(AZprensa)
Los dermatólogos eran esos especialistas a los que acudíamos cuando teníamos
algún problema de piel. Podía ser una dermatitis, un eczema, una urticaria… o
algo más grave como psoriasis, lupus, etc.
Los
dermatólogos atendían al paciente, examinaban sus lesiones cutáneas y
diagnosticaban el problema, mandando a continuación un tratamiento y unos
cuidados. De igual forma citaban al paciente para que acudiese a consulta al
cabo de unos días para comprobar la evolución de las lesiones.
Eso
era antes. Ahora los dermatólogos son seres invisibles e inaccesibles. Así es
como está hoy en día la atención dermatológica en España:
1.-
Cuando un paciente descubre que tiene una lesión dermatológica que requiera la
atención de estos especialistas, tiene que llamar por teléfono para pedir cita.
Un contestador automático le irá diciendo lo que tiene que hacer y al final, si
hay suerte, le dará una cita para dentro de dos semanas.
No sabemos cómo aguantará esa lesión dermatológica esas dos semanas sin tratamiento, sólo en espera de que un dermatólogo la examine. No sabemos si esa lesión se curará sola en esas dos semanas o si irá a peor (que será lo más probable).
Pero esto no es lo peor, porque esa cita que le ha dado el contestador automático no es para un dermatólogo, sino para un fotógrafo. ¿Sí, has leído bien: para un “fotógrafo”!
2.-
Ese día ansiado de la cita… con el fotógrafo, le harán varias fotos de las
lesiones y se las enviarán a ese dermatólogo invisible e inaccesible.
3.-
Después, el día que ese dermatólogo vea las fotos, decidirá –en base a las
mismas- cuáles son los pasos siguientes: si hay que citarlo para una visita
presencial dentro de varios meses o si se le manda una receta electrónica para
que se aplique una crema.
Así
las cosas, Dios quiera que tus lesiones dermatológicas sean de poca importancia
y puedan resolverse con cualquier crema corticoide a base de hidrocortisona o
triamcinolona (que no requieren receta y tú mismo puedes comprar en la
farmacia) o bien con una crema que te receta de otro corticoide (de los que sí
exigen receta) como fluocinolona, betametasona, etc.
Porque
la situación es esta. Para una visita presencial tendrás que esperar varios
meses, y esto en el caso de las aseguradoras privadas, porque si vas por la
Sanidad pública la espera será aún mayor.
Ahora,
cada vez más, los médicos no son personas sino –como mucho- una voz que se escucha
al otro lado del teléfono. Así es esto tan bonito que han inventado de la “teledermatología”
y que no es otra cosa que tener a los dermatólogos viendo fotos y unos
contestadores automáticos hablando con los pacientes.
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No sabemos cómo aguantará esa lesión dermatológica esas dos semanas sin tratamiento, sólo en espera de que un dermatólogo la examine. No sabemos si esa lesión se curará sola en esas dos semanas o si irá a peor (que será lo más probable).
Pero esto no es lo peor, porque esa cita que le ha dado el contestador automático no es para un dermatólogo, sino para un fotógrafo. ¿Sí, has leído bien: para un “fotógrafo”!
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