sábado, 4 de mayo de 2024

El ejercicio físico forma parte del tratamiento de la diabetes

(AZprensa) La relación entre el ejercicio y la diabetes está rodeada de numerosas dudas, controversias y mitos. Sin embargo, la evidencia científica actual y las recomendaciones de los profesionales de la salud subrayan la importancia crítica del ejercicio físico en el manejo de la diabetes.
 
Como mensajes clave que pueden ayudar a esclarecer el papel del ejercicio para personas con diabetes, el Prof. Jonatan R. Ruiz, de la Universidad de Granada, destaca los siguientes:
 
El ejercicio es tan crucial como la medicación: Para las personas con diabetes, el ejercicio debería considerarse parte esencial del plan de tratamiento, al igual que la medicación. No es un complemento opcional, sino un pilar fundamental para el control de la enfermedad.
 
Potencial para la remisión de la diabetes tipo 2: En casos de la diabetes tipo 2, especialmente cuando está relacionada con la obesidad, la adopción de hábitos saludables que incluyen ejercicio físico y una dieta equilibrada puede llevar, en algunos casos, a la remisión de la enfermedad, si se consigue una pérdida de peso significativa. Esto supone que los niveles de glucosa en la sangre pueden volver a la normalidad sin necesidad de medicación, aunque el seguimiento médico sigue siendo esencial.
 
Personalización del programa de ejercicio: Es crucial que cualquier programa de ejercicio sea personalizado y supervisado por profesionales, como educadores o educadoras físicos especializados en la diabetes. Esto asegura que el ejercicio sea seguro, efectivo y adaptado a las necesidades individuales, teniendo en cuenta los niveles de glucosa en sangre, complicaciones potenciales, y otros factores de salud.
 
Importancia de la monitorización de la glucosa: Para evitar episodios de hipoglucemia o hiperglucemia durante o después del ejercicio, es fundamental que las personas con diabetes aprendan a monitorizar sus niveles de glucosa en relación con el ejercicio. Esto puede requerir ajustes en la medicación o en la ingesta de carbohidratos, bajo la guía de un profesional de la salud.
 
Mitos a desmentir: Aunque existen preocupaciones válidas relacionadas con el ejercicio y la diabetes, muchos miedos están basados en mitos o información desactualizada. Por ejemplo, el ejercicio no tiene por qué ser extenuante para ser beneficioso, y las personas con diabetes pueden participar en una amplia variedad de actividades, siempre que tomen las precauciones adecuadas.
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas adultas realicen al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa cada semana, o una combinación equivalente de ambas. Además, sugiere realizar actividades de fortalecimiento muscular en dos o más días a la semana. Para las personas con diabetes, estas recomendaciones sirven como objetivo inicial, pero pueden necesitar ajustes basados en factores individuales como el control glucémico, la presencia de complicaciones de la diabetes y otras condiciones de salud.
 
En cuanto al momento más idóneo para hacer ejercicio, éste varía según las respuestas individuales de cada persona al ejercicio. Algunas personas experimentan una mejor gestión de su glucemia cuando hacen ejercicio por la mañana, mientras que otras pueden encontrar beneficios al hacerlo después de las comidas para ayudar a controlar los picos de glucosa posprandiales. “Es importante monitorizar cómo afecta el ejercicio a los niveles de glucosa en sangre en diferentes momentos del día para identificar el mejor momento”, aconseja el Prof. Ruiz. Además, es crucial tener en cuenta la alimentación y la medicación al planificar las sesiones de ejercicio.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.

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