(El Inefable) El presidente griego ha hecho una jugada muy
arriesgada y le ha salido bien. Porque aquél que crea que el Gobierno y el
Banco Europeo negocian con los países que forman la Unión Europea están muy
equivocados; la Troika –como popularmente se la conoce- no negocia, impone. Y
hasta ahora los países protestan y patalean un poco ante tales imposiciones
pero acaban cediendo.
En el caso que nos ocupa, al Gobierno griego le impusieron
unas condiciones que consideró inaceptables, máxime cuando apenas llevaba unos
meses en el cargo y debía arrastrar las consecuencias heredadas de unos
dirigentes que gestionaron mal su país y después aceptaron cuanto les
impusieron desde Europa. A Tsipras lo plantaron diciéndole más o menos:
“Nosotros no negociamos, tú tienes que obedecer. Estas son nuestras
condiciones. Toda la responsabilidad es tuya”. ¿Y qué hizo Tsipras? Pues sacó
su vena de jugador y le dio la vuelta a la situación, aunque era una apuesta
muy arriesgada. Planteó un referéndum para que el pueblo diese su opinión. Si
salía “Sí” se vería obligado a dimitir (como cuando en el póquer te marcas un
farol y te descubren); pero si salía “No” entonces ya no sería un Gobierno el
que protestase, sería todo un pueblo; ni más ni menos que algo así como: “Yo no
soy el que manda, es el pueblo griego el que ha hablado, así que lo que pase a
partir de ahora es responsabilidad vuestra”.
Y así ha sido. A partir de ahora puede pasar cualquier cosa,
pero hay algo claro: Merkel y sus secuaces serán responsables de lo que suceda, ellos serán los malos de
la película y Tsipras el bueno. Así quedará para la historia.
No vamos a hacer aquí política ficción, pero de alguna u
otra forma, Grecia seguirá en el Unión Europea y en el Euro. Las aguas se calmarán.
Tiempo al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar lo que quieras pero deberías conocer antes este “Manifiesto”: https://palabrasinefables.blogspot.com/2020/09/yo-no-soy-como-tu.html