sábado, 6 de febrero de 2021

FITUR 2021: El canto del cisne del turismo

(AZprensa) El Comité Organizador de la Feria Internacional de Turismo (FITUR), en colaboración con IFEMA y la Organización Mundial del Turismo (OMT), han acordado (se supone que con el beneplácito de la Comunidad de Madrid y del Gobierno de España), la celebración de una nueva edición de esta Feria Internacional que tendrá lugar del 19 al 23 de mayo de este año en Madrid.
 
Según indican los organizadores, esta Feria es necesaria para “relanzar la actividad turística, nacional e internacional, como uno de los grandes motores de crecimiento económico del mundo y muy especialmente en España, donde el sector turístico es el más importante, tanto en términos de PIB, como de empleo”.
 
Recuerdan, a tal efecto, que “actualmente es la segunda feria más importante del mundo y primera en su impacto en el ámbito iberoamericano”, que “cada edición reúne a más de 11.000 empresas de 165 países, así como representaciones oficiales de gran parte de las naciones del mundo”, y que es “el mayor acontecimiento en España en torno al negocio turístico, con más de 250.000 asistentes de todo el mundo”.
 
Pero se les olvidan algunos detalles…
 
Por ejemplo, se les olvida que estamos en plena lucha contra la pandemia, lo cual implica que: siguen los confinamientos perimetrales, sigue la prohibición de viajar a otras provincias (del extranjero ya ni te cuento), la mayoría de los hoteles están cerrados por la falta de clientes y las pesimistas expectativas…
 
Se les olvida que el ritmo de vacunación es extremadamente lento y ni con un 70% de población vacunada se atisban cambios en las normas restrictivas.
 
Se les olvida también que ya no se celebran convenciones, ni congresos, ni viajes de empresa, ni reuniones de empresa, ni bodas, ni banquetes, ni siquiera primeras comuniones o bautizos…
 
Se les olvida que según las cifras oficiales hay más de 4 millones de parados (sin sueldo no hay posibilidad de viajar) y se les olvida que esa cifra es una gran mentira porque no cuentan a los trabajadores incluidos en ERTE, la mayor parte de los cuales aún no ha cobrado ni un solo euro.
 
Se les olvida que está prohibido reunirse más de seis personas, que hay que mantener distancia de seguridad en todo (salvo en transportes públicos, que ahí es el único lugar donde parece que nadie se contagia porque dejan que vayan todos apretujados).
 
Se les olvida que se está cambiando el modelo de trabajo por lo que cada vez se trabaja más desde casa y se hacen reuniones vía Internet.
 
Se les olvida que los parques de atracciones, los conciertos musicales, los espectáculos deportivos incluido el rey fútbol, no admiten espectadores y por consiguiente no arrastran multitudes, y tan sólo funcionan algunas representaciones teatrales con la patética escena de un patio de butacas medio vacío y salteado sólo por algunos enmascarados.
 
Se les olvida que una feria, y más esta que siempre era multitudinaria, no podrá abrir sus puertas al público general porque sería imposible mantener la distancia de seguridad; y si sólo se abre a los profesionales, habrá de ser de una forma supercontrolada y con distanciamiento social.
 
Hace años florecieron los videoclubs y todo el mundo compraba cintas de vídeo y aparatos grabadores-reproductores. Todo eso desapareció. Hace años todos los cantantes vendían miles de casetes y todos los coches llevaban su radiocasete. Todo eso ha desaparecido. Hace años florecían las tiendas de revelado fotográfico y de venta de carretes fotográficos. Todo eso ha desaparecido. Hace años la gente se comunicaba por correo postal. Hoy ya nadie escribe cartas. Y así podríamos seguir…
 
Los tiempos cambian y el ocio y el turismo están en vías de extinción. Sólo sobrevivirán unos pocos hoteles para atender los viajes de políticos y de poco más, como por ejemplo los jugadores de fútbol (el fútbol ha pasado de ser un deporte de masas a un espectáculo de televisión). Si, por ejemplo, de los 180 hoteles de Benidorm (Alicante) el verano pasado sólo abrieron 40 y sin llegar al lleno, la previsión de este año no es mucho mejor.
 
¿Para qué incentivar el turismo si no dejan viajar a la gente ni a los trabajadores? ¿Para qué incentivar el movimiento de masas si todas las normas limitan su movilidad? Parece como si los responsables de FITUR no quisiesen ver la realidad. El futuro del mundo laboral es el teletrabajo, y el futuro del ocio es… ver la televisión cada uno aislado en su casa.

Referencias: "Diario del caos", de Vicente Fisac. Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa.

"Cosas de Noruega", de Vicente Fisac. Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa:

1 comentario:

Vicente Fisac dijo...

Lo mismo ni se han enterado que la gran feria de turismo “Imex” que se iba a celebrar del 25 al 27 de mayo en Frankfurt (Alemania) la cancelaron hace un mes ante el negro panorama que el COVID-19 ha dejado para el turismo.