sábado, 27 de abril de 2024

Historia de un manuscrito de 1.794

(AZprensa) Un manuscrito del año 1.794 está ahora al alcance de todo aquél que quiera revisarlo y comprobar cómo se divulgaba la literatura cuando no existían los medios de divulgación masiva. En este artículo cuento la historia de cómo llegó a mi manos este manuscrito (que cuenta una historia de amor ambientada en la Grecia clásica) y cómo decidí ponerlo a disposición de todos los lectores interesados en el mismo o simplemente lectores curiosos de revisar una obra de estas características.
 
Hace ya muchos años, revisando la biblioteca heredada de mis antepasados, llamó mi atención entre los numerosos libros un pequeño cuaderno, ajado por el tiempo, sin ninguna indicación en su exterior. Lo abrí con cuidado, pues se veía tenía muchos años, y comprobé se trataba de un antiguo manuscrito.
 
Sus hojas eran de un papel apergaminado, ya amarillento por el transcurso del tiempo, y estaba cosido a mano por el lomo. Se veía que estaba escrito a mano y parecía haberlo sido mediante pluma antigua de ave, de esas que se metían en el tintero y no eran capaces de dar la misma intensidad a todas las letras pues la misma se iba clareando según avanzaba. Sin embargo, todo hay que decirlo, la caligrafía era excelente y cuidada al máximo, de tal forma que se entendía cuanto allí estaba escrito. La tinta, quién sabe si por el paso del tiempo o porque realmente era así, tenía un color sepia, en un tono oscuro que afortunadamente le hacía contrastar sobre el papel y no impedía la lectura.
 
Me fui entonces a la primera hoja, nada más abrir la solapa. Pude comprobar para sorpresa mía que, según se indicaba, había sido escrito por un tal Wenceslao de Argumosa en el año 1.794. Tenía entre mis manos una auténtica antigüedad, así que me dispuse a leerla con detenimiento para comprobar de qué iba aquello.
 
Se trataba de unos versos que traducían, al castellano de aquella época, otros versos más antiguos, los cuales relataban una historia de amor, de honor, de lucha, de amistad... en la Grecia clásica, y citaba personajes que –como pude comprobar después- habían existido, o al menos así se reflejaba en los libros de Historia.
 
Como despedida de la obra, Wenceslao de Argumosa pedía disculpas de esta forma (y cito textualmente): “...por lo atrevido de esta empresa, pues dudo que en su género pueda haverla mas atrevida...”. Decía, igualmente, que había hecho esa traducción de los antiguos textos “de modo que pueda cantarse”, y finalizaba diciendo: “Desearía que mi empeño pusiera a otros en el de mejorarme. Acaso no hai entre las vivas otra lengua fuera de la nuestra que admita la satisfacción de dar su carta de naturaleza al poeta del alma”.
 
Suficientemente intrigado con aquél descubrimiento y las palabras de su autor que tantos años después me llegaban, me dispuse a leerlo. Descubrí una historia llena de emoción, de sensibilidad, de acontecimientos sorprendentes, de acción, de aventura, de nobles sentimientos... la verdad es que disfruté muchísimo con su lectura y me dije –todavía era un joven muchacho en aquella época- que quizás algún día le tomase la palabra a tal autor y me atreviese a seguir su empresa y si no a mejorarle, al menos a dar continuidad o quién sabe qué posterior utilidad a su obra para que esta no se perdiese allí, ignorada en mi modesta librería, ajena a los ojos de otros lectores que hubieran disfrutado –igual que yo lo hice aquella tarde- con su lectura.
 
Y pasaron los años, muchos años; tantos que me llegó la hora de la jubilación. Pero el viejo manuscrito seguía todavía junto a mi lado, descansando el sueño de sus palabras dormidas en un rincón de mi librería, esperando, quién sabe cuándo, cómo ni por qué, una chispa de emoción, un impulso repentino que le devolviese la vida y le hiciese esparcir con el viento su secreto olvidado.
 
Sentí el deseo de leer de nuevo aquella historia y disfruté como el primer día. Pero ¿quién va a querer leer una historia a través de tales versos, en un castellano que hace mucho dejó de utilizarse y que hoy nos parece plagado de faltas de ortografía? Y sin embargo la historia que contaban esos versos tenía el interés y el empaque suficiente como para afrontar nuevas empresas. Fue así como decidí contar dicha historia a mi manera, como si de una novela de amor y de aventuras se tratara. El resultado final ha sido la novela, “La Olimpiada” (Vicente Fisac. Amazon). Cumplo así una deuda con Wenceslao de Argumosa para rescatar del olvido aquél trabajo primero y traer a la memoria en forma de novela una historia de amor, aventura, amistad y honor que –ambientada en la Grecia clásica- nos hará pasar unos momentos de lectura inolvidable.

Y para aquél que quiera revisar el manuscrito original, lo he escaneado y volcado en una página de Internet de acceso libre, según puedes comprobar en este enlace: https://wenceslaodeargumosa.blogspot.com/
 
Pero ¿quién era Wenceslao de Argumosa?
 
Según cuenta el historiador Alberto Gil Novales en la web de las biografías (http://www.mcnbiografias.com), Wenceslao de Argumosa y Bourke era un abogado español que nació en Guadalajara el 27 de septiembre de 1761 y murió en 1831.
 
Al quedar huérfano cuando apenas contaba 15 años, el arzobispo de Toledo, Lorenzana, se ocupó de ayudarle para que terminara sus estudios de filosofía en Madrid y de jurisprudencia en Toledo.
 
En 1971 viajó a Italia y después regresó a Madrid en donde ejerció la abogacía y fue agente fiscal en el Consejo Real. Fue propuesto como diputado a la Junta de Bayona, cargo que no aceptó, marchándose a Francia en donde vivió seis años y medio. Al regresar recibió la condecoración “ob auxilium pro Rege et patria” y fue caballero y secretario del Rey Carlos III. Fue también procurador síndico de Madrid y académico de San Fernando.
 
Como persona culta e interesada por la historia, escribió diversas obras, tales como “Relación de los ejercicios literarios, grados y méritos” (1792), “Los cinco días célebres de Madrid” (1820), y “Memorial del pleito entre el Infante de España D. Carlos María Isidro de Borbón y D. Juan VI, Rey de Portugal (1821)”, pero permanecía oculta hasta hoy una de sus obras manuscritas “La Olimpiada” (1794) en cuya despedida decía “Desearía que mi empeño pusiera a otros en el de mejorarme”. Pues bien, no ha sido mi deseo el de mejorarlo, sino el de dar a la luz pública aquél trabajo y así, la historia que contaba en aquellos versos, la he transformado en una novela, “La Olimpiada”, una historia –inspirada en hechos reales- que nos habla de amor, aventura, amistad y honor en la Grecia clásica, en una época donde un apretón de manos tenía más valor que cualquier contrato.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

viernes, 26 de abril de 2024

No es ciencia ficción, es Enfermería

(AZprensa) Cada vez son más los profesionales de Enfermería que se van a trabajar a otros países, y uno de los más atractivos es Noruega que ya supera en interés al Reino Unido.
 
Ya sé que todos dicen (incluso los que se van y son felices allí) que se gana más dinero pero la vida es más cara. Por eso no me centraré en los sueldos que pueden oscilar entre 3.500 y 4.700 euros al mes; ni en la facilidad para encontrar trabajo (sobre todo en el norte en donde hay más demanda y además la luz es casi regalada); ni en los cursos de idiomas y adaptación al país que dan a los recién llegados; ni a las facilidades de alojamiento sobre todo al principio o a los que aún no tienen contrato indefinido; ni a que se trabajen 37,5 horas semanales a razón de 22 euros la hora (y los festivos más); ni…
 
No, no me voy a centrar en eso, sino en el aspecto profesional tal como lo destacan algunos profesionales de Enfermería que ya están trabajando en aquel país:
 
“La ratio habitual es de 2 a 3 pacientes por enfermera o como mucho 4 ó 5 pero no graves”. Paula Santana.
 
“Los médicos nos escuchan y nos consideran una parte esencial porque somos quienes más tiempo pasamos con los pacientes en el día a día”. Charles Sánchez.
 
“El enfoque de cuidado al paciente como persona es absolutamente un cuidado integral, tener tiempo para tomarte un café con él, saber cómo se siente, qué le gusta, qué piensa… Todo esto ayuda mucho a la recuperación”. Aroa Couto.
 
No hablamos de salarios, ni de estabilidad laboral, sino de amor a la profesión que se ha estudiado. Porque si de verdad te gusta tu profesión, en Noruega te sentirás profesionalmente realizado, con medios, con formación y, sobre todo, con reconocimiento.
 
Fuente.- L. Belenguer (20 minutos).
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

jueves, 25 de abril de 2024

No le deis más vueltas

(AZprensa) El presidente Pedro Sánchez está convirtiendo España en una República bananera y aspira a convertirla en una dictadura personal en donde el poder político y el de los jueces dependan sólo de él.
 
Alguna vez un Presidente ha dimitido en algún país, pero nunca ha dicho a la nación “me voy a tomar unos días para ver si dimito o no”. En España, Adolfo Suárez dimitió, pero no dijo “me lo estoy pensando”, y claro que lo debió estar pensando varios días, pero no lo pregonó a los cuatro vientos para hacerse la víctima.
 
En consecuencia, no te esfuerces en pensar qué dirá el lunes, porque ya te lo digo yo aquí:
 
1.- No va a dimitir. Va a seguir aferrado a su puesto.

2.- Estos 5 días de “asuntos propios” que se ha tomado, no son para pensar sino para destruir facturas y borrar archivos de móviles y ordenadores.

3.- Va a salir reforzado con su imagen de “víctima” de una conspiración.

4.- Su mujer y él mismo son inocentes, sin necesidad de que se celebre ningún juicio, que no se celebrará. (Yo sí celebraría que se celebrase tanto en este caso como en todos los demás en donde haya pruebas o indicios de políticos corruptos).

5.- La derecha y la ultraderecha (¿por qué no oímos nunca hablar de “ultraizquierda”, porque si a Vox le llaman ultraderecha, también a Sumar, Podemos, Bildu, etc. les deberían llamar ultraizquierda?) son culpables sin necesidad de que se celebre ningún juicio.

6.- Cuanto más tiempo esté en el poder (concediendo a sus apoyos parlamentarios todo lo que le pidan a cambio, sin importarle si eso es bueno para España), más controlados tendrá a los jueces y, controlados estos, su permanencia en el poder será eterna.
 
Así que ya lo sabéis, dejaros de tantas elucubraciones porque a este no lo despegan del poder ni con lejía.

PD.- ¡Qué suerte tengo de ser viejo y de que me queden –estadísticamente- pocos años de vida; porque los que sois jóvenes tenéis un futuro muy negro.


Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

Las cotorras han ganado la guerra

(AZprensa) La guerra declarada por el Ayuntamiento de Madrid a las cotorras argentinas que habían invadido la ciudad y sus alrededores ha terminado… con la rendición del Ayuntamiento. Las cotorras han ganado la guerra. Cierto es que su ejército ha sufrido bajas aunque no sabemos a ciencia cierta cuántas. Dice el Ayuntamiento que su población se ha reducido de 13.000 a 10.000 ejemplares, pero no saben explicar cuántas han muerto a causa de los disparos realizados por los mercenarios contratados por el Ayuntamiento ni por cualquier otra causa; sólo presumen de haber tirado unos cuantos nidos que había cerca de las viviendas, lo cual sólo tiene el efecto real de que hacer que las cotorras se vayan a otro árbol a construirlo de nuevo; tampoco dicen a cuántos machos han esterilizado ni cuántos huevos han esterilizado; pretenden –por tanto- que nos creamos que han ganado ellos y que las 10.000 cotorras (según dicen ellos) que quedan, ya no representan ningún problema. Pero… prepárate a reírte…
 
El Ayuntamiento ha reconocido que ya no pagará mercenarios para acabar con ellas, en su lugar tomará estas medidas:
 
1.- “Programas de educación ambiental: promover la conciencia sobre el impacto de las especies invasoras en el ecosistema urbano y fomentar prácticas responsables por parte de la comunidad”.
En otras palabras: Gastar dinero para impartir cursos de urbanidad y buenas costumbres, aunque no sabemos si estos cursos irán dirigidos a las cotorras o a los ciudadanos para que se acostumbren a convivir con ellas.
 
2.- “Control de natalidad: implementar técnicas de esterilización de huevos o captura de ejemplares reproductores para reducir la tasa de reproducción de las cotorras”.
En otras palabras: Gastarse dinero en trepar a los árboles para esterilizar huevos y capturar los machos más sementales (no dicen cómo distinguirlos a esos de los otros machos más normalitos) para esterilizarlos. No dicen tampoco cuánto cuesta cada una de esas intervenciones quirúrgicas de esterilización de los supermachos ni si eso aumentará las listas de espera… en los centros veterinarios.
 
3.- “Fomento de hábitats alternativos: crear espacios adecuados para las cotorras en áreas designadas, como parques urbanos, para disminuir su presencia en zonas residenciales”.
En otras palabras: Gastar dinero en crear nuevos parques y/o reservar áreas de la ciudad con mucho arbolado para que las cotorras se vayan a vivir allí, aunque no explican cómo se lo van a decir a las cotorras ni cómo las van a convencer para que se muden de barrio (¿les harán alguna oferta de rebaja del IBI, les diseñarán un Plan Vivienda cotorril? Y tampoco dicen qué van a hacer si las cotorras pasan del Ayuntamiento y siguen campando a sus anchas por donde les apetezca.
 
4.- “Monitoreo continuo: realizar seguimientos periódicos de la población de cotorras y evaluar la efectividad de las medidas de control implementadas”.
En otras palabras: Gastar dinero en empleados para que hagan recuento constante de su población y comprueben si las medidas del Ayuntamiento sirven para algo o si las cotorras siguen volando a su libre albedrío.
 
5.- “Colaboración con expertos: trabajar en conjunto con biólogos, ornitólogos y otras instituciones especializadas para desarrollar estrategias más efectivas y éticas de gestión de las cotorras”.
En otras palabras: Gastar más dinero en reuniones y “expertos” contratados para seguir inventando paridas que no sirven para nada, pero dan la impresión de que están haciendo mucho.
 
En resumen: Aunque el Ayuntamiento se niegue a reconocerlo, las cotorras han ganado la guerra. Desde aquí invitamos a rezar una oración por aquellas que han muerto abatidas por los mercenarios francotiradores contratados, y trasladamos nuestra solidaridad con aquellas otras que han perdido su hogar porque les han tirado el nido. En el primer caso, las bajas de guerra serán rápidamente sustituidas por nuevos polluelos que nacerán en esta espléndida primavera; y en el segundo caso, los nidos derribados ya los han levantado las cotorras en otros lugares. Por eso, cuando oigas cantar a las cotorras y veas su precioso plumaje verde revoloteando por los jardines, piensa en cuán inútiles son los humanos (sobre todo los que se dedican a la política) y cómo un simple pájaro es más listo (y más guapo) que todos nosotros.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

miércoles, 24 de abril de 2024

Florentino es el que manda en la Comunidad de Madrid

(AZprensa) Tanto meterse la oposición con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y no se han dado cuenta de que quien manda de verdad en esta Comunidad es el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Tanto es así, que basta una simple llamada telefónica suya para que inmediatamente se pongan todos a sus órdenes, tal ha sido el caso de lo que se ha bautizado como la “Ley Mbappé” que se está tramitando.
 
Esta Ley eliminará el IRPF autonómico para los extranjeros que se instalen en la capital de España y lleven a cabo inversiones, y parece hecha a medida del jugador francés Mbappé que sigue negociando con el Real Madrid sus emolumentos y como el club blanco no puede llegar a pagarle tanto como ganaba en Francia, opta por la vía de ahorro en impuestos para convencerlo.
 
El sueldo que se baraja para este jugador estaría en torno a los 60 millones de euros brutos al año y, con esta Ley, sólo pagará un 2% más de IRPF de lo que pagan por este mismo concepto los trabajadores que ganan entre 12.000 y 18.000 euros brutos al año.
 
Pero es que si echamos la vista atrás, encontramos que en el año 2005 se aprobó otra Ley, llamada “Ley Beckham” (¡vaya, curiosamente otro jugador que había fichado por el Real Madrid!) que consistía en un régimen fiscal que permite a los extranjeros que se trasladan a España a trabajar pagar una cuota fija de IRPF del 24% independientemente de los ingresos.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

La primavera, el ánimo altera

(AZprensa) La astenia primaveral, un fenómeno caracterizado por la fatiga, falta de energía y cambios de humor, afecta a un número considerable de personas durante esta época del año. Aunque no se clasifica como un trastorno médico en sí mismo, sus síntomas pueden impactar significativamente en el bienestar y la calidad de vida de quienes lo experimentan.
 
¿Qué factores alteran el estado de ánimo?
 
Desregulación emocional: El cambio estacional puede afectar directamente a las emociones, apareciendo sentimientos como la melancolía o la irritabilidad, que contribuyen a la fatiga y al malestar anímico. Este fenómeno es especialmente notable en mujeres, debido a que el ciclo menstrual puede verse también alterado.
 
Expectativas sociales: Después de los meses de invierno, la llegada de la primavera puede generar expectativas de mayor actividad social, lo que conlleva a que se creen situaciones de estrés y presión. Este agobio se puede exacerbar sobre todo en estudiantes que se encuentren preparándose para exámenes importantes o para aquellos individuos con preocupaciones financieras.
 
Cambios estacionales: La transición de climas oscuros y fríos a temperaturas más cálidas puede alterar los ritmos circadianos y afectar el estado de ánimo y la energía. Esta desregulación puede conducir a una peor calidad del sueño y una mayor fatiga.

Pautas para paliar estos síntomas
 
Autocuidado: Dedicar tiempo a actividades que promuevan el bienestar físico y emocional es fundamental. Es importante identificar aquello que “nos hace bien” y dedicarle mayor tiempo.
 
Rutinas consistentes: Establecer horarios regulares de sueño, mantener una alimentación saludable y practicar ejercicio regular puede contribuir a estabilizar los ritmos circadianos y reducir la fatiga.
 
Atención plena: Practicar técnicas de relajación como la meditación puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
 
Apoyo social: Conectar con amigos, familiares o grupos de apoyo puede proporcionar un sistema de soporte emocional durante momentos de fatiga y malestar.
 
Y con respecto a este último punto, se debe aclarar que la frase “conectar con amigos, familiares o grupos de apoyo” no se refiere a mandar un WhatsApp o chatear un rato; se refiere a mantener contacto personal con otras personas, mirarlas a los ojos, escucharlas, interesarnos por ellas, sentirlas cerca y tocarlas para comprender que todas esas personas y también nosotros mismos somos personas reales y no unos simples algoritmos manejados en las redes sociales por la Inteligencia Artificial.
 
Fuente.- Clínica Salud en Mente.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

martes, 23 de abril de 2024

¿Qué son los universos paralelos?

(AZprensa) Ahora está muy de moda hablar de “universos paralelos”, sobre todo en las películas de ciencia ficción; pero ¿hay fundamentos científicos para dar cierta credibilidad a la posibilidad de que existan miles de universos paralelos? Y sobre todo ¿cómo podemos explicar y entender, sin demasiados tecnicismos, qué significa eso del “multiverso”, de los “universos paralelos”? En este artículo intentaremos explicarlo de una forma sencilla que todos podamos entender…
 
Para comprender de una forma clara y sencilla qué significa eso de los “universos paralelos” voy a echar mano de la novela “Rescate en el tiempo”, de Michael Crichton, en donde explica con bastante claridad este concepto a pesar de su evidente complejidad.
 
Lo primero es una aproximación al concepto de energía. “Hace cien años”, dice, “los físicos llegaron a la conclusión de que la energía, del mismo modo que la luz, el magnetismo o la electricidad, adoptaba la forma de ondas en continuo movimiento. Todavía hoy hablamos de ‘ondas de radio’ y ‘ondas lumínicas’. El descubrimiento de que todas las formas de energía tenían en común ese carácter ondulatorio fue uno de los grandes avances de la física del siglo XIX. Pero existía un pequeño problema...”
 
En efecto, al realizar una serie de experimentos se veía que la energía no era una onda continua y que parecía estar compuesta por una serie de unidades que se denominaron “cuantos”, dando así origen a lo que se ha dado en llamar “física cuántica”.
 
Una vez demostrado que la luz estaba compuesta de partículas, se podía pensar que todo lo demás (incluso la energía) también lo estaba.
 
Los átomos se componen de partículas pesadas en el núcleo y de electrones ligeros que se mueven a gran velocidad alrededor de este. Sin embargo, estudiando estas partículas se observó que tenían  comportamientos  un  tanto  extraños.  Por ejemplo, no es posible saber dónde están, no es posible medirlas con exactitud y no es posible predecir qué harán. Unas veces se comportan como partículas y otras como ondas. A veces dos partículas interactúan pese a hallarse a un millón de kilómetros de distancia una de otra y no existir relación alguna entre ellas. Y así sucesivamente.
 
“Ahora bien, con la teoría cuántica se dan dos circunstancias. En primer lugar se ve confirmada una y otra vez. Es la teoría más comprobada de la historia de la ciencia. Los escáneres de supermercado, el láser y los chips de ordenador, se basan sin excepción en la mecánica cuántica. Por lo tanto no existe la menor duda de que la teoría cuántica es la descripción matemática correcta del universo.”
 
“Pero he ahí el problema: se trata sólo de una descripción matemática. Se reduce a un conjunto de ecuaciones. Y los físicos no podían visualizar el mundo que se insinuaba en esas ecuaciones: era demasiado irregular, demasiado contradictorio. A Einstein, por ejemplo, no le gustaba. Lo interpretaba como un error de la teoría. Sin embargo, la teoría continuaba constatándose... incluso científicos galardonados con el Premio Nobel por sus aportaciones a la teoría cuántica tuvieron que admitir que no la entendían”.
 
“Durante la mayor parte del siglo XX hemos dispuesto de una teoría del universo que todos usamos, y todos coincidimos en que es correcta; pero nadie es capaz de explicar qué nos dice esa teoría acerca del mundo”.
 
Sin embargo en el año 1957 hubo un físico, Hugh Everett, que propuso una nueva y audaz teoría. “Everett sostenía que nuestro universo, el universo que vemos, el universo compuesto de rocas y árboles y seres humanos, y galaxias en el espacio exterior, era sólo uno entre un número infinito de universos coexistentes. Cada uno de esos universos se dividía continuamente, de modo que había un universo en el que Hitler perdía la guerra y otro en el que la ganaba; un universo en el que Kennedy moría y otro en el que seguía con vida. Y también un mundo en donde uno se lavaba los dientes por la mañana y otro donde no lo hacía. Y así indefinidamente. Una cantidad infinita de mundos”.
 
Se llegaba así a la conclusión de que “existían realmente universos múltiples. Y discurrían paralelos al nuestro”, algo que ha dado en llamarse “multiverso”.
 
Es interesante la explicación práctica que se da de esto. Trataremos de extraer los párrafos más significativos:
 
”Es un experimento muy sencillo... Colocamos dos paredes, una frente a otra. La primera pared tiene una hendidura vertical... Ahora proyectamos un haz de luz sobre la hendidura. En la pared de detrás verán una línea blanca, resultante de la luz que pasa por la hendidura...”
 
“Ahora tenemos una pared con dos hendiduras verticales en lugar de una. Proyectamos un haz de luz sobre ellas, y en la pared de detrás verán no dos líneas verticales, sino una serie de franjas alternas de luz y sombra”.
 
“Y si se proyecta el haz de luz sobre cuatro hendiduras, aparecen la mitad de franjas que antes. Porque una de cada dos franjas se oscurece. ¿Más hendiduras producen menos franjas? ¿Por qué? La explicación habitual es que la luz, al pasar por las hendiduras, actúa como dos ondas que se superponen. En algunas zonas se suman la una a la otra, y en otras zonas se anulan mutuamente. En este caso decimos que las ondas se interfieren entre sí, y al resultado lo llamamos ‘figura de interferencia’. El problema es que acabo de ofrecer una explicación del siglo XIX. Era totalmente admisible cuando se creía que la luz era una onda. Pero desde Einstein sabemos que la luz se compone de unas partículas llamadas fotones. ¿Cómo se explica que unos cuantos fotones generen una figura como esta?”
 
Podría pensarse que “en determinadas situaciones, las partículas poseen propiedades ondulatorias. Las partículas pueden crear interferencias entre sí. En este caso los fotones del haz de luz se interfieren unos a otros y producen la misma figura”.
 
“Esa parece la respuesta lógica. Al fin y al cabo, un haz de luz consta de millones y millones de pequeños fotones. No es difícil imaginar que interactúen entre sí de algún modo y creen la figura de interferencia. Pero ¿es así realmente? ¿Es eso lo que ocurre? Una manera de averiguarlo consiste en eliminar cualquier clase de interacción entre los fotones. Eso se ha llevado a cabo experimentalmente”.
 
“Se proyecta un haz de luz tan débil que emite sólo un fotón cada vez. Y detrás de las hendiduras se colocan detectores muy sensibles, tan sensibles que son capaces de captar la incidencia de un único fotón.... no puede haber interferencia alguna de otros fotones, porque trabajamos con un solo fotón. Los fotones, pues, pasan uno a uno. Los detectores registran el punto al que llega cada fotón.”
 
De esta forma, transcurridas unas horas, se obtienen una serie de líneas formadas por la acumulación en determinadas zonas de los fotones que han ido pasando uno a uno. Es como si con la punta de un bolígrafo hubiésemos ido marcando puntitos en una zona hasta conseguir el efecto de una línea.
 
“Lo que vemos es que los fotones independientes inciden sólo en ciertas zonas y nunca en otras. Se comportan exactamente igual que un haz de luz corriente. Pero ahora son emitidos uno a uno. Ningún otro fotón interfiere su trayectoria. No obstante, algo interfiere, ya que producen la habitual figura de interferencia. ¿Qué interfiere, pues, el movimiento de un único fotón? Tienen que ser otros fotones, pero ¿dónde están? Disponemos de detectores, y no detectamos ningún otro fotón. ¿Dónde están pues los fotones que causan la interferencia?”
 
“La interferencia en ese fotón aislado demuestra que la realidad no se reduce a lo que vemos en nuestro universo. Por lo tanto, los fotones que la generan deben estar en otros universos. Y eso, a su vez, demuestra la existencia de los otros universos”.
 
“En eso consiste el multiverso. Los universos se dividen continuamente, lo cual implica que muchos otros universos son muy similares al nuestro. Y son los universos similares los que interactúan. Cada vez que emitimos un haz de luz en nuestro universo, simultáneamente se emiten haces de luz en muchos universos similares, y los fotones de esos otros universos interfieren con los fotones de nuestro universo y producen la figura que vemos”.
 
En esa constante división del universo, de que hablábamos, cada fracción de segundo de nuestras vidas ofrece diversas alternativas. Pongamos un ejemplo. Estamos sentados leyendo y queremos dejar la sesión de lectura, levantarnos, apagar la luz y salir de la habitación. El hecho de pensar en la intención de dejar la lectura ya nos ofrece varias posibilidades: Dejarla de inmediato, acabar la línea, acabar el párrafo, acabar la página... o no hacer caso y seguir leyendo hasta que... cojamos las primeras opciones de dejar la lectura y apagar la luz. Podemos extender el brazo y apagar la luz deprisa, despacio, regular.... y podemos hacerlo en el instante en que decidimos dejar ahí la lectura, o un poco después al acabar la línea, o después al acabar el párrafo, o más tarde al acabar la página...
 
Cada una de esas situaciones genera una realidad diferente que se va expandiendo en su propio universo que a la vez se va subdividiendo en un número infinito de posibilidades. Hablando como se decía, de las alternativas más próximas, veremos que si se hubiesen producido todas de forma visible para nosotros, hubiera sido como ese destellar de los flashes cuando los fotógrafos asedian a un famoso. Hubiéramos visto, en este caso, cómo la luz se apagaba infinidad de veces en distintas fracciones de segundo, de minutos, etc.
 
Los que no hubieran interferido aquí, hubieran sido esos otros universos en los que nosotros no hubiéramos llegado a coger siquiera el libro para leer y por lo tanto no hubiésemos estado en ese momento, en esa habitación, en esa disposición, y con esa intención.
 
Tras el concepto de “multiverso”, de infinitos universos que se van subdividiendo  y  expandiendo,  viene ahora otro concepto aún más complicado. Es el que atañe al propio concepto de “tiempo”.
 
“El hecho de que pensemos que el tiempo pasa no es más que un accidente de nuestro sistema nervioso, del modo en que percibimos las cosas. En realidad, el tiempo no pasa; pasamos nosotros. El tiempo en sí es invariable. Simplemente está. Por lo tanto, el pasado y el futuro no son lugares distintos”.
 
Pero esto ya da para otro artículo, precisamente el que he escrito y publicado ayer en este mismo "Diario AZprensa".
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
Fuente: "No son coincidencias", VIcente Fisac. Amazon.

lunes, 22 de abril de 2024

Pseudoterapias: Respiración consciente

(AZprensa) La Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (RedETS) ha incluido la respiración consciente en la lista de pseudoterapias, es decir, esas terapias que no aportan ningún beneficio –más allá del efecto placebo- y en cambio sacan un buen dinero a los que se dejan embaucar por esos falsos beneficios no demostrados científicamente.
 
La respiración consciente, consiste en estar presente de forma plena en el momento en que se realiza la respiración y sentir los efectos de esta sobre el cuerpo. Sus pretendidos beneficios hay que interpretarlos «con cautela». No hay garantía de que sus resultados sobre eficacia sean extrapolables a la práctica clínica.
 
Fuente: Informe realizado por la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema nacional de Salud (RedETS).
 
Puedes consultar la lista completa de pseudoterapias en este enlace: https://azpressnews.blogspot.com/2024/04/ochenta-terapias-que-no-sirven-para-nada.html
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

Los Cuidados Paliativos tienen que ser de enseñanza obligatoria

(AZprensa) Se ha presentado en el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) el documento, denominado ‘Declaración de Abril: Por la enseñanza de la Medicina Paliativa en la Universidad’ con el objetivo de conseguir que todos los alumnos de la titulación reciben conocimientos teóricos y prácticos sobre cuidados paliativos impartidos por profesores clínicos experimentados y capacitados en este campo, incluyendo rotaciones obligatorias por unidades o equipos específicos.
 
La ‘Declaración de Abril’, surge a propuesta de la Sociedad Española de Medicina Paliativa (SEMPAL) —constituida en el seno de SECPAL— y del Comité Científico de Cuidados del ICOMEM, parte de la constatación de que, sea cual sea la especialidad en la que ejerzan, los futuros profesionales de la Medicina se encontrarán en su práctica diaria con pacientes que requerirán una respuesta asistencial adecuada y de calidad ante un proceso de enfermedad avanzada o de final de vida. Respuesta que debe proporcionarse atendiendo a la dimensión global de los enfermos como seres humanos complejos que precisan un abordaje integral que atienda sus necesidades en todas las esferas de la persona.
 
En este sentido, los decanos toman en consideración el Posicionamiento sobre la Asistencia Sanitaria al Final de la Vida emitido por el CEEM en marzo de 2023, la Resolución del Consejo de Europa sobre la provisión de Cuidados Paliativos (2018) y la propia Estrategia en Cuidados Paliativos en el Sistema Nacional de Salud, que establecen la necesidad de incluir formación específica sobre atención paliativa en los programas docentes de los grados de las Ciencias de la Salud.
 
En la actualidad, solo 23 de las 50 facultades de Medicina que existen en España imparten una asignatura obligatoria sobre cuidados paliativos, y cinco más la ofertan como optativa, según recordó Teresa Serrano, secretaria del CEEM: “Recibir formación sobre cómo tratar con el paciente y la familia o comunicar malas noticias es algo fundamental que se puede extrapolar a cualquier ámbito de ejercicio de la Medicina. Sabemos también que el estudiantado que ha pasado por unidades o equipos de Cuidados Paliativos tiene una concepción más holística y humana del paciente, por lo que creemos que esta formación debe ser obligatoria, incluyendo un rotatorio clínico también obligatorio”.
 
“La pandemia ha puesto la importancia de los cuidados en la palestra de una forma histórica, sin precedentes, recordándonos que, como médicos, nuestra misión es curar cuando podemos, pero cuidar siempre. Esta mirada debe estar presente en el alumno desde el primer curso, porque el médico moderno debe tener los cuidados muy integrados desde la facultad”, recalcó la vicepresidenta del ICOMEM, quien añadió que este “cambio de paradigma” requiere en esta titulación “una asignatura potente y una presencia transversal de la Medicina, que son los cuidados paliativos”.
 
Por todo ello, y con el propósito de lograr que el espíritu de la ‘Declaración de Abril’ se extienda al resto de las facultades de Medicina del país, este documento respaldado por los decanos de Madrid se trasladará a la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas (CNDFME), a quienes se propondrá incluir una ponencia en la próxima asamblea de la organización con el objetivo de establecer un compromiso similar en todas las facultades de España.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

domingo, 21 de abril de 2024

Pseudoterapias: Taichí

(AZprensa) De todas las pseudoterapias analizadas por la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (RedETS) sólo se salva el taichí y lo hace con reparos:
 
El taichí, aunque está considerado como pseudoterapia, el Ministerio de Sanidad sí que reconoce sus ventajas, aunque aclara que «el beneficio va ligado a la realización de una actividad física». «Desde el punto de vista fisiológico, sería un tipo de ejercicio con el que se pueden trabajar todos los músculos del cuerpo, potenciando fuerza, flexibilidad y equilibrio con menos problemas de sobrecarga muscular y riesgo de lesiones asociados a otras disciplinas deportivas». Esta práctica, como actividad física realizada en diversas patologías, sobre todo las del área osteomuscular, resulta «beneficiosa» respecto al bienestar percibido y a diversas funciones como la reducción del dolor.
 
Fuente: Informe realizado por la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (RedETS).
 
Lista completa de las 80 pseudoterapias que no aportan ningún beneficio sobre la salud, más allá del efecto placebo, y –eso sí- suponen un buen desembolso de dinero para el bolsillo de los crédulos, la puedes consultar en este enlace: https://azpressnews.blogspot.com/2024/04/ochenta-terapias-que-no-sirven-para-nada.html
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

El tiempo no existe

(AZprensa) ¿Existe el tiempo? Alguna vez habréis escuchado eso de que “no existe el tiempo” e inmediatamente habréis rechazado esa idea porque nuestro cerebro no es capaz de comprenderlo. Hay conceptos como “infinito”, “eternidad”, o “inexistencia del tiempo” que escapan de nuestra capacidad de entendimiento. Sin embargo he encontrado una forma clara y sencilla para que podamos comprender eso tan extraño de que “el tiempo no existe”, y por eso quiero compartirlo…
 
En las páginas de pasatiempos es frecuente encontrar crucigramas, sopas de letras, y un sin fin más de juegos. Entre ellos se encuentra también el “laberinto”. Ese juego en el que se nos muestra un comienzo y un final unidos por muchas líneas que se retuercen y entrecruzan pero que sólo una es capaz de unir ambos extremos. Tenemos que seguir con el lápiz o ir marcando diversos puntos, para tratar de encontrar cuál es ese camino. Es, también, como esos laberintos vegetales que hay en algunos parques, en donde entramos por un extremo y constantemente nos topamos con calles sin salida, hasta que después de un cierto tiempo somos capaces de encontrar una salida. Vistos desde el aire, se asemejan a una extensión de líneas verdes cuadriculadas y envolventes en las que se aprecia un punto central y varias salidas, aunque no es posible encontrar cual es el camino correcto capaz de unir cualquiera de las salidas con el centro.
 
Pero, ¿a cuento de qué viene esto? Pues sencillamente porque las imágenes visuales son muy útiles para comprender las cosas, y en el caso que ahora nos ocupa he pensado que esta imagen visual puede ser útil para comprender uno de los mayores misterios: la inexistencia del tiempo.
 
Tratemos, pues, de comprender cómo es eso de que “el tiempo no existe”. Todo está existiendo a la vez y es simplemente nuestra consciencia la que utiliza la noción de “tiempo” para encontrar quizás un sentido a las cosas o para tratar de comprenderlas. Sin embargo me gustaría centrarme en esta analogía.
 
Nuestra vida (y cuando digo nuestra vida me refiero a nuestra vida en su total plenitud; es decir, a “nuestras vidas”) es un laberinto que está ahí, completo, siempre. Tal y como lo vemos si miramos desde arriba cualquier laberinto. Podemos ver ese centro y esas diferentes puertas en el exterior. Podemos ver todos esos intricados caminos que se retuercen y entrelazan. Pero miremos cuando miremos (hoy, mañana, pasado mañana, dentro de cinco minutos…), siempre están en el mismo sitio, siempre están ahí todos esos caminos.
 
Ahora fijamos nuestra atención y elegimos una línea desde el centro y la seguimos para tratar de llegar al exterior. Avanzamos un poco en dirección norte, luego otro poco en dirección este, luego retrocedemos un poco, luego a la derecha, luego... nos encontramos en un callejón sin salida. Hemos fracasado.
 
Vamos a intentarlo otra vez. Elegimos otra línea que sale también en dirección norte, pero tras avanzar un poco, esta vez giramos en dirección oeste, luego otro poco a la derecha, luego hacia atrás, luego un poco más. Esta vez parece que tenemos más suerte y vamos dando bandazos pero siguiendo siempre adelante. Al final, alcanzamos una salida al exterior. Ha sido un viaje largo y complicado, pero hemos llegado al final.
 
Probemos una vez más. Elegimos una nueva línea desde el centro, giramos a la derecha, luego seguimos de frente, luego a la izquierda, un poco más de frente, a la izquierda y... ¡sorpresa! en muy poco tiempo hemos sido capaces de llegar al exterior, a una puerta de salida que estaba en el otro extremo.
 
Así podríamos seguir una y otra vez, explorando todas las posibilidades. Probablemente   encontraríamos que en ese laberinto vegetal que hemos visualizado había unas decenas de caminos posibles que conducían al exterior, unos deprisa y otros con muchas dificultades. También encontraríamos que había varias decenas más de caminos que no conducían a ningún sitio. Algunos abortaban nada más salir y otros, en cambio, llegaban a un final sin salida después de un largo recorrido.
 
Pero tomemos ahora un nuevo ejemplo visual. El laberinto vegetal que tenemos que visualizar no es como los que conocemos, de una extensión normal como la que se encuentra en muchos parques de nuestras ciudades. Ahora, ese laberinto vegetal tiene la extensión de toda la península Ibérica. ¿Os imagináis cuántos posibles caminos se pueden encontrar desde ese centro hasta cualquiera de los puntos del exterior? Me atrevería a decir que son millones los caminos posibles.
 
Y ahora, un paso más. Ese laberinto vegetal tiene la extensión de todos nuestros continentes juntos. ¿Cuántos caminos posibles hay? Miles de millones. O quizás más (no he sido nunca un buen matemático). ¿Y si dicho laberinto ocupase la galaxia? ¿Y si...?
 
En cualquiera de los casos en que nos pusiéramos, la situación iba a ser la misma. Hay un centro y miles de millones de caminos diferentes de los cuales unos mueren antes o después y otros son capaces de llegar hasta el final. Y los finales unas veces están muy próximos y otras veces están separados por miles de kilómetros. Pero siempre hay una cosa constante: el laberinto está escrito y los caminos están todos dibujados. Es sólo el acto de voluntad de nuestra consciencia el que elige un determinado camino y lo sigue con la mirada.
 
Como vemos, en realidad, el tiempo no ha transcurrido, el tiempo no ha existido. Todo estaba igual antes que después. Todo estaba así cuando nos fijamos en él y todo sigue después igual cuando nos alejamos.
 
El laberinto es nuestra vida. El laberinto somos nosotros. Cada persona es su propio laberinto y cada uno es diferente a los otros. Unos tienen un laberinto cuidado, otros lo tienen sucio, otros enmarañado, otros sencillo y ordenado... Pero todos son laberintos que reflejan la personalidad, la esencia, el alma de cada uno.
 
Sobre ese laberinto estamos proyectando nuestra consciencia y sacando enseñanzas. Esa es nuestra tarea. Esa es la misión de nuestra vida. Hemos venido aquí para seguir un determinado camino y aprender de las experiencias conseguidas a lo largo del mismo. Y mañana, cuando muramos será como mirar dicho laberinto desde arriba, meditar en lo que hemos aprendido, y decidir si queremos bajar otra vez a explorar otro camino y aprender así nuevas experiencias que vayan purificando nuestra alma hasta que podamos sentirnos como una parte totalmente integrada de esa esencia universal de la cual formamos parte y que podemos llamar “Dios”.
 
El entrar una y otra vez en ese laberinto, sería como el aire que pasa una y otra vez por un filtro para irse purificando y dejando en el mismo todas las pequeñas impurezas. Ese laberinto no es bueno ni malo. No hay caminos buenos ni malos. Ni siquiera aquellos que abocan a un callejón sin salida nada más comenzar o incluso después de un largo y tortuoso camino. Los caminos no son ni buenos ni malos, son simples alternativas. Y nosotros, cuando entramos una y otra  vez en dicho laberinto para recorrer sus infinitos caminos, no estamos haciendo ni el bien ni el mal; simplemente estamos aprendiendo. Aunque bien es cierto que no todos aprendemos a la misma velocidad.
 
Aquellos en los que prima la virtud y la honradez en su vida, encontrarán caminos que no tienen por qué ser más fáciles, pero que sí les van a dar una mayor cantidad de información, de enseñanzas. Aquellos que se niegan a sí mismos la razón de ser verdadera, seguirán dando vueltas y más vueltas, entrando una y otra y otra vez más en el laberinto, hasta que sean capaces de abrir los ojos y comprender que nuestra misión no es otra que la de aprender a desprendernos de nuestra carga material para poder finalmente ser uno con Dios.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
Fuente: "No son coincidencias", Vicente Fisac. Amazon.