domingo, 7 de febrero de 2021

Prohibido divertirse

(AZprensa, Editorial) ¡Hay que ver cómo juegan con las palabras! Cambian el mundo de golpe y porrazo y nos meten de lleno en algo que llaman la “nueva normalidad” que no es otra cosa que una dictadura brutal con total supresión de las libertades individuales e imposición del “pensamiento único”.
 
A través de los test (que fallan más que una escopeta de feria) van dando bandazos diciendo “hoy suben los contagiados” y endurecen las medidas restrictivas; “hay una leve mejoría” y relajan un poco las medidas, pero no mucho; “estamos en una nueva ola” y las endurecen aún más… pero siempre como en una escalera, por muchos breves respiros que nos den, siempre nos hacen subir más escalones hacia la dependencia total del Estado y la esclavitud total de la población. Y es que es muy fácil, si hacen más test salen más positivos; si hacen menos test salen menos; por lo tanto no es que haya más contagiados o menos, simplemente es que cuantos más test hagan más positivos saldrán. Y así lo manejan.
 
Ya hay muchos médicos que dicen que los “asintomáticos” no existen, que si un test da positivo y no tienes síntomas, simplemente es que no estás infectado. Pero, claro, estas voces, por muy autorizadas que estén, se silencian porque van contra el pensamiento único.
 
Cada día nos sorprenden con nuevas restricciones de movimientos (confinamientos perimetrales), con toques de queda para que nos auto enjaulemos, con cierres y limitaciones en todo tipo de movimientos, actividades, etc. Pero si os fijáis hay una cosa muy evidente: Todas las restricciones (nos dan una retahíla interminable) podrían resumirse en dos frases: “Prohibido divertirse” y “Prohibido pensar”.
 
¿Y no podemos divertirnos? No, tampoco es eso, Papá Estado nos deja divertirnos con la televisión, para que la veamos encerrados en casa, y cuantas más horas mejor, ya que allí a través de informativos, debates, tertulias, magazines, etc. nos van lavando el cerebro poco a poco e implantando en nosotros el pensamiento único.
 
PD.- No niego la existencia del virus, simplemente denuncio la utilización que se ha hecho de esta pandemia para cambiar el mundo a conveniencia de la élite política y económica que domina el mundo y que, en un arranque de desvergüenza, hasta nos lo habían estado anunciando desde hace tiempo sin que nadie le diese importancia y así ha quedado reflejado en numerosos documentos del Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo, Organización Mundial de la Salud, Foro Davos, Fundación Bill Gates, etc.
 

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