sábado, 27 de abril de 2024

Historia de un manuscrito de 1.794

(AZprensa) Un manuscrito del año 1.794 está ahora al alcance de todo aquél que quiera revisarlo y comprobar cómo se divulgaba la literatura cuando no existían los medios de divulgación masiva. En este artículo cuento la historia de cómo llegó a mi manos este manuscrito (que cuenta una historia de amor ambientada en la Grecia clásica) y cómo decidí ponerlo a disposición de todos los lectores interesados en el mismo o simplemente lectores curiosos de revisar una obra de estas características.
 
Hace ya muchos años, revisando la biblioteca heredada de mis antepasados, llamó mi atención entre los numerosos libros un pequeño cuaderno, ajado por el tiempo, sin ninguna indicación en su exterior. Lo abrí con cuidado, pues se veía tenía muchos años, y comprobé se trataba de un antiguo manuscrito.
 
Sus hojas eran de un papel apergaminado, ya amarillento por el transcurso del tiempo, y estaba cosido a mano por el lomo. Se veía que estaba escrito a mano y parecía haberlo sido mediante pluma antigua de ave, de esas que se metían en el tintero y no eran capaces de dar la misma intensidad a todas las letras pues la misma se iba clareando según avanzaba. Sin embargo, todo hay que decirlo, la caligrafía era excelente y cuidada al máximo, de tal forma que se entendía cuanto allí estaba escrito. La tinta, quién sabe si por el paso del tiempo o porque realmente era así, tenía un color sepia, en un tono oscuro que afortunadamente le hacía contrastar sobre el papel y no impedía la lectura.
 
Me fui entonces a la primera hoja, nada más abrir la solapa. Pude comprobar para sorpresa mía que, según se indicaba, había sido escrito por un tal Wenceslao de Argumosa en el año 1.794. Tenía entre mis manos una auténtica antigüedad, así que me dispuse a leerla con detenimiento para comprobar de qué iba aquello.
 
Se trataba de unos versos que traducían, al castellano de aquella época, otros versos más antiguos, los cuales relataban una historia de amor, de honor, de lucha, de amistad... en la Grecia clásica, y citaba personajes que –como pude comprobar después- habían existido, o al menos así se reflejaba en los libros de Historia.
 
Como despedida de la obra, Wenceslao de Argumosa pedía disculpas de esta forma (y cito textualmente): “...por lo atrevido de esta empresa, pues dudo que en su género pueda haverla mas atrevida...”. Decía, igualmente, que había hecho esa traducción de los antiguos textos “de modo que pueda cantarse”, y finalizaba diciendo: “Desearía que mi empeño pusiera a otros en el de mejorarme. Acaso no hai entre las vivas otra lengua fuera de la nuestra que admita la satisfacción de dar su carta de naturaleza al poeta del alma”.
 
Suficientemente intrigado con aquél descubrimiento y las palabras de su autor que tantos años después me llegaban, me dispuse a leerlo. Descubrí una historia llena de emoción, de sensibilidad, de acontecimientos sorprendentes, de acción, de aventura, de nobles sentimientos... la verdad es que disfruté muchísimo con su lectura y me dije –todavía era un joven muchacho en aquella época- que quizás algún día le tomase la palabra a tal autor y me atreviese a seguir su empresa y si no a mejorarle, al menos a dar continuidad o quién sabe qué posterior utilidad a su obra para que esta no se perdiese allí, ignorada en mi modesta librería, ajena a los ojos de otros lectores que hubieran disfrutado –igual que yo lo hice aquella tarde- con su lectura.
 
Y pasaron los años, muchos años; tantos que me llegó la hora de la jubilación. Pero el viejo manuscrito seguía todavía junto a mi lado, descansando el sueño de sus palabras dormidas en un rincón de mi librería, esperando, quién sabe cuándo, cómo ni por qué, una chispa de emoción, un impulso repentino que le devolviese la vida y le hiciese esparcir con el viento su secreto olvidado.
 
Sentí el deseo de leer de nuevo aquella historia y disfruté como el primer día. Pero ¿quién va a querer leer una historia a través de tales versos, en un castellano que hace mucho dejó de utilizarse y que hoy nos parece plagado de faltas de ortografía? Y sin embargo la historia que contaban esos versos tenía el interés y el empaque suficiente como para afrontar nuevas empresas. Fue así como decidí contar dicha historia a mi manera, como si de una novela de amor y de aventuras se tratara. El resultado final ha sido la novela, “La Olimpiada” (Vicente Fisac. Amazon). Cumplo así una deuda con Wenceslao de Argumosa para rescatar del olvido aquél trabajo primero y traer a la memoria en forma de novela una historia de amor, aventura, amistad y honor que –ambientada en la Grecia clásica- nos hará pasar unos momentos de lectura inolvidable.

Y para aquél que quiera revisar el manuscrito original, lo he escaneado y volcado en una página de Internet de acceso libre, según puedes comprobar en este enlace: https://wenceslaodeargumosa.blogspot.com/
 
Pero ¿quién era Wenceslao de Argumosa?
 
Según cuenta el historiador Alberto Gil Novales en la web de las biografías (http://www.mcnbiografias.com), Wenceslao de Argumosa y Bourke era un abogado español que nació en Guadalajara el 27 de septiembre de 1761 y murió en 1831.
 
Al quedar huérfano cuando apenas contaba 15 años, el arzobispo de Toledo, Lorenzana, se ocupó de ayudarle para que terminara sus estudios de filosofía en Madrid y de jurisprudencia en Toledo.
 
En 1971 viajó a Italia y después regresó a Madrid en donde ejerció la abogacía y fue agente fiscal en el Consejo Real. Fue propuesto como diputado a la Junta de Bayona, cargo que no aceptó, marchándose a Francia en donde vivió seis años y medio. Al regresar recibió la condecoración “ob auxilium pro Rege et patria” y fue caballero y secretario del Rey Carlos III. Fue también procurador síndico de Madrid y académico de San Fernando.
 
Como persona culta e interesada por la historia, escribió diversas obras, tales como “Relación de los ejercicios literarios, grados y méritos” (1792), “Los cinco días célebres de Madrid” (1820), y “Memorial del pleito entre el Infante de España D. Carlos María Isidro de Borbón y D. Juan VI, Rey de Portugal (1821)”, pero permanecía oculta hasta hoy una de sus obras manuscritas “La Olimpiada” (1794) en cuya despedida decía “Desearía que mi empeño pusiera a otros en el de mejorarme”. Pues bien, no ha sido mi deseo el de mejorarlo, sino el de dar a la luz pública aquél trabajo y así, la historia que contaba en aquellos versos, la he transformado en una novela, “La Olimpiada”, una historia –inspirada en hechos reales- que nos habla de amor, aventura, amistad y honor en la Grecia clásica, en una época donde un apretón de manos tenía más valor que cualquier contrato.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

viernes, 26 de abril de 2024

No es ciencia ficción, es Enfermería

(AZprensa) Cada vez son más los profesionales de Enfermería que se van a trabajar a otros países, y uno de los más atractivos es Noruega que ya supera en interés al Reino Unido.
 
Ya sé que todos dicen (incluso los que se van y son felices allí) que se gana más dinero pero la vida es más cara. Por eso no me centraré en los sueldos que pueden oscilar entre 3.500 y 4.700 euros al mes; ni en la facilidad para encontrar trabajo (sobre todo en el norte en donde hay más demanda y además la luz es casi regalada); ni en los cursos de idiomas y adaptación al país que dan a los recién llegados; ni a las facilidades de alojamiento sobre todo al principio o a los que aún no tienen contrato indefinido; ni a que se trabajen 37,5 horas semanales a razón de 22 euros la hora (y los festivos más); ni…
 
No, no me voy a centrar en eso, sino en el aspecto profesional tal como lo destacan algunos profesionales de Enfermería que ya están trabajando en aquel país:
 
“La ratio habitual es de 2 a 3 pacientes por enfermera o como mucho 4 ó 5 pero no graves”. Paula Santana.
 
“Los médicos nos escuchan y nos consideran una parte esencial porque somos quienes más tiempo pasamos con los pacientes en el día a día”. Charles Sánchez.
 
“El enfoque de cuidado al paciente como persona es absolutamente un cuidado integral, tener tiempo para tomarte un café con él, saber cómo se siente, qué le gusta, qué piensa… Todo esto ayuda mucho a la recuperación”. Aroa Couto.
 
No hablamos de salarios, ni de estabilidad laboral, sino de amor a la profesión que se ha estudiado. Porque si de verdad te gusta tu profesión, en Noruega te sentirás profesionalmente realizado, con medios, con formación y, sobre todo, con reconocimiento.
 
Fuente.- L. Belenguer (20 minutos).
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

jueves, 25 de abril de 2024

No le deis más vueltas

(AZprensa) El presidente Pedro Sánchez está convirtiendo España en una República bananera y aspira a convertirla en una dictadura personal en donde el poder político y el de los jueces dependan sólo de él.
 
Alguna vez un Presidente ha dimitido en algún país, pero nunca ha dicho a la nación “me voy a tomar unos días para ver si dimito o no”. En España, Adolfo Suárez dimitió, pero no dijo “me lo estoy pensando”, y claro que lo debió estar pensando varios días, pero no lo pregonó a los cuatro vientos para hacerse la víctima.
 
En consecuencia, no te esfuerces en pensar qué dirá el lunes, porque ya te lo digo yo aquí:
 
1.- No va a dimitir. Va a seguir aferrado a su puesto.

2.- Estos 5 días de “asuntos propios” que se ha tomado, no son para pensar sino para destruir facturas y borrar archivos de móviles y ordenadores.

3.- Va a salir reforzado con su imagen de “víctima” de una conspiración.

4.- Su mujer y él mismo son inocentes, sin necesidad de que se celebre ningún juicio, que no se celebrará. (Yo sí celebraría que se celebrase tanto en este caso como en todos los demás en donde haya pruebas o indicios de políticos corruptos).

5.- La derecha y la ultraderecha (¿por qué no oímos nunca hablar de “ultraizquierda”, porque si a Vox le llaman ultraderecha, también a Sumar, Podemos, Bildu, etc. les deberían llamar ultraizquierda?) son culpables sin necesidad de que se celebre ningún juicio.

6.- Cuanto más tiempo esté en el poder (concediendo a sus apoyos parlamentarios todo lo que le pidan a cambio, sin importarle si eso es bueno para España), más controlados tendrá a los jueces y, controlados estos, su permanencia en el poder será eterna.
 
Así que ya lo sabéis, dejaros de tantas elucubraciones porque a este no lo despegan del poder ni con lejía.

PD.- ¡Qué suerte tengo de ser viejo y de que me queden –estadísticamente- pocos años de vida; porque los que sois jóvenes tenéis un futuro muy negro.


Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

Las cotorras han ganado la guerra

(AZprensa) La guerra declarada por el Ayuntamiento de Madrid a las cotorras argentinas que habían invadido la ciudad y sus alrededores ha terminado… con la rendición del Ayuntamiento. Las cotorras han ganado la guerra. Cierto es que su ejército ha sufrido bajas aunque no sabemos a ciencia cierta cuántas. Dice el Ayuntamiento que su población se ha reducido de 13.000 a 10.000 ejemplares, pero no saben explicar cuántas han muerto a causa de los disparos realizados por los mercenarios contratados por el Ayuntamiento ni por cualquier otra causa; sólo presumen de haber tirado unos cuantos nidos que había cerca de las viviendas, lo cual sólo tiene el efecto real de que hacer que las cotorras se vayan a otro árbol a construirlo de nuevo; tampoco dicen a cuántos machos han esterilizado ni cuántos huevos han esterilizado; pretenden –por tanto- que nos creamos que han ganado ellos y que las 10.000 cotorras (según dicen ellos) que quedan, ya no representan ningún problema. Pero… prepárate a reírte…
 
El Ayuntamiento ha reconocido que ya no pagará mercenarios para acabar con ellas, en su lugar tomará estas medidas:
 
1.- “Programas de educación ambiental: promover la conciencia sobre el impacto de las especies invasoras en el ecosistema urbano y fomentar prácticas responsables por parte de la comunidad”.
En otras palabras: Gastar dinero para impartir cursos de urbanidad y buenas costumbres, aunque no sabemos si estos cursos irán dirigidos a las cotorras o a los ciudadanos para que se acostumbren a convivir con ellas.
 
2.- “Control de natalidad: implementar técnicas de esterilización de huevos o captura de ejemplares reproductores para reducir la tasa de reproducción de las cotorras”.
En otras palabras: Gastarse dinero en trepar a los árboles para esterilizar huevos y capturar los machos más sementales (no dicen cómo distinguirlos a esos de los otros machos más normalitos) para esterilizarlos. No dicen tampoco cuánto cuesta cada una de esas intervenciones quirúrgicas de esterilización de los supermachos ni si eso aumentará las listas de espera… en los centros veterinarios.
 
3.- “Fomento de hábitats alternativos: crear espacios adecuados para las cotorras en áreas designadas, como parques urbanos, para disminuir su presencia en zonas residenciales”.
En otras palabras: Gastar dinero en crear nuevos parques y/o reservar áreas de la ciudad con mucho arbolado para que las cotorras se vayan a vivir allí, aunque no explican cómo se lo van a decir a las cotorras ni cómo las van a convencer para que se muden de barrio (¿les harán alguna oferta de rebaja del IBI, les diseñarán un Plan Vivienda cotorril? Y tampoco dicen qué van a hacer si las cotorras pasan del Ayuntamiento y siguen campando a sus anchas por donde les apetezca.
 
4.- “Monitoreo continuo: realizar seguimientos periódicos de la población de cotorras y evaluar la efectividad de las medidas de control implementadas”.
En otras palabras: Gastar dinero en empleados para que hagan recuento constante de su población y comprueben si las medidas del Ayuntamiento sirven para algo o si las cotorras siguen volando a su libre albedrío.
 
5.- “Colaboración con expertos: trabajar en conjunto con biólogos, ornitólogos y otras instituciones especializadas para desarrollar estrategias más efectivas y éticas de gestión de las cotorras”.
En otras palabras: Gastar más dinero en reuniones y “expertos” contratados para seguir inventando paridas que no sirven para nada, pero dan la impresión de que están haciendo mucho.
 
En resumen: Aunque el Ayuntamiento se niegue a reconocerlo, las cotorras han ganado la guerra. Desde aquí invitamos a rezar una oración por aquellas que han muerto abatidas por los mercenarios francotiradores contratados, y trasladamos nuestra solidaridad con aquellas otras que han perdido su hogar porque les han tirado el nido. En el primer caso, las bajas de guerra serán rápidamente sustituidas por nuevos polluelos que nacerán en esta espléndida primavera; y en el segundo caso, los nidos derribados ya los han levantado las cotorras en otros lugares. Por eso, cuando oigas cantar a las cotorras y veas su precioso plumaje verde revoloteando por los jardines, piensa en cuán inútiles son los humanos (sobre todo los que se dedican a la política) y cómo un simple pájaro es más listo (y más guapo) que todos nosotros.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

miércoles, 24 de abril de 2024

Florentino es el que manda en la Comunidad de Madrid

(AZprensa) Tanto meterse la oposición con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y no se han dado cuenta de que quien manda de verdad en esta Comunidad es el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Tanto es así, que basta una simple llamada telefónica suya para que inmediatamente se pongan todos a sus órdenes, tal ha sido el caso de lo que se ha bautizado como la “Ley Mbappé” que se está tramitando.
 
Esta Ley eliminará el IRPF autonómico para los extranjeros que se instalen en la capital de España y lleven a cabo inversiones, y parece hecha a medida del jugador francés Mbappé que sigue negociando con el Real Madrid sus emolumentos y como el club blanco no puede llegar a pagarle tanto como ganaba en Francia, opta por la vía de ahorro en impuestos para convencerlo.
 
El sueldo que se baraja para este jugador estaría en torno a los 60 millones de euros brutos al año y, con esta Ley, sólo pagará un 2% más de IRPF de lo que pagan por este mismo concepto los trabajadores que ganan entre 12.000 y 18.000 euros brutos al año.
 
Pero es que si echamos la vista atrás, encontramos que en el año 2005 se aprobó otra Ley, llamada “Ley Beckham” (¡vaya, curiosamente otro jugador que había fichado por el Real Madrid!) que consistía en un régimen fiscal que permite a los extranjeros que se trasladan a España a trabajar pagar una cuota fija de IRPF del 24% independientemente de los ingresos.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.