(AZprensa)
Existen varios factores responsables del envejecimiento prematuro, pero el
principal es el estrés oxidativo provocado por los radicales libres,
procedentes del exterior (contaminación industrial, tabaco, radiación,
medicamentos, aditivos, pesticidas, consumo excesivo de fritos, ejercicio
intenso…) o del interior (reacciones químicas de la respiración, la renovación
celular y de la actividad de las mitocondrias, la central energética de la
célula).
No
podemos evitar cumplir años, pero sí podemos frenar y tratar algunas de las
manifestaciones del envejecimiento prematuro, mediante la combinación
estratégica de alimentos, practicando actividad física regular, controlando el
estrés crónico al que estamos sometidos y la ayuda de nutricosméticos y
suplementos antioxidantes.
Estos
son los 10 puntos básicos de la “Dieta Antiaging” que propone la doctora en
Farmacia y Nutricionista Amil López Viéitez, y que retrasa los efectos del
envejecimiento:
1.- Antioxidantes
La
vitamina A y los carotenos mejoran la estructura y el aspecto de la piel,
mucosas, cabello, uñas y vista. Están presentes en frutas y verduras como el
melón, mango, caqui, zanahoria, tomate, pimientos, espinacas, canónigos,
berros, alga nori y boniato.
La
vitamina C es necesaria para la síntesis de colágeno y rejuvenece el sistema
inmunológico, facilita la cicatrización y la absorción del hierro. Está
presente en los cítricos, grosellas, guayabas, pimientos, coles de bruselas,
coliflor y brécol. Los fumadores necesitan un mayor aporte.
La
vitamina E reduce el daño por radicales libres y mantiene la piel luminosa y
elástica. Abunda en el aceite de oliva y los frutos secos.
Los
polifenoles y flavonoides son antioxidantes que reducen la formación y
neutralizan los radicales libres. Abundan en bayas como arándanos y maqui,
uvas, vegetales, té y vino.
2.- Minerales
Para
el funcionamiento de las enzimas antioxidantes son necesarios algunos minerales
que actúan como cofactores:
El
selenio y la vitamina E previenen el daño celular. Fuentes de selenio son la
carne de cerdo, pavo, pescado, marisco y frutos secos. El aceite de oliva es el
alimento que aporta más vitamina E.
El
zinc potencia la acción de la vitamina A, fortalece el cabello, la
cicatrización y es protector hepático. Las principales fuentes son el salvado,
la avena, germen trigo, pipas de girasol y calabaza, semillas de sésamo, maíz,
algas y chocolate.
El
magnesio ayuda a estabilizar el calcio en los huesos y dientes, calma el
sistema nervioso y reduce los calambres. Está presente en frutos secos,
cereales integrales y también en el chocolate.
El
cobre aumenta la asimilación del hierro y de la vitamina C. Reduce las líneas
de expresión y minimiza las manchas de la piel. Sus principales fuentes son
legumbres, cereales integrales, hígado, mariscos, ciruelas y pasas.
El
hierro activa la oxigenación celular, la formación de colágeno, el sistema
inmune y hace sinergia con las vitaminas del grupo B. Su principal fuente son
los moluscos como mejillones y almejas, carnes rojas, morcilla, legumbres,
verduras de hoja verde oscura, lombarda, perejil, alcachofa, brócoli y
coliflor.
3.- Omega-3 (pescado azul)
De
gran poder antinflamatorio, ralentiza el envejecimiento prematuro, activa la
memoria, la concentración y la agudeza visual. Ayuda a reducir el colesterol y
la tensión arterial. Abunda en los pescados azules (salmón, atún y anchoas), en
el krill (crustáceos marinos) y en el lino y la chía. Las fuentes vegetales se
asimilan muy poco y las de origen animal, al cocinarlas pierden mucha
actividad, por lo que se recomienda en forma de suplemento concentrado.
4.- Más fibra
Las
frutas, verduras y legumbres aportan fibra y agua. Al incluirlas en tu dieta
antiaging evitas el estreñimiento y potencias la eliminación de toxinas.
Además, reducen los niveles de colesterol circulante evitando que se absorba en
exceso y tienen un efecto protector sobre el cáncer de colon.
5.- Aumenta el consumo de
cebollas, ajos y puerros
Son
ricos en sulfuro que mejora la eliminación de toxinas y repara los cambios
producidos en la piel por el paso del tiempo. Hidratan y aclaran el tono del
cutis.
6.- Bebe 1,5 a 2 litros de agua
al día
Hidratarse
correctamente favorece la eliminación de toxinas, el tránsito intestinal y
purifica la piel, dejándola jugosa y tersa.
7.- Evita el azúcar oculto
Reduce
el consumo de jarabe de maíz alto en fructosa, refrescos, zumos, cereales del
desayuno, salsas, bollería industrial y comidas procesadas. Aportan azúcares
ocultos que favorecen la “caramelización” de las proteínas y el envejecimiento
celular (acumulación productos avanzados glicación -PAG o AGE advanced
glycation end products-).
El
exceso de azúcar en sangre activa la hormona insulina favoreciendo los procesos
inflamatorios y el envejecimiento prematuro. El sabor dulce, aunque sea procedente
de edulcorantes, descompensa la saciedad y aumenta el almacenamiento de grasa
corporal.
8.- Deja el tabaco y reduce el
consumo de alcohol
Cada
calada a un cigarrillo genera más de un billón de radicales libres y activa una
respuesta inflamatoria en la piel. El tabaco destruye el colágeno y la vitamina
A, acelerando el envejecimiento y las arrugas prematuras.
El
alcohol deshidrata y reduce la
oxigenación de sangre y tejidos, por lo que tu piel pierde brillo, elasticidad
y firmeza. Favorece que se pronuncien más las líneas de expresión y las
arrugas.
9.- Duerme al menos 7 horas
El
colágeno se produce mientras duermes, sobre todo en la primera fracción del
sueño y siempre que sea un sueño de calidad, por lo que debemos dormir un
mínimo de 7 horas.
10.- Nutricosméticos
La
Nutricosmética se define como la cosmética que nutre desde el interior. ¿Por
qué limitarte a cuidarte por fuera cuando también puedes hacerlo por dentro? A
partir de los 30 años se va reduciendo la síntesis de colágeno (estructural) y
ácido hialurónico (hidratación), por lo que debes incluir en tu alimentación un
complemento nutricional a base de ambos y antioxidantes para frenar el paso del
tiempo.