(AZprensa) Si ayer revisábamos 10 aspectos que ni te
podías imaginar de cómo era el fútbol de antes (años 60 y 70) en comparación
con el de ahora… espera a leer estos otros 10 aspectos que diferencian al fútbol de toda la vida del fútbol actual…
11.- Durante el partido de fútbol apenas si se veía y/o
sancionaba algún manotazo o codazo en la cara. Haberlos, los había, pero eran
muy pocos, no como ahora que antes de que le toquen la cara a un jugador ya se
está retorciendo de dolor imaginario por el suelo. Sin embargo esta es una moda
que no se da en otros países europeos; yo os invito a que veáis algún partido
de una Liga extranjera y comprobéis cómo eso de rozar la cara de un contrario y
que este se tire al suelo sólo sucede una o dos veces por partido y con verdadero
motivo, no como ahora en España en donde los jugadores se pasan más tiempo
tirándose al suelo fingiendo un manotazo o codazo en la cara, que jugando al
fútbol.
12.- Durante el partido rara vez se veía a un jugador escupir
o sonarse los mocos. Hoy en día, sobre todo cuando ves el partido por
televisión, la cámara te enfoca constantemente primeros planos de jugadores
soltando un chorro de mocos o escupiendo al suelo. Por cierto ¿qué tiene el
fútbol que no tengan otros deportes como balonmano, voleibol, hockey, atletismo,
etc. para que sólo los futbolistas se pasen todo el partido escupiendo y
soltando mocos?
13.- Dentro de los estadios se vendían todo tipo de
bebidas alcohólicas y también refrescos, que se entregaban con su botella de
cristal, las cuales quedaban vacías por el suelo al terminar un partido. Nadie
las tiraba al campo. Lo único que se tiraba al campo para mostrar enfado, eran
las almohadillas que se alquilaban al entrar para que el culo estuviese más cómodo
sobre las gradas de cemento. También era muy popular llevarse la bota de vino e
irla pasando unos a otros durante el partido. Hoy en día está prohibida la
venta de alcohol dentro de los estadios, una norma tan absurda que se traduce
en que los espectadores se pueden emborrachar fuera del estadio en los muchos
puestos que venden bebidas alcohólicas y entrar ya borrachos al estadio; y si
tienes mucho dinero, entonces te sacas una entrada VIP y allí te ofrecerán por
el precio de esa entrada todo el alcohol que quieras, porque incluso según van entrando
los VIPS ya los recibe gentilmente una azafata ofreciéndoles una copa de
champán.
14.- No había partidos en televisión, salvo la final de
Copa del Generalísimo y los partidos de la selección española. Para ver
resúmenes de algunos partidos importantes, tenías que ir al cine y verlos en el
NODO (una especie de telediario semanal que se proyectaba en los cines antes de
la película). Años después se comenzaron a televisar partidos y más partidos, y
todo el que quisiese podía ver fútbol gratis en televisión. Luego se fue
implantando la moda de la televisión de pago y hoy en día, el que quiera ver
fútbol en televisión tiene que pagar. Así ha sido la evolución en este caso: De
no ver fútbol en televisión, a poder verlo todo gratis, para acabar no pudiendo
verlo salvo que se tenga dinero y ganas para pagarlo.
15.- Las entradas de fútbol eran baratas (salvo las de
Tribuna) y todo el que quisiese –aunque fuésemos más pobres que ahora- podía ir
al fútbol. La mayoría de las localidades era gradas para estar de pie y no
había controles de acceso… donde cabían 5.000 podían caber 8.000 si hacía
falta. Hoy en día todas las localidades son de asiento, se controla el número
exacto de espectadores que asisten a cada partido, se exige DNI, teléfono,
nombre y dirección de e-mail a todos los que quieren comprar una entrada, y se
cobra un precio exagerado por las mismas. Además, cada vez hay más zonas VIP en
los estadios, en donde se ofrece comida, bebida y alcohol incluido en el precio
carísimo de esa entrada.
16.- Las primeras filas para el público estaban
prácticamente pegadas al campo; no había pistas de atletismo, ni foso, ni
muros, ni redes, ni nada que impidiese la proximidad de los aficionados con sus
jugadores. Después vinieron las rejas para separar a los espectadores, luego
los fosos, aún hoy día las redes, y un buen margen de espacio para separar al
público de los jugadores. Antes, con esa proximidad nunca pasaba nada; ahora, a
pesar de tantas medidas, siguen sucediendo alguna vez altercados de orden
público.
17.- Se jugaban los partidos aunque el campo estuviese
embarrado, aunque lloviese, aunque hubiese más tierra que césped, etc. Para
suspender un partido por mal tiempo tenía que ocurrir una hecatombe, algo que
lógicamente no ocurría casi nunca. Ahora todos los terrenos de juego son
alfombras inmaculadas de césped y aun así muchos entrenadores se quejan hoy de
que el césped está muy alto o muy corto, que se ha regado en exceso o se ha
dejado muy seco, etc.
18.- Si durante un partido un espectador se desvanecía,
sufría un infarto, etc., el partido se seguía jugando igual, que para eso
estaban allí los de la Cruz Roja y los atendían de inmediato. Ahora, sin
embargo, la moda es que cada vez que un espectador se pone malito, se para el
partido y hasta se suspende. Están poniendo muy fácil el que la gente pueda
sabotear cualquier partido fingiendo un infarto o cualquier otro achaque. Si la
Cruz Roja sigue estando en los estadios y sigue atendiendo de inmediato a
cualquier espectador que requiera asistencia médica ¿a cuento de qué se tiene
que parar el partido?
19.- Cuando finalizaba la jornada, apenas dos horas
después, ya podías encontrarte por la calle chicos gritando “¡Ha salido la
gaceta, ha salido la gaceta!” y por una peseta comprabas ese folletito en donde
tenías impresos todos los resultados, la clasificación y la quiniela. Hoy en
día, para saber si tienes todos los aciertos en la quiniela tienes que esperar
toda una semana ya que se juega un partido cada día.
20.- Los futbolistas de antes ganaban poco dinero y, como
su jubilación llegaba a los 35 años más o menos, solían estudiar alguna carrera
o ahorrar para luego montar un negocio y vivir de ello. Hoy día cobran unas cifras
tan exageradas (los futbolistas profesionales) que derrochan el dinero, hacen
ostentación de su poder adquisitivo y están más pendientes de sus redes
sociales que de su contribución profesional al equipo.
En fin, estas son sólo algunas de las diferencias que
había entre el fútbol de antes y el de ahora. Por lo menos el de antes no era
tan absurdo como el de ahora (puedes entrar borracho pero no puedes beber
alcohol dentro salvo que seas VIP), ni tan hipócrita (hay más teatro que faltas
reales), ni tan caro (siendo más pobres que ahora podíamos ir al fútbol todo lo
que quisiéramos), ni tan cursi (los jugadores llevaban camisetas, no prendas de
pasarela de moda), ni tan melindroso (era un deporte de hombres rudos y viriles
que no se pasaban todo el tiempo quejándose de que les habían dado un golpe),
ni… ¡Qué tiempos aquellos!
Nota.- La primera parte de este artículo puede leerse en este enlace:
https://azpressnews.blogspot.com/2024/05/cosas-que-te-sorprenderan-de-como-era.html
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
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