(AZprensa) La Filosofía, como disciplina que
fomenta el pensamiento crítico, el análisis racional y la reflexión ética, ha
sido durante siglos un pilar fundamental en la educación de las sociedades
democráticas. En el caso de los jóvenes, su estudio no solo enriquece la
comprensión del mundo, sino que los dota de herramientas esenciales para
cuestionar, argumentar y construir una ciudadanía activa y consciente. Sin
embargo, en España, esta asignatura ha sido progresivamente marginada en los
planes de estudio, víctima de reformas educativas impulsadas por sucesivos
gobiernos que prefieren ciudadanos obedientes antes que pensadores independientes.
La Filosofía: Una herramienta para formar
ciudadanos libres
La Filosofía, desde Sócrates hasta Kant,
pasando por Arendt o Foucault, enseña a los jóvenes a cuestionar las verdades
establecidas, analizar ideas complejas y desarrollar argumentos sólidos. En un
mundo saturado de información, donde las fake news y las narrativas polarizadas
proliferan, esta disciplina es más crucial que nunca. A través de la lógica,
los estudiantes aprenden a detectar falacias; mediante la ética, reflexionan
sobre el bien y el mal; y con la filosofía política, comprenden los fundamentos
de la democracia, la justicia y el poder. En la adolescencia, una etapa de
búsqueda de identidad y valores, la Filosofía ofrece un espacio para debatir
cuestiones existenciales —como el sentido de la vida, la libertad o la
responsabilidad— que ayudan a los jóvenes a construir una brújula moral propia.
Además, la Filosofía fomenta habilidades
transferibles: el pensamiento crítico mejora la capacidad de resolver
problemas, la argumentación fortalece la comunicación, y la reflexión ética
prepara a los jóvenes para tomar decisiones responsables en contextos
personales y profesionales. En un estudio de 2018 de la UNESCO, se destacó que
la enseñanza de la Filosofía en secundaria contribuye a desarrollar
competencias democráticas, como el respeto por la diversidad de opiniones y la
capacidad de dialogar constructivamente. En España –como veremos- se ha ido
arrinconando a la Filosofía y una de las consecuencias más evidentes ha sido la
creciente polarización política de los ciudadanos alentados a ello desde el
poder.
El arrinconamiento de la Filosofía en España
A pesar de su valor, la Filosofía ha sido
objeto de un paulatino desmantelamiento en el sistema educativo español. Hasta
la década de 1990, asignaturas como Filosofía y Ética eran troncales en el
Bachillerato, pero las sucesivas reformas educativas han reducido su presencia.
La Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE, 2002) y, más tarde, la Ley
Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE, 2013) relegaron la
Filosofía a un papel secundario, haciéndola optativa en muchos casos o
sustituyéndola por materias como "Valores Éticos", que, aunque
útiles, carecen de la profundidad conceptual de la Filosofía. La Ley Orgánica
de Educación (LOE, 2006) y la reciente LOMLOE (2020) no han revertido esta
tendencia: en la LOMLOE, la Filosofía solo es obligatoria en 2º de
Bachillerato, y su carga horaria se ha reducido significativamente.
Este arrinconamiento no es casual. Como señala
la Red Española de Filosofía (REF) en un manifiesto de 2020, la eliminación
progresiva de la Filosofía responde a una visión utilitarista de la educación,
que prioriza competencias técnicas y científicas sobre las humanísticas, bajo
el pretexto de preparar a los jóvenes para el mercado laboral. Sin embargo,
esta explicación oculta una motivación más inquietante: la Filosofía enseña a
pensar de manera autónoma, a cuestionar el statu quo y a desafiar narrativas
impuestas, algo que los poderes políticos, independientemente de su color
ideológico, parecen temer.
¿Ciudadanos pensantes o corderos obedientes?
La tesis de que los gobernantes prefieren
ciudadanos dóciles no es nueva. Ya en el siglo XIX, John Stuart Mill advertía
que el poder tiende a fomentar la conformidad para perpetuarse. En el contexto
español, la marginación de la Filosofía coincide con un panorama mediático cada
vez más polarizado y controlado. Según el Informe de Libertad de Prensa de
Reporteros Sin Fronteras (2024), España ha descendido en el ranking de libertad
de prensa debido a la influencia de los partidos políticos en los medios de
comunicación. Los grandes conglomerados mediáticos, a menudo alineados con
intereses políticos o económicos, promueven narrativas simplificadas que
desincentivan el análisis crítico. En este escenario, la Filosofía representa
una amenaza: un ciudadano formado en el pensamiento crítico no se conforma con
consignas, sino que exige argumentos, cuestiona fuentes y busca la verdad por
sí mismo.
Los políticos, tanto de izquierda como de
derecha (y más todavía los de ultraizquierda), han contribuido a este fenómeno.
La LOMCE, impulsada por el Partido Popular, redujo la Filosofía en favor de
asignaturas más "prácticas", mientras que la LOMLOE, del PSOE, no ha
recuperado su estatus troncal, a pesar de las demandas de asociaciones como la
REF o la Plataforma por la Defensa de la Filosofía. Este consenso implícito
sugiere que los gobernantes, más allá de sus diferencias ideológicas, comparten
una preferencia por una ciudadanía menos reflexiva, más susceptible a la
propaganda y las consignas mediáticas.
El impacto en los jóvenes y la sociedad
La ausencia de la Filosofía en los planes de
estudio tiene consecuencias directas. Los jóvenes, privados de una formación
sólida en pensamiento crítico, son más vulnerables a la desinformación y menos
capaces de participar en debates públicos con argumentos fundamentados. Un
estudio de la Fundación BBVA (2022) reveló que el 60% de los españoles de entre
18 y 24 años tiene dificultades para distinguir noticias falsas de información
veraz, un problema que la Filosofía, con su énfasis en la lógica y el análisis,
podría mitigar. Además, la falta de reflexión ética fomenta una sociedad más
pragmática pero menos solidaria, donde los valores ceden ante el interés
inmediato.
Por otro lado, la Filosofía no solo beneficia
a los individuos, sino a la democracia misma. Como defendía Hannah Arendt, el
pensamiento crítico es la base de la acción política responsable. Sin él, los
ciudadanos se convierten en meros seguidores de líderes carismáticos o
narrativas populistas, un riesgo que España, con su historia de polarización y
conflictos ideológicos, no puede permitirse.
Tendríamos que dejar bien claro que la Filosofía
no es un lujo académico, sino una necesidad para formar jóvenes libres,
críticos y éticos, capaces de construir una sociedad justa y democrática. Su
arrinconamiento en España, fruto de decisiones políticas que priorizan la
obediencia sobre la autonomía, es un síntoma de una visión cortoplacista de la
educación. Los gobernantes, al reducir la presencia de esta asignatura, no solo
privan a los jóvenes de herramientas esenciales, sino que debilitan los
cimientos de una ciudadanía activa. Es hora de que la sociedad civil, los
educadores y los propios estudiantes exijan su regreso como asignatura troncal
en todos los niveles de la secundaria. Porque, como dijo Sócrates, "una
vida sin examen no merece ser vivida". Y sin Filosofía, ese examen se
vuelve imposible.
…Todo esto por lo que se refiere a España;
pero… ¿y en otros países europeos? ¿Sucede lo mismo?... Mañana lo hablaremos en
estas mismas páginas.
“Biblioteca Fisac”. Más de 50 títulos…
Una Biblioteca que abarca todos los géneros en ediciones digital e impresa…
https://share.google/UYzsnB8QjeKJK8llh
“Biblioteca Fisac”. Más de 50 títulos…
Una Biblioteca que abarca todos los géneros en ediciones digital e impresa…
https://share.google/UYzsnB8QjeKJK8llh


No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar lo que quieras pero deberías conocer antes este “Manifiesto”: https://palabrasinefables.blogspot.com/2020/09/yo-no-soy-como-tu.html