(AZprensa) Hace unas semanas le pedí a Grok (la
inteligencia artificial creada por xAI) que me hiciera una ilustración que
representara la esencia de mi blog “Diario AZprensa”. No le di muchas pistas,
solo le dije que era un lugar lleno de sorpresas, reflexiones, noticias interesantes,
historias olvidadas y pensamientos que no suelen aparecer en los grandes
titulares. Y mira lo que me devolvió
(ver imagen adjunta).
En una sola imagen había captado exactamente lo que llevo
años intentando construir: un jardín digital donde nada es previsible, donde
cada sendero lleva a algo que te hace abrir los ojos como un niño pequeño. Porque
eso es, en el fondo, “Diario AZprensa”, un jardín de curiosidades.
Aquí no encontrarás la actualidad servida en bandeja de
titulares repetidos, sino una visión diferente de los mismos acontecimientos
junto con cualquier otra información de interés que muy pocos se atreven a
publicar. No hay interés económico, ni empresarial, ni político, ni de ninguna
clase detrás de ello: Sólo hay libertad para escribir lo que quiero, cuando
quiero y como quiero (que para eso soy ya un periodista jubilado que no tiene
que rendir cuentas a nadie); y sobre todo, mucha imaginación para encontrar
siempre ese ángulo diferente para contar las cosas.
Cosas, en definitiva, que te hacen decir “¿En serio…?”. Y
ahí está la magia: la sorpresa. ¿Hay algo más hermoso que sorprenderse? Los
niños viven en un estado permanente de asombro. Todo les parece nuevo,
imposible, maravilloso. Tocan una caracola y escuchan el mar. Ven caer la
lluvia y descubren la gravedad. Preguntan “¿por qué?” hasta que los adultos nos
rendimos. Y en cada sorpresa aprenden algo nuevo. Después crecemos. Y, sin
darnos cuenta, vamos cerrando puertas. “Eso ya lo sé”, “Eso ya lo vi”, “Eso no
puede ser”. Nos convertimos en expertos en no sorprendernos. Y, de paso,
dejamos de aprender.
Pero el universo no se ha vuelto menos extraño. Hemos
sido nosotros quienes nos hemos vuelto menos curiosos.
Por eso me emociona tanto seguir regando este pequeño
jardín digital. Porque cada artículo, cada anécdota, cada reflexión es una
semillita de sorpresa. Si te acostumbras a visitar este “Diario AZprensa” de
vez en cuando, disfrutarás de un lugar tranquilo, clásico y a la vez
extravagante, con una fuente que no para de brotar ideas nuevas, rodeado de
símbolos que invitan a preguntarse cosas, custodiado por estatuas que parecen
observar al visitante con una media sonrisa de “¿ya lo sabías todo, verdad…?”.
Así que si alguna vez sientes que el mundo se ha vuelto
demasiado predecible, que ya no te sorprende nada, que los días se repiten como
un bucle aburrido… date una vuelta por este Jardín de las Curiosidades. No hay
que sacar entrada, está abierto las 24 horas del día los 365 días del año y es
gratis. Sólo necesitas ganas de volver a ser, aunque sea por un rato, ese niño
que se quedaba con la boca abierta ante cualquier cosa. Porque mientras sigamos
sorprendiéndonos, seguiremos vivos. Y mientras haya alguien dispuesto a regar
este jardín, seguirá habiendo sorpresas.
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