AZprensa, el blog desea a todos sus lectores un Feliz Año
2013
lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
Visitas acompañadas
Si hay algo que detesta un visitador médico es hacer una
visita médica acompañado de un jefe, el cual estará todo el tiempo pendiente de
cómo hace su trabajo el visitador. Para el visitador, esa situación es
incómoda, porque sabe que debe atenerse al guión ensayado en las reuniones
previas y debe procurar evitar las improvisaciones, por lo que hará la clásica
“visita tipo” según marcan los cánones. Para el médico, la situación es
incómoda, porque sabe que el visitador va a hacer lo que le han dicho que haga
como un autómata y va a estar vigilado por ese jefe, por eso, normalmente, el
médico se mostrará cordial y parecerá estar interesado por todo lo que le diga
el visitador. Para el jefe, la situación es absurda porque esa visita nunca se
asemejará a una visita real, ni por el visitador (que hará lo que saben esperan
de él sin aportar nada de su propia cosecha), ni por el médico (que cambiará su
forma habitual de actuar y se mostrará condescendiente porque no desea
perjudicar a ese visitador).
Yo conozco bien esas visitas porque a veces he acompañado a
los visitadores aunque mi objetivo no era supervisarles sino simplemente
conocer cómo era su trabajo. Por ese motivo, a mí me presentaban siempre como
un nuevo compañero que estaba aprendiendo el oficio, no como un jefe. Aún así,
yo detectaba cómo el médico solía mostrarse más condescendiente de lo habitual
para que yo me llevase una buena imagen del visitador. Si así lo hacían cuando
el visitador acudía acompañado de un “compañero”, imaginaos cómo se comportaría
cuando en vez de “compañero” quien le acompañaba era un “jefe”.
sábado, 29 de diciembre de 2012
Por violenta que haya sido la batalla...
Raro es el niño que vuelve de jugar sin haberse dado algún
golpe, por ello nada mejor para unos padres que tener siempre a mano Tantum
pomada por su doble acción analgésica y antiinflamatoria. También, y dependiendo
de las necesidades, se mostraban las dos presentaciones existentes, tubos de 30
y 60 gr., aunque el visitador médico siempre se inclinaba por recomendar el
envase de 60 gr. ya que de un producto que debe usarse tan a menudo, sobre todo
cuando hay niños en la casa, conviene tener siempre un envase grande a mano. En
cuanto a las indicaciones, se destacaban las distensiones, torceduras,
esguinces, etc. que siempre están a la orden del día.
Por otra parte, las características cosméticas de la pomada
(carente de olor, rápida absorción, etc.) hacían de esta pomada el remedio
ideal para el día después de la “batalla”...
viernes, 28 de diciembre de 2012
Antes lo hemos ensayado
Cuando un médico recibe a un visitador médico puede tener la
certeza de que esa situación ha sido previamente ensayada. Antes de proceder a
realizar las visitas con un nuevo material promocional, los visitadores médicos
reciben unas instrucciones muy precisas de cómo hacer la presentación: qué
deben decir, cómo captar la atención y el interés del médico, qué tipo de
preguntas deben formularle, qué deben responder si el médico plantea alguna
objeción o evasiva... Los Supervisores de zona o Gerentes de venta o... (el
nombre varía de unos laboratorios a otros) convoca previamente a los
visitadores que dependen de él. Espera que lleguen a esa reunión con la lección
(esas instrucciones que les enviaron previamente) bien aprendida, pero eso no es
suficiente. En esa reunión se hará lo que se llama “teatro de ventas” que
consiste en que un visitador hace de médico y otro hace de visitador para
presentarle el producto. No se hace una simulación de entrevista de ventas,
sino muchas; en unas el que hace de médico será un médico amable, paciente,
etc.; en otras será un médico borde que interrumpirá al visitador y querrá
cortar cuantos antes; en otras dirá que prefiere utilizar otro tipo de
productos; en otras que tuvo una mala experiencia; en otras... y así hasta el
infinito. Todos y cada uno de los visitadores se someterán a esta prueba de
fuego, a esta tortura, ante los ojos de sus compañeros y sus jefes, los cuales
–al finalizar dicho simulacro- empezarán a enumerar todos los errores que ha
cometido ese visitador.
Cuando trabajé como Jefe de Producto también yo participé de
esas reuniones, e incluso hice de “médico” en aquellas simulaciones. Como
siempre trabajé en laboratorios con un marketing avanzado, disponíamos de
circuito cerrado de televisión para esas reuniones y grabábamos esos
simulacros. Las ventajas de esto eran evidentes. Al finalizar dicho simulacro
no se pasaba a la crítica por parte de los demás visitadores y jefes, sino que
se rebobinaba y se pasaba de nuevo esa visita para que el propio interesado se
viese a sí mismo. Al finalizar se le daba a él la oportunidad de analizarse a
sí mismo, comentar él con los demás qué era lo que pensaba que había hecho bien
y qué había hecho mal. Después de eso, simplemente quedaban algunos comentarios
adicionales, pero se había vencido esa actitud defensiva de los visitadores que
–sin haberse visto y autojuzgado- escuchaban las críticas de los demás. Se
demostraba de esta forma que nadie más que uno mismo es su mejor juez y
nosotros por tanto les dábamos la oportunidad de analizarse a sí mismos.
Cuando por fin el visitador se enfrentaba al médico, la
situación ya había sido antes ensayada hasta la saciedad y el visitador sabía
qué debía responder ante cualquier objeción...
jueves, 27 de diciembre de 2012
Por accidentada que haya sido la carrera...
En la amplia serie de folletos de Tantum pomada dedicados a
la pediatría, se insistía en la acción antálgica, no en vano los informes de
prescripciones de IMS (la compañía que tiene desde hace muchas décadas el
monopolio “de facto” de las ventas y prescripciones de los laboratorios farmacéuticos)
mostraban que el efecto antálgico era uno de los más buscados por el médico al
recetar estas cremas antiinflamatorias y, en el caso de Tantum pomada, se veía
cómo su imagen de antiinflamatorio era muy elevada pero no lo era tanto su
acción antálgica.
Por eso se destacaba en la portada del folleto la frase “Por
accidentada que haya sido la carrera y sus consecuencias dolorosas...” junto a
una ilustración muy acorde con el mundo infantil. Después, en el interior, esto
servía al visitador médico para explicar que si grandes eran las consecuencias
dolorosas del percance sufrido por el niño, “más fuerte es la acción de Tantum
pomada, que resuelve el dolor y la inflamación de la manera más sencilla,
cómoda y constante, por su doble acción analgésica-antiinflamatoria”.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Los niños y los golpes
Si hay alguien estrechamente relacionado con los golpes,
estos son los niños. Por eso, el campo de la pediatría y de los médicos
generales que veían niños, era fundamental para conseguir la prescripción de
Tantum pomada (benzidamina). Se hicieron diversas series de folletos que iban
cambiando la portada para cada visita y en el interior se destacaba sobre todo
su doble acción antiinflamatoria y analgésica.
Antiinflamatoria sin modificar las defensas fisiológicas,
acumulándose exclusivamente en el tejido inflamado, estabilizando la función
celular a nivel de sus membranas y rompiendo –gracias a su acción vascular e
histoprotectora- el círculo vicioso sustancias inflamatorias-inflamación.
Antálgica inmediata por la rápida absorción y efecto
terapéutico de la benzidamina, posterior por resolver el edema y transformar la
cicatrización de pasiva en activa, y duradera por proteger las terminaciones
sensitivas y suprimir los mecanismos bioquímicos irritantes de las mismas.
Por eso, en el caso de los niños, “por arriesgada que haya sido
la excursión y sus consecuencias dolorosas” la solución es Tantum pomada...
domingo, 23 de diciembre de 2012
sábado, 22 de diciembre de 2012
Las evidentes ventajas de la corticoterapia alternante
Cada nuevo folleto de Triniol ofrecía alguna nueva gráfica
comparativa, en donde se demostraba la superioridad de este producto y su
innovador sistema de tratamiento. Su presentación en comprimidos hidrosolubles
aseguraban igualmente una mejor tolerancia gástrica. Si el producto había roto
esquemas, era lógico que su publicidad, sus folletos, también “rompieran” con
la imagen tradicional de otros folletos.
jueves, 20 de diciembre de 2012
Un nuevo camino para la corticoterapia
El lanzamiento de Triniol no fue sólo el de un producto sino
también el de un nuevo ritmo terapéutico que abría un nuevo camino a la
corticoterapia. Los ensayos clínicos comparativos con otros corticoides
mostraban claramente las ventajas de Triniol y las posibilidades de aplicación,
sus indicaciones, eran numerosísimas. Esto hacía necesario disponer de
numerosas versiones de folletos, según el especialista que se fuese a visitar,
así como una renovación (al menos visual) del folleto que se utilizaba en cada
visita...
miércoles, 19 de diciembre de 2012
El médico y los toros
El acto de la visita médica se ha comparado muchas veces con
una corrida de toros. El visitador médico es el torero, y el médico es –con
perdón- el toro. El visitador-torero cuenta con la correspondiente muleta (el
folleto) que debe saber manejar adecuadamente. El folleto (muleta) se despliega
ante el médico para fijar su atención y hacerle “entrar” a él. Cada
argumentación que se va exponiendo ante el médico es un pase de muleta y es
necesario hacer varios pases y muy bien hechos, para conseguir que el médico
(toro) llegue entregado al final. En el transcurso de la lidia (visita) el toro
(médico) puede pararse y dejar de embestir (cuando deja de prestar atención) o
puede cabecear e incluso cornear (cuando plantea objeciones). El buen arte del
torero (visitador) deberá solventar esas embestidas violentas (objeciones)
dando la respuesta razonada y emotiva correspondiente para llevar de nuevo al
toro al redil (la muleta o folleto).
Al igual que la lidia de un toro, la visita médica tiene un
tiempo de duración determinado, normalmente en este caso suelen ser tres a seis
minutos. Una vez el médico-toro ha obedecido y seguido lo que le indicábamos
con el folleto-muleta, llega la hora decisiva, la de entrar a matar, que en
este caso es “rematar la faena” y ese remate no es otro que “pedir la receta” y
conseguir que el médico recete el producto que le hemos presentado.
Si se consigue que el médico recete el producto, la faena
habrá sido un éxito y el torero saldrá por la puerta grande; ese éxito se verá
reflejado en las ventas que las farmacias de la zona harán de ese producto y si
esas ventas alcanzan o superan los objetivos que le haya marcado el
laboratorio, el visitador-torero recibirá como recompensa unos emolumentos
extra, ya que el sueldo de todos los visitadores médicos se compone de una
parte fija y otra variable en función de las ventas que consigan.
Afortunadamente para el médico, después de la lidia seguirá
vivo; pero para su desgracia, después de haber entrado en faena con ese
visitador-torero le entrará otro y otro... y así un día tras otro. El despacho
en donde pasa consulta un médico es –se me olvidó decirlo- la plaza de toros...
o más bien de capeas, porque el toro siempre es el mismo y los toreros son
muchos y hasta hacen cola para conseguir su oportunidad y su momento de gloria...
martes, 18 de diciembre de 2012
El nombre del producto, nunca en la portada
Quizás os hayáis preguntado alguna vez por qué el nombre del
producto no suele aparecer en la portada del folleto. La razón es muy simple.
Si el nombre del producto apareciese en la portada, el médico vería de
inmediato de qué iba a hablarle el visitador médico y probablemente –al no
estar interesado en ese producto- cerraría su mente, no haría caso y conminaría
al visitador a dejar ese rollo que pensaba largarle y contarle otra cosa, algo
que al menos pudiera interesarle.
En cambio, cuando la portada, lejos de ofrecer el nombre del
producto, lo que hace es plantear una pregunta, exponer un problema, reflejar
alguna preocupación del médico en torno a una enfermedad concreta, entonces el
médico suele prestar atención porque piensa que quizás vayan a presentarle una
solución a ese problema o preocupación que tiene o simplemente vayan a hablarle
de un nuevo producto que se haya lanzado para tratar ese tipo de enfermedades.
Una vez captada la atención del médico, cuando se pasa
página y aparece el nombre del producto, ya es tarde para que el médico se eche
atrás; el médico habrá reconocido que aquél planteamiento le interesaba y por
tanto debe escuchar la “solución” que le presentan. Por supuesto que el médico
responderá las más de las veces que ya conoce ese producto, que ya lo ha
utilizado o que prefiere otro tipo de productos. Cualquiera que sea su excusa
será fallida porque inmediatamente el visitador contraatacará preguntando “¿en
qué indicaciones lo ha utilizado?”, “¿qué resultados ha obtenido?”, “¿por qué
prefiere ese otro tipo de productos?”... cualquier evasiva del médico no hace
sino despertar la curiosidad del visitador que le asaetará a preguntas y al
médico no le quedará más remedio que contestar si no quiere quedar como un
grosero. Por eso, la mayoría de los médicos prefiere mantenerse en silencio
mientras el visitador hace su exposición mientras para sus adentros piensa “a ver
si termina pronto este tío de soltarme todo el rollo, que todavía tengo muchos
pacientes esperando en la consulta”.
En definitiva, el nombre del producto sólo debe ir en la
portada del folleto cuando ese folleto (normalmente un díptico o un simple
tarjetón) se presenta en tercer lugar o cuarto lugar de la visita, es decir,
cuando el visitador ya ha gastado su tiempo presentando otros productos y de
este solo piensa en recordarle el nombre y alguna indicación para que no se
olvide de recetarlo...
lunes, 17 de diciembre de 2012
Demostraciones gráficas
En el material promocional de los medicamentos, gracias al
cual los visitadores médicos intentan convencer a los médicos de las
cualidades, ventajas y superioridad de un determinado fármaco, las gráficas
juegan un papel importante. Todo folleto que se precie suele llevar alguna
gráfica en donde se compara el medicamento que está presentando el visitador
con algunos fármacos de la competencia, y si no se dispone de una gráfica que
demuestre su superioridad, entonces se busca una que compare el citado fármaco
con un placebo, es decir, con una sustancia inerte sin ningún tipo de
actividad. ¡Así cualquiera! Pues aunque parezca increíble, aún siguen siendo
muchos los laboratorios farmacéuticos que realizan estudios en donde se compara
su producto con un placebo: a unos pacientes se les da el medicamento y a otros
unos comprimidos de igual apariencia pero que solo contienen un poco de azúcar
o sacarina. Lo más divertido de todo esto es que algunas veces no se observa
diferencia entre un grupo de pacientes y otro, resultando unas gráficas que
demuestran que un comprimido de sacarina consigue resultados positivos en un
porcentaje similar al del producto aquél en cuyo descubrimiento y desarrollo
habían invertido muchos cientos de millones. Claro está que, cuando así sucede,
el laboratorio se cuida muy mucho de no publicar esos resultados.
Los Jefes de Producto (responsables del laboratorio para el
proceso completo de comercialización de un producto) deben analizar toda la
información científica disponible, y elegir aquellas gráficas que resulten más
positivas para convencer al médico de las cualidades de un producto. Si las
comparaciones con los productos de la competencia no indican ningún tipo de
superioridad, entonces se buscan otras gráficas que simplemente expliquen el
mantenimiento de unas concentraciones óptimas de producto a lo largo del
tiempo, o la rapidez de absorción, o... siempre habrá algo que –convertido en
gráficas atractivas de colores- llame la atención del médico y le haga pensar
que aquello es muy bueno y por consiguiente debe recetarlo a sus pacientes.
domingo, 16 de diciembre de 2012
La importancia de no paralizar las suprarrenales
La presentación de Triniol ocupó siempre un lugar destacado
en el tiempo de los visitadores médicos; no sólo era importante el producto
sino que también era necesario explicar bien todo lo que representaba esa
innovación terapéutica.
¿Qué ocurría en un corticoide que se administraba un día sí
y otro no? El día de la dosis, Triniol actúa a nivel celular e inhibe la
liberación de enzimas citotóxicas, e interrumpe la onda inflamatoria de las
agresiones celulares. El día de descanso, cuando se interrumpe la actividad
terapéutica, supone una oportunidad para que las glándulas suprarrenales
funcionen, minimizándose así los efectos secundarios. Se había demostrado que
descansos periódicos en la terapéutica corticoide estimulaban la producción
endógena hormonal, ayudando a defender a las suprarrenales contra el daño de la
atrofia. Pero esta era algo que sólo podía conseguirse con un corticoide
diseñado para tal fin como era Triniol.
sábado, 15 de diciembre de 2012
Mantener la atención cuando hay mucho que explicar
Para llamar la atención del médico y facilitar la labor del
visitador médico en el transcurso de la visita, se introducían con frecuencia
novedades en los folletos. Una de ellas eran los troqueles que –según se iban
avanzando las páginas- mostraban unas cosas e iban reservando otras para el
siguiente paso de página, ayudando a mantener la atención e intriga del médico
por lo que vendría a continuación.
Este es un ejemplo de un folleto con portada y segunda hoja
troqueladas, para presentar Triniol, “el corticoide adecuado para un nuevo
ritmo terapéutico” y con elementos como este, el visitador dominaba la
situación e iba marcando el ritmo de la visita.
Tan importante como administrar el comprimido a primeras
horas de la mañana (cuando las cifras de cortisol plasmático son más elevadas)
era el hecho de administrarlo cada 48 horas puesto que se había demostrado que
“la atrofia sufrida por las glándulas suprarrenales, medida por el peso de las
mismas, fue menos cuanto mayor fue el intervalo de tiempo entre las dosis
administradas”.
Tanto los médicos como los pacientes estaban preocupados por
los efectos secundarios de los corticosteroides disponibles hasta ese momento:
frenación hipófiso suprarrenal, cara de luna, osteoporosis, hipertensión,
diabetes, úlceras gastroduodenales, etc. Triniol, el único adaptado a la
terapia alternante, se convertía así en la terapia de elección sobre todo en
aquellos pacientes que requerían un tratamiento prolongado...
viernes, 14 de diciembre de 2012
El nuevo ritmo terapéutico de la corticoterapia
Si Cortidene monodosis había sido un producto de éxito en el
campo de la corticoterpia, el lanzamiento de Triniol vino a romper moldes. En
su folleto de lanzamiento se hablaba de “Una nueva realidad en corticoterapia”
e introducía una nueva forma de utilizar la corticoterapia: la terapia
alternante, es decir, un comprimido cada 48 horas en una sola toma por la
mañana.
Esto era posible por su vida hemática breve en relación con su larga actividad en los tejidos, su tolerancia y su biodisponibilidad. El reto estaba claro: ¿por qué utilizar corticoides y sistemas de administración con efectos secundarios importantes cuando se puede resolver el problema, desde el principio, con Triniol?...
jueves, 13 de diciembre de 2012
Aliados en el hospital
En el campo de la anestesia, el Instituto Farmacológico
Latino contaba con dos anestésicos ampliamente utilizados: Deydrobenzperidol y
Thalamonal. Eran productos muy antiguos, muy utilizados y con un precio muy
bajo, tan bajo que no compensaba invertir en dinero en su promoción. Sin
embargo yo propuse (y así se hizo) dedicar tiempo de visita para promocionar
estos productos, no porque el aumento de su utilización compensase el gasto,
sino porque los anestesiólogos (les gusta más este nombre que el de anestesistas) podían ser unos eficaces aliados de nuestros
visitadores médicos a la hora de aumentar nuestra penetración hospitalaria. Así
se hizo, y los anestesiólogos (en aquella época casi nadie los visitaba y
agasajaba) se sintieron tan agradecidos de que algún laboratorio les hiciese caso,
que estrecharon sus lazos de amistad con los visitadores de Latino y les
ayudaron a la hora de conseguir contactos, entrevistas, etc. con otras personas
clave de los hospitales de cara a introducir el resto de productos del
amplísimo vademécum de este laboratorio...
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Haloperidol, historia de la psiquiatría
En este repaso que estamos haciendo en estos últimos posts a
los productos del amplísimo vademécum que poseía el laboratorio Latino-Syntex,
no podemos olvidar otros tan famosos como los antidiarreicos Protector
(difenoxilato) un auténtico “tapón” cuando se producía una diarrea funcional, y
Saleton (difenoxilato, furazolidona y neomicina).
Pero tampoco podemos olvidar el Haloperidol, el fármaco más
utilizado en psiquiatría.
El Haloperidol ha sido y sigue siendo un producto de referencia y tan famoso que hasta su nombre comercial, “Haloperidol” es el mismo nombre de su denominación genérica.
Dentro del campo de la psiquiatría también existían en este laboratorio otros productos, ya desaparecidos, como Vesalium (Haloperidol e isopropamida) para los trastornos psiquiátricos con componente somático, y una variante del Haloperidol denominada Triperidol.
Los laboratorios farmacéuticos siguen siendo mundos cerrados a la comunicación con el público general como lo fueron en el pasado.
“La industria farmacéutica por dentro”: https://amzn.to/3tvDp0x
martes, 11 de diciembre de 2012
Eficacia dermatológica y perfección cosmética
En el campo de la dermatología, Syntex era el rey con el
acetónido de fluocinolona, corticoide de acción tópica. Su gama era la más
extensa que uno pueda imaginarse, y muchas de esas formulaciones siguen
vendiéndose hoy día: Synalar crema, Synalar Gama, Synalar Forte, Synalar neomicina,
Neo Synalar, Synalar ótico, Synalar rectal. Synalar nasal, Synalar espuma...
Y también latino tenía dos estrellas, una muy antigua pero
insuperable en cuanto a eficacia y perfección cosmética, el Ecomitrin
(anfomicina, neomicina y cortisol), y el más moderno Cutanit (fluclorolona)...
lunes, 10 de diciembre de 2012
El eterno rey de los antiinflamatorios locales
En el campo de los antiinflamatorios, Syntex tenía el
Naproxen y la formulación específica con mayor poder antálgico, Antalgin. Por
su parte, Latino tenía toda la gama Tantum (benzidamina) muchas de cuyas
formulaciones y otras nuevas que han ido apareciendo, se siguen vendiendo hoy
día.
Los comprimidos de Tantum eran eficaces, pero provocaban con
demasiada frecuencia molestias gástricas, por eso sus ventas fueron siempre
secundarias mientras que otras formulaciones por vía tópica (libres de esos
efectos secundarios de tipo digestivo) obtuvieron y siguen manteniendo un
notable éxito.
Cabe destacar el Tantum Pomada (que llegó a monopolizar su
grupo terapéutico), el Tantum Fuerte (con mayor concentración y una crema
cosmética similar a la Nivea), Tantum Verde colutorio (para enjuagues bucales),
Tantum Bucal (en spray para pulverizaciones en la garganta o encías), y
posteriormente se han comercializado caramelos de Tantum con diversos sabores,
los cuales resultan muy útiles para irritaciones de garganta o pequeños
procesos inflamatorios gingivales.
La clave del éxito del Tantum estaba en su triple efecto,
algo de lo que muy pocos (por no decir ninguno) podía presumir:
antiinflamatorio, antálgico e histoprotector...
domingo, 9 de diciembre de 2012
Los ciclos de la vida... farmacéutica
Los laboratorios pequeños, con pocos recursos económicos,
hacían algunos folletos para presentar sus productos y no los sustituían por
otros hasta que el médico estaba tan cansado de verlos que ponía cara de
aburrimiento cuando veía aparecer otra vez al visitador médico con “el folleto
de siempre”. Por el contrario, los Laboratorios importantes y con recursos,
como Latino-Syntex, variábamos esos folletos cada poco tiempo. En el caso
concreto de latino-Syntex, dividíamos el año en cinco Ciclos promocionales:
Enero-Febrero; Marzo-Abril; Mayo-Junio-Julio; Septiembre-Octubre; y
Noviembre-Diciembre; Agosto no figuraba porque era el mes en el que todos los
visitadores médicos y la gente de marketing teníamos que tomar las vacaciones
obligatoriamente ya que en ese mes también casi todos los médicos tomaban sus
vacaciones y... los pacientes dejaban de quejarse de sus pequeñas dolencias
porque también se iban de vacaciones y dejaban su visita al médico para cuando
regresasen de la playa.
Para cada Ciclo promocional se preparaba un folleto (bien
fuese de 12 páginas, de 8, de 4 o un simple tarjetón) diferente, y –con buen
criterio publicitario- no se trataba de folletos aislados, sino que todos ellos
formaban parte de una misma campaña, utilizando imágenes y grafismos que se
potenciaban entre sí, y argumentos promocionales que se iban potenciando
igualmente. De esta forma, cada visita médica era diferente (tanto visual como
argumentalmente) y al estar formando cada unidad parte de una misma campaña,
cada visita era continuación de la anterior y preludio de la siguiente,
consiguiéndose un efecto acumulativo, justo lo que se persigue siempre con la
Publicidad. Eran los años 70 cuando yo trabajé en esta compañía y debo
reconocer que ya entonces se utilizaron criterios publicitarios profesionales.
sábado, 8 de diciembre de 2012
Los reyes de la Odontología
En el campo de la antibioterapia, Latino ofrecía también una
amplia gama de antibióticos. El más popular era la Tantum Ciclina, antibiótico
cuya pnetración en el campo de la odontología justificaba por sí solo la visita
periódica a los odontólogos; pero también había otros:
Bronco Biotic: cloranfenicol y tetraciclina
Colimicina, Colimicina Oral y Colimicina Oral Forte: sulfato
de colistina
Elaciclina: carboxamida
Tantum Ciclina: benzidamina y tetraciclina
Tribiotic: penicilina rápida con dihidroestreptomicina
Ultrabiotic: penimepiciclina...
viernes, 7 de diciembre de 2012
El refresco del seguro
El Instituto Farmacológico Latino, “Latino” para los amigos,
tenía posiblemente la mejor gama de compuestos vitaminados. Su estrella era la
“Cecrisina efervescente”, que mantenía una dura pugna con el Redoxón
efervescente de Bayer por el liderato de las vitaminas C. De Crecisina decíamos
que tenía mejor sabor, y como estábamos tan seguros de ello, los visitadores
médicos llevaban un vaso de cristal seriagrafiado como regalo al médico y en el
transcurso de la primera visita le pedían agua, echaban un comprimido de
Cecrisina y después se lo ofrecían al médico para que comprobase por sí mismo
que aquél era el mejor sabor de todas las vitaminas C del mercado. En visitas
posteriores se seguían regalando vasos, para satisfacción de las mujeres de los
médicos que veían así completar su vajilla.
A nivel popular, la gente llamaba a la Cecrisina “el
refresco del seguro” y acudían con frecuencia al médico para que les recetase
ese “refresco de naranja” que tan bien les sabía y tan bien les sentaba.
Pero, como digo, ese no era el único preparado vitamínico.
También estaban todos estos y alguno más que ya no recuerdo:
AC-Crisina: A y C
Acrisina: A
Adecrisina: A y D
B12 Latino Depot: B12
Biocrisina: C, cianocobalamina y l-lisina
Calcio Carnitina C: carnitina, B12, calcio soluble, B2 y C.
Calcio Crisina: calcio soluble, C y D
Cecrisina efervescente: C
Crisina B1 B6 B12: B1, B6 y B12.
Neuro Carnitina: carnitina, n-acetil-glutamina, B6 y B12
Neuro Crisina: l-glutamina, B1 y B6
Neuro Tantum: benzidamina, B1, B6 y B12
Spartocine: aspartato ferroso
Triadón cálcico: isoniacida, ácido fólico, sulfato de cobre,
sulfato de manganeso, óxido levo-ascórbico y lactato cálcico
Vication: suplemento vitamínico general
Vitagland: terapéutica virilizante...
jueves, 6 de diciembre de 2012
Años fiscales
El pertenecer a una multinacional tiene algunas
peculiaridades según sea el país de origen de dicha multinacional. Si cuando
trabajaba en Zéneca se presentaban los resultados económicos anuales dividiendo
Europa en dos (Reino Unido y Europa Continental; es decir, el Reino Unido no
era una isla, era Europa la que estaba geográficamente separada del Reino
Unido), en el caso de una compañía norteamericana con sede en Palo Alto
(California), tal como era Syntex, los años no empezaban en Enero, sino en
Julio (es lo que ellos llamaban “años fiscales”). Esto no traía mas que dolores
de cabeza y trabajo extra; más, por supuesto, para los de Contabilidad, pero
también para los de Marketing, que debíamos desguazar los informes anuales de
IMS (donde se reflejaban las ventas de todos los productos del mercado) y
montar unos nuevos informes que fuesen de Julio a Junio.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Literatura
Cualquier persona conoce lo que es la literatura: el arte que utiliza como
instrumento la palabra y, por extensión, el conjunto de producciones
literarias. Sin embargo cuando yo empecé a trabajar en la industria
farmacéutica conocí una nueva acepción de la palabra “Literatura”: soporte de
papel en el que se imprimen las ventajas de un producto para que el visitador
médico se las presente al médico y consiga la receta del producto en cuenstión.
Esas
“literaturas” podían ser de diversas formas. Estaba el “Tarjetón” que, como su
nombre indica, era como una tarjeta de visita pero más grande, más o menos un
21x28 cms. o un poquito inferior, la cual solía llevar en una cara una imagen
gráfica y frase de impacto y por el reverso los puntos promocionales o
argumentos del producto. Después, y por orden de menos a más, estaba el
“Depliant”, más conocido como “Díptico”. Con algo más de extensión estaba el
“Tríptico”, que era el que menos gracia le hacía a los visitadores médicos
porque les hacía extender demasiada cantidad de papel ante los ojos del médico
y, sobre todo cuando la visita era de pie, resultaba bastante incómodo de
utilizar. Y finalmente estaba la “Brochure”, conocida hoy como “Folleto”, que
podía ser de 8 o de 12 páginas; este último sólo se utilizaba para el
lanzamiento de los nuevos productos (porque era necesario explicar más cosas)
y/o para aquellos productos que se presentaban en primer lugar de la visita y
ocupaban la mayor parte del tiempo de la visita.
martes, 4 de diciembre de 2012
Campañas de intriga
Esta práctica se había empezado a poner en práctica en la
publicidad general pero nadie hasta entonces la había aplicado en la publicidad
médica, una publicidad que siempre se mostró reacia a las innovaciones y a la
creatividad. No era ese el caso de Latino-Syntex y de su equipo de marketing
que disponía de sus propio creativos y que –quizás por primera vez- había
contratado como Jefe de Promoción a un titulado en Publicidad. Contaba pues,
con la empresa ideal y el apoyo de la dirección, para llevar aire fresco, ideas
nuevas, a la publicidad médica.
En la imagen, un anuncio de la campaña de intriga para uno
de los lanzamientos más importantes que hicimos. Era evidente que anunciaba el
lanzamiento de un corticoide; no se decía cuál, pero sí dejaba en el aire una
pregunta “¿Se puede prescribir la corticoterapia un día sí y otro no?”. Desde
luego, hasta entonces ningún corticoide se prescribía así... como tampoco
ningún otro fármaco había desarrollado campañas de intriga...
lunes, 3 de diciembre de 2012
La revista que saltó por los aires
Yo pude presenciar cómo una revista médica “saltó por los
aires” (sic). Esto sucedió a finales de los años 70 cuando trabajaba en
Laboratorios Latino. Las oficinas estaban en la última planta y esa superficie
diáfana se había parcelado con paneles de madera por abajo y cristal esmerilado
por arriba para formar los dspachos; pero los paneles no llegaban hasta el
techo, por lo que había que tener cuidado con lo que se decia porque el sonido
llegaba a los despachos cercanos. El director de Latino, Carlo de Franceschi,
donde disfrutaba de verdad era con la gente de Marketing, de ahí que en alguna
ocasión compartiese despacho en aquella planta, y no en la planta noble (la
planta baja) en donde tenía su lujoso despacho habitual.
En Latino teníamos una revista que se enviaba mensualmente a
todos los médicos: Medicamenta. Una revista de gran acogida entre todos los
médicos y que llevaba muchos años de historia. Pero esa revista sólo llevaba
publicidad de nuestro laboratorio y por consiguiente no generaba ningún ingreso
directo... sólo gastos, de ahí que su coste se repartiese proporcionalmente en
los presupuestos de cada uno de nuestros productos en promoción, los cuales se
anunciaban ahí.
La inflación subía cada año más y se hacía necesario
recortar gastos. El director les encargó a los responsables de la revista que
buscasen alguna forma de ahorrar y estos pensaron que quizás se podía utilizar
otro tipo de encuadernación para abaratar los costes. Así lo hicieron y
llegaron un día a ese despacho para presentarle la maqueta de la nueva
encuadernación en donde las hojas iban pegadas al lomo. Eso es lo que creían.
Cuando De Franceschi abrió la revista y vio que las páginas empezaban a
soltarse, fue él mismo quien también se soltó, lanzando todo tipo de gritos y
lanzando también la revista hacia el techo.
Alertados por los gritos, todos dirigimos la vista hacia el
despacho del director y pudimos ver cómo por la parte superior de las mamparas
de dicho despacho subía hasta el techo una revista deshojada y caía más deshojada
aún y balanceándose por el aire. Ni que decir tiene que esa propuesta no
fructificó y poco después tomó la drástica decisión de cortar por lo sano, no
la cabeza de aquellos responsables, sino la continuidad de la revista que tras
muchos años en el mercado desapareció. Pero en la memoria me quedará para
siempre la imagen de esas hojas sueltas de la revista que bajaban balanceándose
por los aires en medio del estruendo de los gritos del director...
domingo, 2 de diciembre de 2012
El éxito de los curanderos
Hace poco vi en la televisión un
reportaje sobre los videntes y curanderos; en el mismo se decía que su negocio
aumenta en tiempos de crisis y que en España ya hay el mayor número de videntes
y curanderos por kilómetro cuadrado, de toda Europa. ¿Cuál puede ser la razón
de su éxito? ¿Cómo puede creerse la gente que son capaces de curar cualquier
enfermedad o de remediar cualquier mal de amores? Pensé sobre esto y encontré
la respuesta: cuando acudes a un curandero o vidente encuentras cariño,
comprensión, alguien que se interesa por ti, que te escucha, que te sonríe, que
te dice palabras amables… Por el contrario, ¿qué ocurre cuando vas al médico?
Pues eso, todo lo contrario: antes de que hayas completado la primera frase ya
te ha despachado con una receta de paracetamol o ibuprofeno y está llamando al
siguiente paciente. Como además, la mayoría de nuestros males están en el
cerebro, el efecto placebo es muy importante, y por eso unas palabras amables y
un poco de tiempo para escucharte surten más efecto que la mejor medicina
despachada a toda pastilla y sin la menor empatía.
sábado, 1 de diciembre de 2012
Fidelidad a la empresa
Hace unas décadas, cuando se entraba a trabajar en una
empresa era “para toda la vida”... o casi; de hecho, cuando se producía alguna baja era porque el interesado había encontrado otro trabajo mejor en otra empresa y aún así le costaba tomar la decisión de abandonar "su" empresa. Prueba de ello es una información
rescatada del año 1976. En aquél momento los laboratorios Latino-Syntex
organizaron un emotivo acto para homenajear a los empleados que había cumplido 25,
20, 15 y 10 años trabajando en la compañía. Resulta que esta era una empresa
con 400 empleados y el número de homenajeados en aquella ocasión fue de 43, es
decir, en más de un 10 por ciento coincidía su antigüedad en la empresa con una
de estas efemérides lo que da una buena idea del nivel de estabilidad laboral y
fidelidad que se respiraba. Está claro que eran otros tiempos...
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