El turismo se resiste a morir

(AZprensa) La gente ya está harta de tantas restricciones, de pérdida de derechos y libertades y reclama la vuelta a la normalidad, a poder moverse y circular libremente por el planeta sin tantos impedimentos, restricciones y prohibiciones. Prueba de ello ha sido la edición de este año de la Feria Internacional del Turismo (FITUR) celebrada en Madrid. Por cierto, esta ha sido la única Feria que se ha celebrado todos los años, sin interrupción por la pandemia que sólo consiguió retrasarla unos meses el año pasado.
 
Pero si comparamos la triste y lúgubre edición del último año (por culpa de las restricciones) con la de este año, vemos que el turismo ha alzado la voz bien fuerte reclamando sus derechos; no en vano el turismo es la mayor industria de España y una de las más importantes en otros muchos países.
 
Aun con ciertas medidas de distanciamiento (pasillos más amplios, petición de pasaporte COVID que a la hora de entrar ni se miraba, pantallas protectoras en determinados espacios, etc.) las cifras de este año hablan a las claras de un renacimiento. Juzga tú mismo:
 
111.193 asistentes, de los cuales 81.193 profesionales de 127 países.
 
600 expositores de 107 países
 
3.981 periodistas acreditados de 40 países
 
Asistencia de ministros de Turismo de 21 países
 
Impacto positivo en la economía de Madrid por valor de 150 millones de euros
 
Tal como han reconocido sus organizadores son unas cifras muy similares a las de pre pandemia. En definitiva, el turismo, exponente de riqueza y libertad, ha dicho “¡basta!” reclamando la vuelta a la normalidad.

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