(AZprensa)
El papel de los influencers y todo lo que se mueve por Internet está
banalizando la cirugía estética y no hay que olvidar que no estamos hablando de
modas ni maquillaje, sino de cirugía. El doctor Juan Ramón Sanz Giménez-Rico es
especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y actualmente es jefe de Cirugía Plástica en el Hospital
Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), siendo además profesor
asociado de esta especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad de
Cantabria.
A
continuación ofrecemos la entrevista que ha mantenido con el Colegio de Médicos
de Cantabria, en la que repasa la situación actual de la cirugía plástica y
alerta sobre la banalización y el intrusismo en esta especialidad.
¿Han
aumentado las cirugías estéticas en la última década y en especial después de
la pandemia?
Efectivamente, la pandemia condujo al cierre temporal de la actividad en cirugía estética (no así para las urgencias en cirugía reparadora). En los últimos 10 años se ha objetivado un ascenso en la demanda de las mismas, pero además, la reapertura de las clínicas y de la actividad asistencial ha demostrado un incremento muy considerable en la actividad tras la pandemia. Nuestros datos así lo demuestran.
Si
hablamos del perfil de los que acuden a mejorar alguna parte de su exterior
¿también ha cambiado en los últimos años?
La evolución en este sentido es más lenta, pero podemos destacar 3 cambios de importancia:
- La progresiva demanda de cirugía estética y procedimientos mínimamente invasivos por parte del varón en estos últimos años.
-
El acceso de la población más joven a
procedimientos de cirugía estética de manera más generalizada, especialmente en
cirugía de aumento de mamas y contorno corporal (liposucción).
-
La confirmación de la toxina botulínica
(popularmente Botox®) como el procedimiento estético no quirúrgico más
realizado en hombres y mujeres en cualquier grupo de edad (41% de los casos
entre 36-50 años en las estadísticas de 2021 de la Aesthetic Society
(asociación americana de cirugía estética).
¿Cuáles
son las cirugías estéticas más demandadas en la actualidad?
Siguiendo las estadísticas de la Aesthetic Society, la cirugía más demandada por las mujeres es la cirugía mamaria, especialmente el aumento con/sin elevación mamaria, seguido de la liposucción. En lo referente a los hombres destacan la liposucción y la ginecomastia (mama en el varón).
En las estadísticas que nosotros manejamos en nuestra actividad privada confirmamos la cirugía de mamas, pero además nosotros realizamos mucha cirugía estética facial, predominantemente blefaroplastias y rinoplastias.
En
su especialidad hay más intrusismo que en otras ¿en qué medida afecta a los
profesionales acreditados?
Efectivamente, nuestra especialidad tiene un nivel de intrusismo infinitamente mayor que en otras especialidades.
El problema no es que afecte a los profesionales sino que a quienes afecta es a ¡¡los pacientes!!.
Desde nuestra sociedad española de cirugía plástica (SECPRE) siempre les aconsejamos que los pacientes demanden en la consulta la debida acreditación para el ejercicio profesional; somos especialistas en cirugía plástica y estética, por lo que la plástica y estética sea realizada por los plásticos. Ello no es óbice para que otros colegas estén preparados para realizar este tipo de cirugías; al final todo es cirugía, en definitiva.
En
el aumento de las cirugías estéticas ha influido de forma notable la sociedad
actual con modelos como las influencers que calan hondo sobre todo en la
población juvenil ¿ha notado esta tendencia?
Por supuesto que sí. Aunque las pacientes de edad media suelen solicitarnos resultados naturales para el problema que presentan, las pacientes más jóvenes acuden en numerosas ocasiones con “fotografías tipo” tomadas de Instagram que además tienen filtros y demandan, por ejemplo, una nariz como la que muestran en una foto, es decir, imágenes que NO se corresponden a la realidad de las posibilidades de tratamiento.
Y
si hablamos de riesgos…
En primer lugar, ninguna cirugía estética seria es sencilla. Cada caso es diferente y hay que analizar múltiples factores.
Siempre en nuestra práctica actuamos con criterios de máxima seguridad clínica para el paciente; lo primero, garantías de seguridad. Siempre que se realice en medio adecuado (quirófano adecuadamente dotado) con presencia de anestesiólogo que monitorice al paciente o realice una anestesia general programada, las condiciones de seguridad son muy fiables y los riesgos se minimizan.
¿Cree
que cada vez hay más médicos que eligen su especialidad por vocación o
simplemente por rentabilidad?
La Medicina tiene un aspecto vocacional claro; nuestra especialidad NO es diferente; ahora bien, las generaciones actuales (y creo que las futuras) analizan con la elección de la plaza MIR otra serie de factores.
En nuestra especialidad es indudable que las opciones laborales aparentes son mayores y eso hace de ella una especialidad atractiva, entre otras cosas. Sin embargo, quien no se apasione con lo que hace y desarrolle está condenado a “padecer” en el trabajo y no disfrutar de él.
Así fueron los años más transparentes de la industria farmacéutica.
“La edad de oro de la industria farmacéutica”: https://amzn.to/34zbs0Q
Efectivamente, la pandemia condujo al cierre temporal de la actividad en cirugía estética (no así para las urgencias en cirugía reparadora). En los últimos 10 años se ha objetivado un ascenso en la demanda de las mismas, pero además, la reapertura de las clínicas y de la actividad asistencial ha demostrado un incremento muy considerable en la actividad tras la pandemia. Nuestros datos así lo demuestran.
La evolución en este sentido es más lenta, pero podemos destacar 3 cambios de importancia:
- La progresiva demanda de cirugía estética y procedimientos mínimamente invasivos por parte del varón en estos últimos años.
Siguiendo las estadísticas de la Aesthetic Society, la cirugía más demandada por las mujeres es la cirugía mamaria, especialmente el aumento con/sin elevación mamaria, seguido de la liposucción. En lo referente a los hombres destacan la liposucción y la ginecomastia (mama en el varón).
En las estadísticas que nosotros manejamos en nuestra actividad privada confirmamos la cirugía de mamas, pero además nosotros realizamos mucha cirugía estética facial, predominantemente blefaroplastias y rinoplastias.
Efectivamente, nuestra especialidad tiene un nivel de intrusismo infinitamente mayor que en otras especialidades.
El problema no es que afecte a los profesionales sino que a quienes afecta es a ¡¡los pacientes!!.
Desde nuestra sociedad española de cirugía plástica (SECPRE) siempre les aconsejamos que los pacientes demanden en la consulta la debida acreditación para el ejercicio profesional; somos especialistas en cirugía plástica y estética, por lo que la plástica y estética sea realizada por los plásticos. Ello no es óbice para que otros colegas estén preparados para realizar este tipo de cirugías; al final todo es cirugía, en definitiva.
Por supuesto que sí. Aunque las pacientes de edad media suelen solicitarnos resultados naturales para el problema que presentan, las pacientes más jóvenes acuden en numerosas ocasiones con “fotografías tipo” tomadas de Instagram que además tienen filtros y demandan, por ejemplo, una nariz como la que muestran en una foto, es decir, imágenes que NO se corresponden a la realidad de las posibilidades de tratamiento.
En primer lugar, ninguna cirugía estética seria es sencilla. Cada caso es diferente y hay que analizar múltiples factores.
Siempre en nuestra práctica actuamos con criterios de máxima seguridad clínica para el paciente; lo primero, garantías de seguridad. Siempre que se realice en medio adecuado (quirófano adecuadamente dotado) con presencia de anestesiólogo que monitorice al paciente o realice una anestesia general programada, las condiciones de seguridad son muy fiables y los riesgos se minimizan.
La Medicina tiene un aspecto vocacional claro; nuestra especialidad NO es diferente; ahora bien, las generaciones actuales (y creo que las futuras) analizan con la elección de la plaza MIR otra serie de factores.
En nuestra especialidad es indudable que las opciones laborales aparentes son mayores y eso hace de ella una especialidad atractiva, entre otras cosas. Sin embargo, quien no se apasione con lo que hace y desarrolle está condenado a “padecer” en el trabajo y no disfrutar de él.
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