(AZprensa) De Pasteur todos habéis oído hablar, pero de
Béchamp seguramente no. Mirad lo que se dice de él en Wikipedia, que es la
Enciclopedia que reúne todo lo que debemos aceptar como cierto y ¡ay de aquél
que use llevar la contraria!:
“Pierre Jacques Antoine Béchamp (16 de octubre de 1816 -
15 de abril de 1908) fue un biólogo y químico francés, descubridor del
preantibiótico ‘ácido p-aminofenilarsénico’ ‘Atoxyl’. Es conocido tanto por
sus avances en química orgánica aplicada (que llevaron al posterior desarrollo
de la industria de los tintes sintéticos y de los medicamentos quimioactivos),
como por su enconada rivalidad con Louis Pasteur”.
Uno de los ejes de esa rivalidad con Pasteur es que las
investigaciones de Béchamp iban en contra de lo que postulaba Pasteur. Para Béchamp
las bacterias no causan la enfermedad infecciosa en las personas sanas, sino
que es el deterioro de la salud (por condiciones ambientales, de alimentación,
de estilo de vida, etc.) el que propicia que las bacterias proliferen en ese
medio.
Así se explica en Wikipedia: “Al negar que las bacterias
pudieran invadir a un animal sano y causar una enfermedad, Béchamp afirmó en
cambio que son las condiciones ambientales y del huésped desfavorables las que desestabilizan
las microzymas nativas del huésped, descomponiendo el tejido del huésped para
producir bacterias patógenas”.
Como resultado de esto, de ser cierto lo que decía
Béchamp, las vacunas no sirven para nada, echando por tierra las
investigaciones de Pasteur y el negocio de los laboratorios farmacéuticos (esto
último ya son ¡palabras mayores!).
Por el contrario Pasteur afirmaba que los microorganismos
(incluyendo entre estos tanto bacterias como hongos o virus) pueden invadir a
los humanos y animales y causarles enfermedades (lo que se llama “enfermedades
infecciosas”).
Pero ¿es lo mismo una bacteria que un virus? Aunque la
medicina ortodoxa dice que los virus son algo así como sacos de proteínas, que
no están ni vivos ni muertos, y que simplemente se replican o autofotocopian
cuando se encuentran en un medio favorable causando la infección, no todos piensan lo mismo.
Y esto es lo que dice al respecto el saber oficial: “Ahora
algunos biólogos consideran entidades no celulares como los virus como
organismos vivos”. Y sobre todo resulta interesante leer esto otro: “A partir
de 2021 ‘la opinión de los expertos
permanece dividida aproximadamente en un tercio entre sí, no y no sé’.
Como no existe una definición universalmente aceptada de la vida, la discusión
aún continúa”.
Es decir, hay un tercio de científicos que opina una
cosa, otro tercio que opina la contraria, y otro tercio que no sabe por qué
decantarse. Así que no hay que aceptar como “dogma de fe” lo primero que leas o
te cuenten, porque hay muchos científicos que opinan diferente y la única diferencia
entre lo que dicen unos y lo que dicen otros es que a unos se les silencia y a
otros se les santifica.
En lo que de verdad hay que fijarse es en quién dice cada
cosa, apoyado en qué argumentos y pruebas, y en el número de personas de igual
nivel que apoyen unas conclusiones u otras. En una sociedad libre se enseñaría
lo que dicen unos y otros para que cada cual estudie, investigue, se forme y
extraiga su propia opinión, en vez de imponer un dogma. Porque cuando se
silencia a alguien, lo único que se consigue es despertar sospechas de
manipulación.
En definitiva, no estoy ni a favor de Pasteur ni a favor
de Béchamp, sino a favor de que se enseñe todo y no se silencie a nadie.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
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Antonio Bechamp tenía razón.
ResponderEliminarJosé Mourinho tenía razón.
ResponderEliminarBechamp tenia razón
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