(AZprensa) La relación entre el ejercicio y la diabetes
está rodeada de numerosas dudas, controversias y mitos. Sin embargo, la
evidencia científica actual y las recomendaciones de los profesionales de la
salud subrayan la importancia crítica del ejercicio físico en el manejo de la
diabetes.
Como mensajes clave que pueden ayudar a esclarecer el
papel del ejercicio para personas con diabetes, el Prof. Jonatan R. Ruiz, de la
Universidad de Granada, destaca los siguientes:
El ejercicio es tan crucial como la medicación: Para las
personas con diabetes, el ejercicio debería considerarse parte esencial del
plan de tratamiento, al igual que la medicación. No es un complemento opcional,
sino un pilar fundamental para el control de la enfermedad.
Potencial para la remisión de la diabetes tipo 2: En
casos de la diabetes tipo 2, especialmente cuando está relacionada con la
obesidad, la adopción de hábitos saludables que incluyen ejercicio físico y una
dieta equilibrada puede llevar, en algunos casos, a la remisión de la enfermedad,
si se consigue una pérdida de peso significativa. Esto supone que los niveles
de glucosa en la sangre pueden volver a la normalidad sin necesidad de
medicación, aunque el seguimiento médico sigue siendo esencial.
Personalización del programa de ejercicio: Es crucial que
cualquier programa de ejercicio sea personalizado y supervisado por
profesionales, como educadores o educadoras físicos especializados en la
diabetes. Esto asegura que el ejercicio sea seguro, efectivo y adaptado a las
necesidades individuales, teniendo en cuenta los niveles de glucosa en sangre,
complicaciones potenciales, y otros factores de salud.
Importancia de la monitorización de la glucosa: Para
evitar episodios de hipoglucemia o hiperglucemia durante o después del
ejercicio, es fundamental que las personas con diabetes aprendan a monitorizar
sus niveles de glucosa en relación con el ejercicio. Esto puede requerir
ajustes en la medicación o en la ingesta de carbohidratos, bajo la guía de un
profesional de la salud.
Mitos a desmentir: Aunque existen preocupaciones válidas
relacionadas con el ejercicio y la diabetes, muchos miedos están basados en
mitos o información desactualizada. Por ejemplo, el ejercicio no tiene por qué
ser extenuante para ser beneficioso, y las personas con diabetes pueden
participar en una amplia variedad de actividades, siempre que tomen las
precauciones adecuadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que
las personas adultas realicen al menos 150 minutos de actividad física de
intensidad moderada o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa
cada semana, o una combinación equivalente de ambas. Además, sugiere realizar
actividades de fortalecimiento muscular en dos o más días a la semana. Para las
personas con diabetes, estas recomendaciones sirven como objetivo inicial, pero
pueden necesitar ajustes basados en factores individuales como el control
glucémico, la presencia de complicaciones de la diabetes y otras condiciones de
salud.
En cuanto al momento más idóneo para hacer ejercicio,
éste varía según las respuestas individuales de cada persona al ejercicio.
Algunas personas experimentan una mejor gestión de su glucemia cuando hacen
ejercicio por la mañana, mientras que otras pueden encontrar beneficios al
hacerlo después de las comidas para ayudar a controlar los picos de glucosa
posprandiales. “Es importante monitorizar cómo afecta el ejercicio a los
niveles de glucosa en sangre en diferentes momentos del día para identificar el
mejor momento”, aconseja el Prof. Ruiz. Además, es crucial tener en cuenta la
alimentación y la medicación al planificar las sesiones de ejercicio.
Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
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