(AZprensa) Las siete artes —Literatura, Pintura, Escultura,
Arquitectura, Música, Danza y Cine— son pilares de la expresión humana, capaces
de capturar emociones, contar historias y transformar nuestra visión del mundo.
Pero, ¿puede un campo tan técnico como la industria farmacéutica, el universo
de los laboratorios dedicados a la salud, dialogar con estas formas de arte?
Como profesional que ha dedicado décadas a la Comunicación
en este sector, he encontrado en esta pregunta una fuente constante de
inspiración. La Comunicación, en sí misma es un arte que fusiona Literatura,
Psicología, Sociología y un mosaico de las más variadas disciplinas, y esto me ha
llevado a descubrir que la industria farmacéutica no solo coexiste con las
artes, sino que se nutre de ellas, revelando conexiones inesperadas que
reflejan la creatividad inherente al ser humano.
Durante mi carrera en la industria farmacéutica, lideré
dos proyectos que, en retrospectiva, fueron un puente entre el arte y la
ciencia. El primero fue “AZprensa”, un diario digital pionero que, en un gesto
inusual para un laboratorio, no se limitaba a promocionar los productos de la
empresa, sino que incluía noticias sobre otros laboratorios, medicamentos y
avances científicos, siempre con el lector en mente. Esta apuesta por la
transparencia y el rigor periodístico le valió a “AZprensa” la credibilidad del
sector y lo convirtió en el segundo diario digital más leído de España,
demostrando que la comunicación, cuando se ejerce con arte y con rigor periodístico,
puede trascender los límites de la propaganda para convertirse en un medio
auténtico.
El segundo proyecto fue “Información al Día”, una revista
mensual que rompía con el molde de las típicas publicaciones corporativas. En
lugar de ensalzar únicamente a la empresa o sus directivos, esta revista ponía
el foco en las personas: los empleados, sus historias, sus contribuciones. Con
un estilo periodístico cuidado, abordaba los avances del laboratorio, el
desarrollo de medicamentos, las opiniones de expertos y las realidades de
diversas enfermedades, humanizando la ciencia y acercándola al lector con
empatía y claridad.
En el marco de “Información al Día”, invité en una ocasión
a tres expertos en Cine, Poesía y Teatro a explorar la relación entre estas
artes y la industria farmacéutica. Sus artículos iluminaron conexiones
sorprendentes: el Cine, que dramatiza los dilemas éticos y los triunfos de la
ciencia; la Poesía, que captura la esencia emocional de la curación; y el
Teatro, que escenifica los conflictos humanos detrás de cada descubrimiento.
Estas reflexiones me han inspirado ahora a ampliar la serie, explorando cómo
cada una de las siete artes dialoga con la industria farmacéutica.
Dado que desdoblé la Literatura en Poesía, Teatro, pero
me faltaba el área de la narrativa) he decidido completar la exploración con
artículos dedicados a las siguientes artes:
Las Novelas, que, como representantes de la Literatura, tejen narrativas de intriga, esperanza y dilemas éticos inspirados en el mundo farmacéutico, desde thrillers ficticios hasta historias basadas en hechos reales.
La Arquitectura, que transforma los laboratorios en espacios de “aire humanizado”, como decía el arquitecto Miguel Fisac, combinando funcionalidad, estética e innovación.
La Pintura, que visualiza la ciencia a través del color y la forma, humanizando los procesos farmacéuticos.
La Escultura, que moldea la materia para simbolizar los avances médicos y su impacto en la humanidad.
La Danza, que celebra el cuerpo en movimiento, complementando los esfuerzos de la farmacéutica por restaurar la salud física y emocional.
La Música, que, como un medicamento, armoniza la mente y el cuerpo, ofreciendo alivio y esperanza.
El Arte en cada latido de la Ciencia
Esta serie de artículos no es solo un ejercicio de
curiosidad intelectual, sino una invitación a mirar más allá de lo evidente, a
descubrir cómo el arte permea incluso los entornos más técnicos. Como dijo
Albert Einstein, “la imaginación es más importante que el conocimiento, porque
el conocimiento es limitado, mientras que la imaginación abarca el mundo
entero”.
En la industria farmacéutica, esta imaginación se
manifiesta en cada nuevo medicamento, en cada ensayo clínico que cuenta una
historia de lucha y esperanza, en cada laboratorio diseñado con precisión y
belleza. En cada acción, si miramos bien, se puede descubrir cómo el arte amplifica
el impacto de la ciencia, humanizando sus logros y conectando con las emociones
de las personas.
Mi trayectoria en la Comunicación farmacéutica me ha
enseñado que, al igual que un artista, los profesionales de esta industria
buscan crear algo que trascienda: una cura, una esperanza, un futuro mejor. Ya
sea a través de una sinfonía que alivia el alma, una pintura que visualiza la
ciencia o una novela que dramatiza sus dilemas. Las artes y la industria farmacéutica
comparten un propósito común: dar sentido a nuestra existencia, transformar el
dolor en esperanza y celebrar la capacidad humana para crear.
Espero que esta serie de artículos inspire a los lectores
a descubrir el arte en los lugares más inesperados, a reconocer que en cada
esfuerzo humano —ya sea en un laboratorio, un lienzo o un escenario— hay una
chispa de creatividad que nos define. Porque, en última instancia, el arte y la
ciencia no son opuestos, sino aliados en la construcción de un mundo más saludable,
más bello y más humano.
Vicente Fisac
“El legado farmacéutico de Alfred Nobel”: https://www.amazon.es/dp/1699846413
Las Novelas, que, como representantes de la Literatura, tejen narrativas de intriga, esperanza y dilemas éticos inspirados en el mundo farmacéutico, desde thrillers ficticios hasta historias basadas en hechos reales.
La Arquitectura, que transforma los laboratorios en espacios de “aire humanizado”, como decía el arquitecto Miguel Fisac, combinando funcionalidad, estética e innovación.
La Pintura, que visualiza la ciencia a través del color y la forma, humanizando los procesos farmacéuticos.
La Escultura, que moldea la materia para simbolizar los avances médicos y su impacto en la humanidad.
La Danza, que celebra el cuerpo en movimiento, complementando los esfuerzos de la farmacéutica por restaurar la salud física y emocional.
La Música, que, como un medicamento, armoniza la mente y el cuerpo, ofreciendo alivio y esperanza.
“El legado farmacéutico de Alfred Nobel”: https://www.amazon.es/dp/1699846413


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