lunes, 16 de junio de 2025

Que la hiperplasia de próstata no te frene en la vejez

(AZprensa) La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una condición común en hombres de edad avanzada, caracterizada por el agrandamiento no canceroso de la glándula prostática. Este crecimiento puede causar síntomas urinarios como dificultad para orinar, aumento de la frecuencia urinaria o sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga. Mantener un estilo de vida activo es fundamental para mejorar la calidad de vida, reducir los síntomas y promover la salud general en personas con HBP.
 
Beneficios del ejercicio en la hiperplasia de próstata
 
Antes de detallar las actividades recomendadas, es importante entender por qué el ejercicio es beneficioso para quienes padecen HBP:
 
Mejora la circulación sanguínea: Favorece la salud de los órganos pélvicos, incluida la próstata.
 
Reducción del estrés: El estrés puede agravar los síntomas urinarios, y el ejercicio ayuda a disminuirlo.
 
Control del peso: La obesidad está asociada con un mayor riesgo de HBP y síntomas más severos. El ejercicio ayuda a mantener un peso saludable.
 
Fortalecimiento del suelo pélvico: Algunos ejercicios específicos mejoran el control urinario.
 
Salud cardiovascular: Mejora la función general del cuerpo, lo que es crucial en la tercera edad.
Tipos de ejercicios y actividades recomendadas
 
1. Ejercicios de bajo impacto
 
Los ejercicios de bajo impacto son ideales para personas mayores, ya que minimizan el riesgo de lesiones y son fáciles de incorporar a la rutina diaria.
 
Caminar: Caminar a paso moderado durante 30 minutos al día, 5 veces por semana, mejora la circulación, fortalece los músculos de las piernas y ayuda a controlar el peso. Es una actividad accesible y no ejerce presión sobre la próstata.
 
Natación: Este deporte de bajo impacto fortalece todo el cuerpo sin sobrecargar las articulaciones. Además, el agua reduce la presión sobre la vejiga, lo que puede aliviar los síntomas urinarios.
 
Ciclismo suave: Usar una bicicleta estática o salir a pasear en bicicleta a baja intensidad es una buena opción, pero se recomienda usar un sillín acolchado o diseñado para reducir la presión en la zona pélvica.
 
Yoga para mayores: El yoga mejora la flexibilidad, el equilibrio y reduce el estrés. Posturas como la "postura del niño" o estiramientos suaves de cadera pueden aliviar la tensión en la pelvis. Clases específicas para la tercera edad son ideales.
2. Ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico
 
Los ejercicios de Kegel son altamente recomendados para hombres con HBP, ya que fortalecen los músculos del suelo pélvico, mejorando el control de la vejiga y reduciendo síntomas como la incontinencia o la urgencia urinaria.
Cómo realizar los ejercicios de Kegel:
Identifica los músculos del suelo pélvico: intenta detener el flujo de orina a mitad del proceso (solo haz esto para identificar los músculos, no como ejercicio habitual).
Contrae estos músculos durante 3-5 segundos, luego relájalos por el mismo tiempo.
Repite 10-15 veces, 2-3 veces al día.
Consejo: Evita tensar los músculos del abdomen, glúteos o piernas mientras haces los ejercicios. Consulta a un fisioterapeuta especializado si tienes dudas.

3. Ejercicios aeróbicos moderados
Las actividades aeróbicas moderadas mejoran la salud cardiovascular y ayudan a mantener un peso saludable, lo que es clave para reducir la presión sobre la próstata.
 
Baile: Clases de baile suave, como bailes de salón o zumba adaptada para mayores, son divertidas y fomentan la coordinación y el ejercicio cardiovascular.
 
Tai Chi: Esta práctica combina movimientos lentos y controlados con respiración profunda, mejorando el equilibrio, la flexibilidad y reduciendo el estrés. Es ideal para personas con movilidad reducida.
 
Aeróbic acuático: Los ejercicios en el agua son suaves para las articulaciones y permiten trabajar la resistencia cardiovascular sin impacto.
4. Deportes Adaptados
Algunos deportes pueden ser adecuados siempre que se practiquen con moderación y bajo supervisión:
 
Golf: Es una actividad de baja intensidad que combina caminar, estiramientos y socialización, pero evita cargar peso excesivo o movimientos bruscos.
 
Tenis de mesa: Mejora la coordinación y es una actividad ligera que no ejerce presión sobre la pelvis.
 
Petanca o bochas: Este juego tradicional es ideal para mantenerse activo sin esfuerzo físico intenso.
Actividades a evitar o practicar con precaución
Aunque el ejercicio es generalmente beneficioso, algunas actividades pueden empeorar los síntomas de la HBP o ser inadecuadas para personas mayores:
 
Ejercicios de alto impacto: Correr largas distancias, saltar o practicar deportes de contacto (como fútbol o baloncesto) pueden aumentar la presión en la pelvis y agravar los síntomas urinarios.
 
Levantamiento de pesas pesadas: El esfuerzo intenso puede ejercer presión sobre la próstata y la vejiga. Si se realiza, debe ser con pesos ligeros y bajo supervisión.
 
Ciclismo prolongado o intenso: Puede causar incomodidad en la zona pélvica. Opta por sesiones cortas y sillines ergonómicos.
 
Ejercicios que impliquen sentarse mucho tiempo: Actividades como remar o montar a caballo pueden aumentar la presión en la próstata.
Recomendaciones Generales
 
Consulta médica previa: Antes de iniciar cualquier programa de ejercicio, consulta con un urólogo o médico general para asegurarte de que las actividades sean seguras según tu estado de salud.
 
Hidratación adecuada: Bebe suficiente agua, pero distribúyela a lo largo del día para evitar llenar la vejiga de golpe, lo que puede agravar los síntomas.
 
Progresión gradual: Comienza con ejercicios suaves y aumenta la intensidad o duración poco a poco.
 
Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor, incomodidad o aumento de los síntomas urinarios, detén la actividad y consulta a un especialista.
 
Combina diferentes tipos de ejercicio: Una rutina equilibrada que incluya ejercicios aeróbicos, de fortalecimiento y de flexibilidad es ideal para la salud general.

En definitiva, las personas de edad avanzada con hiperplasia de próstata pueden beneficiarse enormemente de un estilo de vida activo. Actividades como caminar, nadar, practicar yoga, realizar ejercicios de Kegel y deportes de baja intensidad como el golf o la petanca son excelentes opciones para mejorar la salud física y mental sin agravar los síntomas de la HBP. Con constancia y precaución, el ejercicio puede ser una herramienta poderosa para vivir con mayor bienestar y autonomía en la tercera edad.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
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