(AZprensa) Los que sois más jóvenes y estáis
acostumbrados al fútbol actual, no os podéis ni imaginar cómo era el fútbol de
antes, el de hace –por ejemplo- 50 o 60 años. A continuación os voy a explicar algunas
cosas del fútbol de los años 1960 y 1970 que hoy en día parecen inimaginables,
por ejemplo…
1.- Todos los equipos sólo tenían dos equipaciones, la
suya propia y una de reserva para cuando había coincidencia de colores con el
rival. Por ejemplo ¿qué pasaba cuando jugaban el Atlético de Bilbao (hoy día se
llama Athletic al equipo de Bilbao, pero en aquella época se le llamaba
“Atlético de Bilbao”) y el Atlético de Madrid? Resulta que los dos visten
igual: camiseta a rayas rojas y blancas y un pantalón negro en un caso y azul
marino en otro… poca diferencia como puedes comprender. Pues en ese caso el
único cambio que se hacía era que el equipo visitante se ponía un pantalón
blanco; con eso era suficiente para distinguirlos. Sin embargo hoy en día,
todos los equipos tienen como mínimo tres equipaciones y la explicación es bien
clara: Vender camisetas para que cada cual elija la que más le guste y si tiene
dinero se compre las tres.
2.- Todos los futbolistas usaban botas negras (no había
de otro color). Después algunos futbolistas que querían ganar protagonismo y
distinguirse de los demás, empezaron a utilizar botas de colores. La moda se
fue extendiendo y hoy en día todos utilizan botas de colores, con lo cual se da
la paradoja de que si algún futbolista quisiese hoy distinguirse de los demás, tendría
que volver a calzar botas negras como las de antes.
3.- No había ninguna sustitución en los partidos. Si un
jugador se lesionaba, seguía jugando (incluso con un brazo roto), e incluso se
hizo popular el llamado “gol del cojo”: Ese jugador lesionado que apenas podía
caminar, se colocaba de delantero y como nadie le marcaba porque no podía
correr, a veces era capaz de meter un gol aprovechando un barullo dentro del
área contraria, de ahí que a esos goles se les conociese popularmente como “el
gol del cojo”. Hoy en día se hacen 5 sustituciones en cada partido y se detiene
el juego cada vez que un jugador recibe un golpe (algo que sucede
continuamente).
4.- Cuando un jugador se lesionaba y veía que no podía
continuar jugando o necesitaba la asistencia de los masajistas, se iba cojeando
hasta la banda y allí, fuera del terreno de juego, le atendían los masajistas
mientras el juego continuaba normalmente. Hoy en día, cada vez que un jugador
siente una pequeña molestia (real o fingida) se sienta en el suelo, entonces el
árbitro corre hacia él como cualquier padre cuando ve que su hijo pequeño se ha
caído en el parque, le pregunta cómo está y si necesita asistencia médica llama
a los médicos y si no la necesita (que es lo que ocurre en el 99 por ciento de
los casos) espera a que se levante para que pueda reanudarse el juego. Con esta
táctica se reduce el tiempo efectivo de juego, ya que los árbitros nunca
descuentan tanto tiempo como el que se pierde en cada una de estas
interrupciones.
5.- De un año a otro, las camisetas de los equipos eran
prácticamente iguales y todas se ceñían a sus colores históricos. Eso de los
diseñadores de moda que convierten las camisetas de toda la vida en esperpentos
de pasarela de moda, no tenían cabida en el mundo del fútbol. Hoy en día, son
los diseñadores de moda quienes diseñan cada año las tres nuevas equipaciones
de ese año que –como cualquier moda- sólo sirven para ese año. Eso incita a los
seguidores a comprar una camiseta nueva (o varias si tienen mucho dinero) cada
año, para así poder estar “a la moda”.
6.- Durante los partidos de antes también había policías
vigilando el buen comportamiento del público, pero había muchos menos policías que
ahora (y además sin ametralladoras, sin escudos antidisturbios y sin vehículos
blindados) y estaban más pendientes de ver el partido que de vigilar al
público… en realidad, nunca pasaba nada y en las fotografías de las época se
puede ver a los policías siguiendo atentamente el juego y sin prestar atención
al público. Ahora, sin embargo, hay tanta policía fuera y dentro de los
estadios, que los aficionados más exaltados se sienten reprimidos y ello desata
sus instintos más violentos, con lo cual se ha conseguido el efecto contrario.
7.- El público se desahogaba libremente en los estadios
gritando e insultando al árbitro (cuando lo merecía) y a los jugadores del
equipo rival (para reírse y fastidiarles). Se podía gritar cualquier insulto y
nadie se ofendía por ello. Era lo normal. Eran las reglas del juego. Ahora, sin
embargo, no se puede insultar porque está perseguido por la Ley y si el insulto
es eso que llaman “racista” la pena que se imponga a quien tenga la mala suerte
de ser detenido por ello de entre los muchos miles de personas que hayan
gritado lo mismo, será muy importante, así como las sanciones al club.
8.- Al comenzar el partido salía primero el equipo de
casa (gran ovación del público), después salía el equipo contrario (abucheos
generalizados que variaban en intensidad según fuese la rivalidad existente con
el mismo) y finalmente salía el árbitro (recibido con pitos y abucheos, que en
esto último siempre ha habido unanimidad). Ahora, sin embargo, todos salen
juntos para evitar esos abucheos, pero como quien ha puesto esta norma es
bastante tonto, no ha caído en la cuenta de que en los marcadores y altavoces
del campo se dan las alineaciones y esto no puede hacerse de forma simultánea,
por lo cual ahora los abucheos y ovaciones en vez de gritarse cuando salen los
jugadores y árbitro se dan según los va cantando el locutor por los altavoces.
9.- Antes no había marcadores electrónicos, sino sólo
unos grandes carteles en donde un operario iba cambiando el 0-0 inicial por el
número correspondiente cada vez que se marcase un gol. Hoy en día los
marcadores son televisiones gigantes en donde enfocan a los espectadores,
repiten las jugadas de gol, dan avisos al público, etc., y el público en
general está más pendiente de esa pantalla gigante y de su propio teléfono
móvil que de lo que pasa realmente en el terreno de juego.
10.- Todos los partidos (salvo alguna excepción) se
jugaban el mismo día y a la misma hora, normalmente a las 5 de la tarde. Si
querías enterarte de cómo iba el resultado en otros partidos, o bien te
llevabas un transistor al fútbol o bien estabas pendiente de lo que se llamaba “Marcador
simultáneo Dardo” en donde podías ver, por ejemplo: Philips 1-0; Fanta 2-1;
CocaCola 0-2; camisas IKE 2-2; etc. Para saber de qué partido se trataba tenías
que escuchar la radio o haber leído antes en el periódico qué partido
patrocinaba Philips, cuál patrocinaba Fanta, etc. Hoy en día, nunca se juegan
–salvo excepción- dos partidos a la misma hora, y además hay partidos todos los
días de la semana, con lo cual se hace muy difícil saber cómo está la
clasificación, porque da igual cuando la mires, siempre habrá algunos partidos
pendientes de jugarse.
Nota.- La segunda parte de este artículo puede leerse en este enlace:
https://azpressnews.blogspot.com/2024/05/cosas-que-te-sorprenderan-de-como-era_01794520323.html
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
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