(AZprensa) ¿Qué tienen en común un ratón, una mosca y una bacteria? En
principio pueden parecer organismos poco vistosos, incluso molestos, pero lo
cierto es que gracias a ellos se conoce mucho mejor cómo funcionan los seres
vivos y además ayudan a desarrollar investigaciones muy relevantes, como el
estudio del desarrollo embrionario y del sistema nervioso, el conocimiento de
las causas del envejecimiento, o la formación de tumores.
La exposición 'Seres modélicos. Entre la naturaleza y el
laboratorio' tiene como protagonistas siete especies
entre las más utilizadas por la comunidad científica como modelos de los seres
vivos: una bacteria del intestino humano, la levadura de la cerveza, un gusano
minúsculo, una planta considerada como mala hierba, un pez de acuario, la mosca
de la fruta y el ratón de campo. Todos tienen un ciclo de vida corto y son
abundantes, dos de las características que los han llevado a tener vidas
paralelas entre su hábitat natural y los centros de investigación. Detrás de
cada uno hay una gran historia, llena de curiosidades y de hitos científicos, y
esta muestra trata de resumirla contando cómo y dónde viven, cómo y cuándo
llegaron a ser objeto de estudio en los laboratorios y qué investigaciones se
desarrollan en la actualidad con su ayuda.
'Seres modélicos' está disponible en la web del CSIC para ser itinerada. También es posible
descargar los paneles en alta calidad con el fin de exponerlos o utilizarlos
como material didáctico en las aulas.
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