Otra forma de ver el cine

(AZprensa) Normalmente la gente va al cine a pasar el rato, en plan pasivo, sin esperar a cambio mas que una hora y media de entretenimiento intrascendente. Sin embargo no era esa la intención de los directores, ni el esfuerzo interpretativo de los actores, ni la maestría de los responsables de su música y sonido, ni –por supuesto- de los guionistas. Esas películas, aunque tengan un envoltorio de gran colorido, acción, efectos especiales, humor, etc. esconden en su interior un mensaje mucho más profundo, una invitación a que pensemos por nosotros mismos. En definitiva, cuando vayamos al cine a ver una película  (no todas pero sí muchas de ellas) debemos ir con la actitud de integrarnos en la misma, de ser partícipes de la trama y experimentar (en la medida que podamos) los sentimientos y pensamientos de sus actores. Descubriremos así muchos mensajes trascendentes que nos harán pensar sobre aspectos esenciales de la vida, del ser humano y, en definitiva, nos ayudarán a pensar, a razonar, a tener criterio propio y a mejorar como personas.
 
Pero ¿esos mensajes son evidentes o hay que ir a buscarlos? En algunas películas son muy evidentes, pero en otras quedan eclipsados por la fuerza narrativa y visual de la película, y si sólo nos fijamos en los fuegos de artificio no captaremos el mensaje que nos transmite. En una película “de habitaciones”, de esas en que aparecen personas hablando y hay muy poca acción, es más fácil captar los mensajes; pero cuando se trata de películas con mucha acción, escenas espectaculares, etc., nos quedamos deslumbrados por ellas y no caemos en la cuenta que detrás de eso hay un mensaje profundo que merece la pena considerar.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“El cine y el misterio”: https://www.amazon.es/dp/B0DJF3M3ZW