viernes, 14 de noviembre de 2025

La iniciativa de Trump para bajar el precio de los medicamentos

(AZprensa) En un contexto donde los costos de la salud representan una carga insostenible para millones de familias estadounidenses, el presidente Donald J. Trump ha lanzado una ofensiva sin precedentes contra las farmacéuticas. La iniciativa TrumpRx, anunciada recientemente, busca poner fin a lo que Trump califica de "robo descarado" a los ciudadanos: el hecho de que un medicamento que cuesta una fracción en Canadá o Europa se venda en Estados Unidos por precios exorbitantes, a veces multiplicados por diez. "No es de recibo que los americanos subsidien la innovación farmacéutica para el mundo entero mientras pagan lo más caro", declaró Trump en un discurso el 6 de noviembre, al revelar acuerdos pioneros que podrían ahorrar miles de millones a los contribuyentes.
 
Esta no es una promesa vacía. TrumpRx representa la culminación de una estrategia agresiva que combina presión ejecutiva, negociaciones directas y herramientas digitales para democratizar el acceso a medicamentos asequibles. En su primer mandato, Trump ya impulsó medidas como la importación de fármacos más baratos desde Canadá, pero la administración Biden las frenó. Ahora, de vuelta en la Casa Blanca, Trump está cumpliendo su palabra: poner firmes a los gigantes farmacéuticos y priorizar a los pacientes sobre las ganancias corporativas.
 
Un desequilibro exagerado
 
Estados Unidos representa menos del 5% de la población mundial, pero financia alrededor del 75% de las ganancias globales de la industria farmacéutica. Este desequilibrio no es casual: mientras países como Canadá, México o los de la Unión Europea imponen controles de precios para proteger a sus ciudadanos, las compañías estadounidenses –y muchas multinacionales– cargan los costos más altos a los consumidores locales para subsidiar descuentos masivos en el extranjero.
 
Tomemos ejemplos concretos. El medicamento Ozempic (semaglutida), usado para diabetes y obesidad, cuesta alrededor de $1,000 al mes en EE.UU., pero solo $155 en Canadá y $83 en Alemania. Wegovy, su variante para pérdida de peso, llega a $1,350 en farmacias estadounidenses, frente a $225 en el Reino Unido. Según datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), los precios de medicamentos de marca en EE.UU. son más de tres veces superiores a los de otros países desarrollados, incluso después de descuentos.
 
Trump lo ha dicho claro: "Los laboratorios nos están estafando. Ofrecen gangas a otros países y nos clavan el puñal a nosotros". Esta disparidad no solo afecta a los bolsillos individuales –con 66% de los adultos estadounidenses preocupados por los costos de medicamentos, según una encuesta Gallup-West Health–, sino que presiona programas como Medicare y Medicaid, que gastan cientos de miles de millones al año en fármacos caros.
 
TrumpRx: La Estrategia en Acción
 
TrumpRx es un portal web directo al consumidor operado por el gobierno federal, donde los pacientes pueden adquirir medicamentos a precios "Nación Más Favorecida" (MFN, por sus siglas en inglés). Esto significa que EE.UU. no pagará más que el precio más bajo ofrecido en otros países desarrollados. La plataforma, que debutará en enero de 2026, elimina intermediarios como los gestores de beneficios farmacéuticos (PBM) –acusados de inflar precios– y permite compras seguras directamente de fabricantes.
 
El detonante fue un Orden Ejecutiva firmada el 12 de mayo de 2025, titulada "Entregando Precios de Medicamentos de Nación Más Favorecida a los Pacientes Americanos". Esta directiva ordena al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y al Representante Comercial de EE.UU. fijar objetivos de precios en 30 días y, si las farmacéuticas no cumplen, imponer reglas obligatorias o "medidas agresivas" como aranceles selectivos. Trump ha enviado cartas a 17 gigantes farmacéuticos –incluyendo Pfizer, Eli Lilly y Novo Nordisk– advirtiendo: "Si no bajan los precios, desplegaremos todo nuestro arsenal".
 
En abril de 2025, Trump revivió su plan de importación de fármacos baratos desde Canadá y México, facilitando programas estatales que podrían ahorrar millones. Estados como Florida, Colorado y Maine ya han solicitado permisos para comprar directamente de Canadá, donde los precios son hasta 50% más bajos gracias a regulaciones estrictas.
 
Acuerdos que cambian el juego
 
TrumpRx no es teoría; ya genera resultados. El 6 de noviembre, la Casa Blanca anunció acuerdos históricos con Eli Lilly y Novo Nordisk, dos de los mayores productores de fármacos para obesidad y diabetes –condiciones que afectan a 150 millones de adultos en EE.UU.
Ozempic y Wegovy (Novo Nordisk): De $1,000 y $1,350 mensuales, bajan a $350 a través de TrumpRx. Para Medicare y Medicaid, el precio será de $245, menos de la mitad de lo propuesto por la administración anterior.
Zepbound y Mounjaro (Eli Lilly): De $1,086 mensuales, caen a $346 vía TrumpRx. Si se aprueban versiones orales como Orforglipron, el costo inicial será de solo $150 al mes.
 
Estos recortes representan descuentos de hasta 80%, ahorrando $700-1,000 por paciente al mes. Para los contribuyentes, significa que Medicare cubrirá estos "GLP-1" (fármacos para obesidad) a un costo mucho menor, liberando fondos para otros programas.
Previamente, en septiembre, Pfizer firmó el primer acuerdo MFN, ofreciendo descuentos del 50-85% en la mayoría de sus medicamentos primarios y de especialidad a Medicaid.
AstraZeneca siguió en octubre, garantizando MFN en todos sus nuevos innovadores.
Más compañías están en negociaciones, y Trump ha insinuado aranceles del 25% en importaciones farmacéuticas de Canadá y México si no cooperan –una táctica que ya usó con éxito en su primer mandato para presionar en comercio.
 
En resumen, TrumpRx no es solo una política; es una declaración de guerra contra un sistema que prioriza ganancias sobre vidas. Al forzar a los laboratorios a tratar a EE.UU. como a cualquier otra nación, Trump está devolviendo el poder a los pacientes. Como él mismo dijo: "Los americanos merecen lo mejor, no lo peor". Con el lanzamiento inminente y más acuerdos en el horizonte, esta iniciativa podría ser el legado definitivo de Trump en salud: medicamentos asequibles, sin excusas. Si funciona, no solo bajará precios, sino que restaurará la fe en un gobierno que lucha por su gente.
 
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon:
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