(AZprensa) En un contexto donde los costos de la salud
representan una carga insostenible para millones de familias estadounidenses,
el presidente Donald J. Trump ha lanzado una ofensiva sin precedentes contra
las farmacéuticas. La iniciativa TrumpRx, anunciada recientemente, busca poner
fin a lo que Trump califica de "robo descarado" a los ciudadanos: el
hecho de que un medicamento que cuesta una fracción en Canadá o Europa se venda
en Estados Unidos por precios exorbitantes, a veces multiplicados por diez.
"No es de recibo que los americanos subsidien la innovación farmacéutica
para el mundo entero mientras pagan lo más caro", declaró Trump en un
discurso el 6 de noviembre, al revelar acuerdos pioneros que podrían ahorrar
miles de millones a los contribuyentes.
Esta no es una promesa vacía. TrumpRx representa la
culminación de una estrategia agresiva que combina presión ejecutiva, negociaciones
directas y herramientas digitales para democratizar el acceso a medicamentos
asequibles. En su primer mandato, Trump ya impulsó medidas como la importación
de fármacos más baratos desde Canadá, pero la administración Biden las frenó.
Ahora, de vuelta en la Casa Blanca, Trump está cumpliendo su palabra: poner
firmes a los gigantes farmacéuticos y priorizar a los pacientes sobre las
ganancias corporativas.
Un desequilibro exagerado
Estados Unidos representa menos del 5% de la población
mundial, pero financia alrededor del 75% de las ganancias globales de la
industria farmacéutica. Este desequilibrio no es casual: mientras países como
Canadá, México o los de la Unión Europea imponen controles de precios para proteger
a sus ciudadanos, las compañías estadounidenses –y muchas multinacionales–
cargan los costos más altos a los consumidores locales para subsidiar
descuentos masivos en el extranjero.
Tomemos ejemplos concretos. El medicamento Ozempic
(semaglutida), usado para diabetes y obesidad, cuesta alrededor de $1,000 al
mes en EE.UU., pero solo $155 en Canadá y $83 en Alemania. Wegovy, su variante
para pérdida de peso, llega a $1,350 en farmacias estadounidenses, frente a
$225 en el Reino Unido. Según datos de la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos), los precios de medicamentos de marca
en EE.UU. son más de tres veces superiores a los de otros países desarrollados,
incluso después de descuentos.
Trump lo ha dicho claro: "Los laboratorios nos están
estafando. Ofrecen gangas a otros países y nos clavan el puñal a
nosotros". Esta disparidad no solo afecta a los bolsillos individuales
–con 66% de los adultos estadounidenses preocupados por los costos de
medicamentos, según una encuesta Gallup-West Health–, sino que presiona
programas como Medicare y Medicaid, que gastan cientos de miles de millones al
año en fármacos caros.
TrumpRx: La Estrategia en Acción
TrumpRx es un portal web directo al consumidor operado
por el gobierno federal, donde los pacientes pueden adquirir medicamentos a
precios "Nación Más Favorecida" (MFN, por sus siglas en inglés). Esto
significa que EE.UU. no pagará más que el precio más bajo ofrecido en otros
países desarrollados. La plataforma, que debutará en enero de 2026, elimina
intermediarios como los gestores de beneficios farmacéuticos (PBM) –acusados de
inflar precios– y permite compras seguras directamente de fabricantes.
El detonante fue un Orden Ejecutiva firmada el 12 de mayo
de 2025, titulada "Entregando Precios de Medicamentos de Nación Más
Favorecida a los Pacientes Americanos". Esta directiva ordena al
Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y al Representante Comercial de
EE.UU. fijar objetivos de precios en 30 días y, si las farmacéuticas no
cumplen, imponer reglas obligatorias o "medidas agresivas" como
aranceles selectivos. Trump ha enviado cartas a 17 gigantes farmacéuticos
–incluyendo Pfizer, Eli Lilly y Novo Nordisk– advirtiendo: "Si no bajan
los precios, desplegaremos todo nuestro arsenal".
En abril de 2025, Trump revivió su plan de importación de
fármacos baratos desde Canadá y México, facilitando programas estatales que
podrían ahorrar millones. Estados como Florida, Colorado y Maine ya han
solicitado permisos para comprar directamente de Canadá, donde los precios son
hasta 50% más bajos gracias a regulaciones estrictas.
Acuerdos que cambian el juego
TrumpRx no es teoría; ya genera resultados. El 6 de
noviembre, la Casa Blanca anunció acuerdos históricos con Eli Lilly y Novo
Nordisk, dos de los mayores productores de fármacos para obesidad y diabetes
–condiciones que afectan a 150 millones de adultos en EE.UU.
Ozempic y Wegovy (Novo Nordisk): De $1,000 y $1,350 mensuales, bajan a $350 a través de TrumpRx. Para Medicare y Medicaid, el precio será de $245, menos de la mitad de lo propuesto por la administración anterior.
Zepbound y Mounjaro (Eli Lilly): De $1,086 mensuales, caen a $346 vía TrumpRx. Si se aprueban versiones orales como Orforglipron, el costo inicial será de solo $150 al mes.
Estos recortes representan descuentos de hasta 80%,
ahorrando $700-1,000 por paciente al mes. Para los contribuyentes, significa
que Medicare cubrirá estos "GLP-1" (fármacos para obesidad) a un
costo mucho menor, liberando fondos para otros programas.
Previamente, en septiembre, Pfizer firmó el primer acuerdo MFN, ofreciendo descuentos del 50-85% en la mayoría de sus medicamentos primarios y de especialidad a Medicaid.
AstraZeneca siguió en octubre, garantizando MFN en todos sus nuevos innovadores.
Más compañías están en negociaciones, y Trump ha insinuado aranceles del 25% en importaciones farmacéuticas de Canadá y México si no cooperan –una táctica que ya usó con éxito en su primer mandato para presionar en comercio.
En resumen, TrumpRx no es solo una política; es una
declaración de guerra contra un sistema que prioriza ganancias sobre vidas. Al
forzar a los laboratorios a tratar a EE.UU. como a cualquier otra nación, Trump
está devolviendo el poder a los pacientes. Como él mismo dijo: "Los
americanos merecen lo mejor, no lo peor". Con el lanzamiento inminente y
más acuerdos en el horizonte, esta iniciativa podría ser el legado definitivo
de Trump en salud: medicamentos asequibles, sin excusas. Si funciona, no solo
bajará precios, sino que restaurará la fe en un gobierno que lucha por su
gente.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros
están disponibles en Amazon:
“Lecturas diferentes”: https://www.amazon.es/dp/B09QF2JQDC
Ozempic y Wegovy (Novo Nordisk): De $1,000 y $1,350 mensuales, bajan a $350 a través de TrumpRx. Para Medicare y Medicaid, el precio será de $245, menos de la mitad de lo propuesto por la administración anterior.
Zepbound y Mounjaro (Eli Lilly): De $1,086 mensuales, caen a $346 vía TrumpRx. Si se aprueban versiones orales como Orforglipron, el costo inicial será de solo $150 al mes.
Previamente, en septiembre, Pfizer firmó el primer acuerdo MFN, ofreciendo descuentos del 50-85% en la mayoría de sus medicamentos primarios y de especialidad a Medicaid.
AstraZeneca siguió en octubre, garantizando MFN en todos sus nuevos innovadores.
Más compañías están en negociaciones, y Trump ha insinuado aranceles del 25% en importaciones farmacéuticas de Canadá y México si no cooperan –una táctica que ya usó con éxito en su primer mandato para presionar en comercio.
“Lecturas diferentes”: https://www.amazon.es/dp/B09QF2JQDC

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar lo que quieras pero deberías conocer antes este “Manifiesto”: https://palabrasinefables.blogspot.com/2020/09/yo-no-soy-como-tu.html