Cuando el humor no es humor sino reflejo de la realidad

 

(AZprensa) El humor es una de las más bellas y originales formas de hacer crítica, y así lo hacen y han hecho a diario muchos ilustres humoristas. En esta ocasión traigo a escena una viñeta ya antigua pero que refleja clara y duramente una situación muy actual: la dictadura del pensamiento único que nos quieren imponer.
 
Su dibujante, Quino, nos muestra en una viñeta sin palabras a un padre regañando a su hijo. ¿Dónde está el chiste? En realidad no es un chiste sino un fiel reflejo de la situación actual que vivimos (que padecemos).
 
En esta viñeta todo es cuadrado (el techo, el suelo, las paredes, los muebles…) y sin embargo al niño no se le ha ocurrido hacer otra cosa que un dibujo de una espiral. ¿Líneas curvas en un mundo cuadriculado? ¡Herejía! ¡Eso no se puede permitir!
 
Hoy día todos los medios de comunicación (vendidos al poder) sirven de altavoz a la dictadura globalista para que todos pensemos lo mismo y cuando alguien opina lo contrario se le ataca, o se le ridiculiza o se le silencia.
 
Piensa por un momento si no se está atacando, ridiculizando y/o silenciando a quienes opinan –por ejemplo- que:
-          No se debe permitir la entrada masiva de inmigrantes ilegales.
-          Las mujeres futbolistas que apenas llevan unas decenas de espectadores a los estadios no pueden ganar lo mismo que los varones futbolistas que llevan decenas de miles de espectadores a los estadios.
-          Se puede uno referir a las personas por el color de su piel sin que eso tenga que considerarse un insulto, puesto que un color nunca puede ser un insulto.
-          Cada uno es libre de ponerse o no las vacunas que quiera y no se puede obligar a nadie a vacunarse, menos aún con terapias génicas experimentales como las mal llamadas vacunas Covid.
-          Se puede opinar que Gibraltar debe formar parte de España sin que por decirlo te sancionen (como así se ha hecho).
-          El feminismo es que mujeres y hombres tengan los mismos derechos y obligaciones, no que las mujeres tengan supremacía sobre los hombres y que tengan más derechos y menos obligaciones que los hombres.
-          Cuando un emigrante cometa un delito no se debería silenciar que es un emigrante.
-          El cambio climático es algo natural y cíclico en la historia del planeta y el ser humano tiene poca influencia en el mismo.
-          Los coches eléctricos contaminan tanto o más que los de gasolina: contaminan al fabricar sus baterías y demás componentes, y contaminan más aún a la hora de eliminar las baterías viejas (algo que, por cierto, aún no se sabe cómo hacer).
-          Si no hay tantos puntos de recarga de coches eléctricos como hay en Francia o Italia, por ejemplo, no tiene sentido tener un coche eléctrico en España.
-          El sol no provoca cáncer de piel si se toma de forma prudente, sólo es el abuso del mismo y en ciertas personas que puede perjudicar.
-          La comida basura es perjudicial para la salud.
-          El tabaco es perjudicial para la salud, pero se mantiene con el beneplácito del Gobierno porque de cada 5 euros de un paquete 4 euros son impuestos que van a parar al Gobierno.
-          El Gobierno estudia cobrar peaje por el uso de autovías porque ya ha visto que con la implantación de los coches eléctricos deja de vender tanta gasolina (que tantos beneficios en impuestos, como sucede con el tabaco, le reporta).
-          La educación de los hijos es responsabilidad de los padres, no del Gobierno.
-          Ocupar una vivienda que no es tuya es un delito y se debe proteger al dueño legítimo de la vivienda, no al usurpador.
-          En la educación hay que incentivar el esfuerzo y no fomentar la mediocridad.
 
Y así podría seguir porque son muchos los puntos que el pensamiento único intenta insertar en tu cerebro y todo lo que he enumerado anteriormente va en contra de ese pensamiento único. Pero nunca verás una mesa de debate en donde la mitad de los tertulianos opine una cosa y la otra mitad opine la contraria; lo normal será ver “debates” en  donde todos opinan lo mismo o en donde sólo hay uno que opina lo contrario y los demás lo machacan.
 
Yo no abogo aquí por ninguno de los puntos anteriores (y si lo hiciera sería mi estricta, legítima y personal opinión) sino que defiendo la libertad de opinión por encima de todo, y la libertad de expresión (siempre con respeto y con razonamiento) también.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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