preferencia por la marca, lo que
influye en las decisiones de compra futuras.
Lealtad
del cliente: Al resaltar beneficios y experiencias, fomenta relaciones
duraderas con los consumidores, como en las campañas de Dove que promueven la
autoestima.
El
principal desafío de la publicidad de productos es la dificultad para medir su
impacto directo en las ventas. Aunque herramientas como encuestas de marca,
análisis de tráfico web o estudios de mercado pueden estimar su efectividad,
los resultados no son tan inmediatos ni precisos como los de las promociones,
lo que genera escepticismo en los equipos de Ventas.
La
percepción de que promociones y publicidad de productos compiten por recursos
es un error estratégico. Ambas persiguen el mismo objetivo final —aumentar las
ventas y fortalecer la marca—, pero operan en diferentes horizontes temporales
y niveles de impacto. Integrarlas crea un enfoque equilibrado que combina
beneficios inmediatos con crecimiento sostenible.
Las
promociones atraen a los consumidores, mientras que la publicidad de productos
los convence de la calidad y el valor del producto. Por ejemplo, una oferta de
descuento en un nuevo modelo de Samsung Galaxy puede captar compradores, pero
es la campaña publicitaria que destaca su cámara avanzada o su diseño innovador
la que justifica la compra y fomenta la lealtad.
Un
caso emblemático es el de Amazon durante el Prime Day: las promociones masivas
generan ventas récord, pero la publicidad que resalta la conveniencia y
variedad de Prime asegura que los clientes renueven su suscripción.
La
publicidad de productos crea una percepción positiva que amplifica el impacto
de las promociones. Estudios como los de Nielsen muestran que las marcas con
fuerte reconocimiento, construido a través de la publicidad, ven un aumento del
20-30% en la efectividad de sus promociones.
Las
promociones actúan como un gancho para atraer clientes, mientras que la
publicidad de productos los retiene al reforzar la calidad y los valores de la
marca. Por ejemplo, un descuento en un producto de L’Oréal puede captar nuevos
compradores, pero las campañas que destacan “Porque tú lo vales” generan una
conexión emocional que fomenta compras repetidas.
Las
promociones son efectivas en la etapa de conversión, empujando a los
consumidores a actuar. La publicidad de productos, en cambio, trabaja en las
etapas de conocimiento y consideración, asegurando que la marca esté en la
mente del consumidor cuando llegue el momento de comprar.
Para aprovechar la complementariedad de ambas estrategias, las empresas deben adoptar un enfoque estratégico:
1.
Alinear mensajes: Las promociones y la publicidad deben reflejar una narrativa
de marca coherente. Por ejemplo, si una campaña publicitaria de Patagonia
destaca su compromiso ambiental, las promociones pueden incluir incentivos por
reciclar productos, reforzando los valores de la marca.
2. Planificación equilibrada: Asignar recursos según los objetivos y el ciclo de vida del producto. En el lanzamiento de un producto, la publicidad puede dominar para generar reconocimiento, mientras que las promociones toman protagonismo en momentos de alta competencia o exceso de inventario.
3. Medir de forma integral:Combinar métricas de corto plazo (ventas, conversiones) con indicadores de largo plazo (reconocimiento de marca, Net Promoter Score) para evaluar el impacto conjunto. Herramientas como Google Analytics o encuestas de percepción pueden ayudar a estimar la contribución de la publicidad al éxito de las promociones.
4. Aprovechar sinergias: Integrar promociones en campañas publicitarias. Por ejemplo, un anuncio de Coca-Cola puede destacar su nueva bebida sin azúcar y terminar con una oferta de “prueba gratis en tiendas seleccionadas”, combinando narrativa y acción.
Para aprovechar la complementariedad de ambas estrategias, las empresas deben adoptar un enfoque estratégico:
2. Planificación equilibrada: Asignar recursos según los objetivos y el ciclo de vida del producto. En el lanzamiento de un producto, la publicidad puede dominar para generar reconocimiento, mientras que las promociones toman protagonismo en momentos de alta competencia o exceso de inventario.
3. Medir de forma integral:Combinar métricas de corto plazo (ventas, conversiones) con indicadores de largo plazo (reconocimiento de marca, Net Promoter Score) para evaluar el impacto conjunto. Herramientas como Google Analytics o encuestas de percepción pueden ayudar a estimar la contribución de la publicidad al éxito de las promociones.
4. Aprovechar sinergias: Integrar promociones en campañas publicitarias. Por ejemplo, un anuncio de Coca-Cola puede destacar su nueva bebida sin azúcar y terminar con una oferta de “prueba gratis en tiendas seleccionadas”, combinando narrativa y acción.
Así
que la “lucha” entre promociones y publicidad de productos es una percepción
errónea que ignora su naturaleza complementaria. Las promociones ofrecen
resultados rápidos y medibles, ideales para los objetivos de Ventas, mientras
que la publicidad de productos construye la marca y fomenta la lealtad,
alineándose con la visión de Marketing y Publicidad. Juntas, crean un
ecosistema donde las promociones atraen y la publicidad retiene, maximizando
tanto las ventas inmediatas como el valor de la marca a largo plazo. Como
afirmó el experto en comunicación Joan Costa, “la comunicación efectiva es un
sistema donde cada elemento refuerza al otro”. Las empresas que integran
estratégicamente promociones y publicidad de productos no solo resuelven el conflicto
entre Ventas y Marketing, sino que construyen una marca que vende hoy y lidera
mañana.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“De la Publicidad al Periodismo”: https://www.amazon.es/dp/B0D4KHNVH4
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