sábado, 18 de mayo de 2024

Cosas que te sorprenderán de cómo era el fútbol de antes (1)

(AZprensa) Los que sois más jóvenes y estáis acostumbrados al fútbol actual, no os podéis ni imaginar cómo era el fútbol de antes, el de hace –por ejemplo- 50 o 60 años. A continuación os voy a explicar algunas cosas del fútbol de los años 1960 y 1970 que hoy en día parecen inimaginables, por ejemplo…
 
1.- Todos los equipos sólo tenían dos equipaciones, la suya propia y una de reserva para cuando había coincidencia de colores con el rival. Por ejemplo ¿qué pasaba cuando jugaban el Atlético de Bilbao (hoy día se llama Athletic al equipo de Bilbao, pero en aquella época se le llamaba “Atlético de Bilbao”) y el Atlético de Madrid? Resulta que los dos visten igual: camiseta a rayas rojas y blancas y un pantalón negro en un caso y azul marino en otro… poca diferencia como puedes comprender. Pues en ese caso el único cambio que se hacía era que el equipo visitante se ponía un pantalón blanco; con eso era suficiente para distinguirlos. Sin embargo hoy en día, todos los equipos tienen como mínimo tres equipaciones y la explicación es bien clara: Vender camisetas para que cada cual elija la que más le guste y si tiene dinero se compre las tres.
 
2.- Todos los futbolistas usaban botas negras (no había de otro color). Después algunos futbolistas que querían ganar protagonismo y distinguirse de los demás, empezaron a utilizar botas de colores. La moda se fue extendiendo y hoy en día todos utilizan botas de colores, con lo cual se da la paradoja de que si algún futbolista quisiese hoy distinguirse de los demás, tendría que volver a calzar botas negras como las de antes.
 
3.- No había ninguna sustitución en los partidos. Si un jugador se lesionaba, seguía jugando (incluso con un brazo roto), e incluso se hizo popular el llamado “gol del cojo”: Ese jugador lesionado que apenas podía caminar, se colocaba de delantero y como nadie le marcaba porque no podía correr, a veces era capaz de meter un gol aprovechando un barullo dentro del área contraria, de ahí que a esos goles se les conociese popularmente como “el gol del cojo”. Hoy en día se hacen 5 sustituciones en cada partido y se detiene el juego cada vez que un jugador recibe un golpe (algo que sucede continuamente).
 
4.- Cuando un jugador se lesionaba y veía que no podía continuar jugando o necesitaba la asistencia de los masajistas, se iba cojeando hasta la banda y allí, fuera del terreno de juego, le atendían los masajistas mientras el juego continuaba normalmente. Hoy en día, cada vez que un jugador siente una pequeña molestia (real o fingida) se sienta en el suelo, entonces el árbitro corre hacia él como cualquier padre cuando ve que su hijo pequeño se ha caído en el parque, le pregunta cómo está y si necesita asistencia médica llama a los médicos y si no la necesita (que es lo que ocurre en el 99 por ciento de los casos) espera a que se levante para que pueda reanudarse el juego. Con esta táctica se reduce el tiempo efectivo de juego, ya que los árbitros nunca descuentan tanto tiempo como el que se pierde en cada una de estas interrupciones.
 
5.- De un año a otro, las camisetas de los equipos eran prácticamente iguales y todas se ceñían a sus colores históricos. Eso de los diseñadores de moda que convierten las camisetas de toda la vida en esperpentos de pasarela de moda, no tenían cabida en el mundo del fútbol. Hoy en día, son los diseñadores de moda quienes diseñan cada año las tres nuevas equipaciones de ese año que –como cualquier moda- sólo sirven para ese año. Eso incita a los seguidores a comprar una camiseta nueva (o varias si tienen mucho dinero) cada año, para así poder estar “a la moda”.
 
6.- Durante los partidos de antes también había policías vigilando el buen comportamiento del público, pero había muchos menos policías que ahora (y además sin ametralladoras, sin escudos antidisturbios y sin vehículos blindados) y estaban más pendientes de ver el partido que de vigilar al público… en realidad, nunca pasaba nada y en las fotografías de las época se puede ver a los policías siguiendo atentamente el juego y sin prestar atención al público. Ahora, sin embargo, hay tanta policía fuera y dentro de los estadios, que los aficionados más exaltados se sienten reprimidos y ello desata sus instintos más violentos, con lo cual se ha conseguido el efecto contrario.
 
7.- El público se desahogaba libremente en los estadios gritando e insultando al árbitro (cuando lo merecía) y a los jugadores del equipo rival (para reírse y fastidiarles). Se podía gritar cualquier insulto y nadie se ofendía por ello. Era lo normal. Eran las reglas del juego. Ahora, sin embargo, no se puede insultar porque está perseguido por la Ley y si el insulto es eso que llaman “racista” la pena que se imponga a quien tenga la mala suerte de ser detenido por ello de entre los muchos miles de personas que hayan gritado lo mismo, será muy importante, así como las sanciones al club.
 
8.- Al comenzar el partido salía primero el equipo de casa (gran ovación del público), después salía el equipo contrario (abucheos generalizados que variaban en intensidad según fuese la rivalidad existente con el mismo) y finalmente salía el árbitro (recibido con pitos y abucheos, que en esto último siempre ha habido unanimidad). Ahora, sin embargo, todos salen juntos para evitar esos abucheos, pero como quien ha puesto esta norma es bastante tonto, no ha caído en la cuenta de que en los marcadores y altavoces del campo se dan las alineaciones y esto no puede hacerse de forma simultánea, por lo cual ahora los abucheos y ovaciones en vez de gritarse cuando salen los jugadores y árbitro se dan según los va cantando el locutor por los altavoces.
 
9.- Antes no había marcadores electrónicos, sino sólo unos grandes carteles en donde un operario iba cambiando el 0-0 inicial por el número correspondiente cada vez que se marcase un gol. Hoy en día los marcadores son televisiones gigantes en donde enfocan a los espectadores, repiten las jugadas de gol, dan avisos al público, etc., y el público en general está más pendiente de esa pantalla gigante y de su propio teléfono móvil que de lo que pasa realmente en el terreno de juego.
 
10.- Todos los partidos (salvo alguna excepción) se jugaban el mismo día y a la misma hora, normalmente a las 5 de la tarde. Si querías enterarte de cómo iba el resultado en otros partidos, o bien te llevabas un transistor al fútbol o bien estabas pendiente de lo que se llamaba “Marcador simultáneo Dardo” en donde podías ver, por ejemplo: Philips 1-0; Fanta 2-1; CocaCola 0-2; camisas IKE 2-2; etc. Para saber de qué partido se trataba tenías que escuchar la radio o haber leído antes en el periódico qué partido patrocinaba Philips, cuál patrocinaba Fanta, etc. Hoy en día, nunca se juegan –salvo excepción- dos partidos a la misma hora, y además hay partidos todos los días de la semana, con lo cual se hace muy difícil saber cómo está la clasificación, porque da igual cuando la mires, siempre habrá algunos partidos pendientes de jugarse.

Nota.- La segunda parte de este artículo puede leerse en este enlace:
https://azpressnews.blogspot.com/2024/05/cosas-que-te-sorprenderan-de-como-era_01794520323.html
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon.
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