(AZprensa) Si
buscamos qué es un “atentado de falsa bandera” encontraremos que nos lo definen
como “una operación encubierta llevada a cabo por un Gobierno, corporación u
organización, diseñada para aparecer como si fuera llevada a cabo por otra
entidad”. Dicho esto, podemos preguntarnos ¿es la pandemia del Covid-19 un
atentado de falsa bandera? Desde luego reúne todas las premisas para serlo
puesto que da pie a las tres etapas que cualquier Gobierno, corporación u
organización (en este caso la élite que dirige y controla el mundo) debe
desarrollar para someter a su antojo a la población: primero crear un problema
(la pandemia), después liderar una reacción a su gusto; y finalmente (a eso aún
no hemos llegado, pero estamos en camino) ofrecer una solución.
Claro
que una cosa es “sospechar” y otra muy distinta “tener pruebas” y respecto a lo
dicho en el párrafo anterior no existen pruebas, aunque sí haya “indicios” que
hagan sospechar. Por ejemplo: un virus muy selectivo que se ceba en los viejos
y enfermos (aquellos que generan más gasto a la sociedad); una aceptación
global por parte de la población de la restricción de las libertades; un miedo
alimentado día a día por los Gobiernos y los medios de comunicación; una
imposición del “pensamiento único”, censurando a todos aquellos que piensan
diferente; un empobrecimiento de la población que redunda en mayor ganancia
para los muy poderosos; etc.
No
hay pruebas para afirmar que el virus ha sido “creado en un laboratorio”;
tampoco hay pruebas para afirmar que ese virus se ha lanzado y propiciado su
programación a propósito... pero sí es evidente que los Gobiernos de todo el
mundo están aprovechando esta pandemia para acelerar un cambio en la sociedad
que entraña, entre otras cosas: empobrecimiento general de la sociedad, miedo,
aislamiento social, mordaza a la libertad de expresión, adiós a las monedas y
billetes sustituyéndolos por otros medios de pago más fáciles de controlar,
aumento del tiempo de exposición voluntaria a medios de comunicación masivos
con un claro mensaje unificado de adoctrinamiento; etc.
Y
todo esto ¿por qué? Ya hemos leído que aquella frase de Christine Lagarde, ex
directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) y presidenta del Banco
Central Europeo, “los ancianos viven demasiado y es un riesgo para la economía
mundial. Tenemos que hacer algo ya”, que tanto ha circulado en redes sociales
no la pronunció nunca (al menos no hay constancia de ello), pero sí que son
ciertas las siguientes:
“Implicaciones
financieras potencialmente muy grandes del riesgo de longevidad; es decir, el
riesgo de que la gente viva más de lo esperado” (del “Informe sobre la
estabilidad financiera mundial” del FMI en el año 2012 refrendado en su Nota de
Prensa al respecto).
“Para
2020, por primera vez en la historia habrá más gente por encima de los 65 años
que niños por debajo de 5... podría generar problemas a ambos extremos del
espectro demográfico” (Christine Lagarde, 2014).
“Si
el promedio de vida aumenta 3 años más de lo previsto para 2050, el coste del
envejecimiento aumentaría un 50 por ciento en las economías avanzadas” (FMI).
“El
FMI pide bajar pensiones por el riesgo
de que la gente viva más de lo esperado” (El País”, 11 abril 2012).
“El
envejecimiento de la población amenaza la sostenibilidad” (“The Times”, abril
2018).
En
fin, lo anterior sólo es una pequeña muestra del pensamiento de la élite
económica mundial: la gente cada vez vive más y esto es económicamente
insostenible; hay que hacer algo.
Por
lo tanto, la pandemia (haya sido accidental o provocada) ha sido la excusa
perfecta para acelerar los cambios sociales antes señalados, y sólo hay que ver
cómo los medios de comunicación generales bombardean constantemente con el
mensaje del miedo y la represión, y cómo las opiniones de expertos distintas al
“pensamiento único” son censuradas y sólo se difunden las de aquellos afines a
esta nueva línea absolutista de pensamiento.
PD.-
A todos aquellos lectores que no estén de acuerdo con este artículo, les invito
a que busquen en Youtube o en cualquier canal de televisión generalista, vídeos
de expertos exponiendo estas ideas. No los encontrarán, pero sí encontrarán
muchas veces un mensaje que diga “este vídeo ha sido eliminado”.
Información relacionada.- "Diario del caos", de Vicente Fisac. Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa.
1 comentario:
Muchos lo pensamos, Vicente. Un "atentado de falsa bandera" es una posibilidad más que posible. ¿Por qué no? Buen artículo, con declaraciones -externas- cuanto menos cargadas de intenciones. Un saludo y gracias por compartirlo.
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