(AZprensa)
Ayer se celebró en el Museo Provincial de Guadalajara la donación para sus
archivos de un manuscrito inédito de uno de los personajes ilustres de
Guadalajara, Wenceslao de Argumosa (1761 – 1831), quien fuera abogado, agente
fiscal del Consejo Real, historiógrafo, decano, catedrático, procurador,
académico y escritor. Pero ¿de qué manuscrito se trata y cómo llegó hasta aquí
después de 230 años?
El
periodista y escritor Vicente Fisac, descubrió hace unos años entre los libros
que había dejado uno de sus antepasados, y
a los que ningún otro miembro de su familia había prestado ni atención
ni el más mínimo interés, un manuscrito en el que se podía leer bien clara la
fecha de 1.794 (en aquella época era normal escribir libros a mano aunque ya se
hubiese inventado la imprenta). Se podía leer claramente cómo se había
utilizado una pluma, de esas que se va mojando en el tintero y que deja al
comienzo trazos gruesos que después se van palideciendo y hay que mojar otra
vez la pluma en el tintero. Se puso a leerlo y comprobó que estaba escrito en
castellano antiguo y contaba –en verso- una preciosa historia de amor, honor y
amistad en la antigua Grecia.
Decía
Wenceslao de Argunosa, al final del manuscrito que “Desearía que mi empeño
pusiera a otros en el de mejorarme” y comprendió que ese manuscrito no había
caído en sus manos por casualidad sino para cumplir la misión de darle difusión
y compartir con los demás aquella obra que el propio Wenceslao de Argumosa
definía diciendo: “...por lo atrevido de esta empresa, pues dudo que en su
género pueda haverla mas atrevida...”. Fisac se sintió en deuda con el autor y
por ello trató de continuar su obra que llevó a cabo en tres etapas:
1.-
El primer paso fue trasladar aquella historia escrita en castellano antiguo y
en verso, a una novela en lenguaje actual para que todo el mundo pudiese
disfrutar con la lectura de esta obra que nos traslada a unos tiempos donde el
honor y un apretón de manos valían más que cualquier contrato. Esa novela, “La
Olimpiada” (Vicente Fisac. Amazon) está disponible tanto en edición digital
como en edición impresa en Amazon.
2.-
El segundo paso fue digitalizar el manuscrito y volcarlo íntegro en Internet
para que cualquiera pudiera ver con sus propios ojos cómo era el documento original
e incluso leerlo, porque ¿quién no ha sentido nunca curiosidad por ver cómo es
un auténtico manuscrito? Este
es el enlace de Internet donde se puede ver el manuscrito: https://wenceslaodeargumosa.blogspot.com/
3.-
Y el tercer paso fue donar el manuscrito al Museo Provincial de Guadalajara
para que pueda verlo todo aquél que esté interesado en el tema o simplemente
sienta curiosidad. La donación de este manuscrito se hizo efectiva el pasado 15
de mayo en que Vicente Fisac hizo entrega del mismo al director del Museo, Fernando
Aguado.
En
cuanto a la historia que se narra en el mismo –basada en hechos históricos- nos
habla del rey de la ciudad-estado de Sición, Clístenes, el cual no ve con
buenos ojos los amores de su hija con un ateniense. Por su parte el rey de
Creta tampoco acepta la relación de su hijo con una noble. La celebración de
unos Juegos Olímpicos dará un giro inesperado a estas historias en donde el
amor, la amistad, el valor y el honor serán puestos a prueba.
Ahora,
230 años después, aquél arduo y atrevido trabajo de Wenceslao de Argumosa,
regresa a su ciudad natal en donde quedará preservado para la historia; una
historia que ha tenido final feliz porque ¿cuántas obras de este y otros
autores no se han perdido para siempre en el camino porque quienes las tuvieron
entre sus manos no supieron apreciar el valor histórico que tenían?
Imágenes.- 1. Fernando Aguado, director del Museo Provincial de Guadalajara y Vicente
Fisac con el manuscrito de Wenceslao de Argumosa. 2. Calle dedicada a Wenceslao de Argumosa en Guadalajara.
“La
Olimpiada”: https://amzn.to/3cDkAS7
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