(AZprensa) El grupo
químico y farmacéutico alemán Bayer está dispuesto a convertirse en el Nº 1 del
mundo en el sector de agroquímicos, algo que podrá lograr si le autorizan y
completa con éxito la compra de la compañía de agroquímicos Monsanto, y eso que
Monsanto es blanco diario de los ataques de grupos verdes y ecologistas y su
imagen pública es nefasta, pero su catálogo de productos produce importantes
beneficios y eso es lo que cuenta.
Bayer lleva tiempo
preparando este paso y, por ejemplo, el pasado 13 de octubre vendió a BASF
parte de su negocio de agroquímicos y
semillas por 5.900 millones de euros en metálico para evitar solapamientos que
según las leyes de la competencia echarían por tierra su adquisición de Monsanto.
Ahora da un nuevo paso
y vende a BASF (de forma condicionada, es decir, que no se formalizará la venta
si no se completa con éxito la compra de Monsanto) los
herbicidas comercializados bajo las marcas Liberty, Basta y Finale (que
incluyen el herbicida glufosinato
de amonio) y un amplio paquete de semillas que incluyen híbridos de colza y semillas
de algodón y de soja de alto rendimiento y resistentes al herbicida. Las ventas
de este paquete alcanzaron los 1.300 millones de euros en 2016.
La Comisión Europea
(CE) ha solicitado más informaciones y se pronunciará, como muy tarde, el 5 de
abril, y si todo sale como prevé Bayer, podrá cerrar la transacción en el
segundo trimestre de este año. A partir de ese momento, Bayer debería emprender
una fuerte campaña de comunicación y de lavado de imagen de la muy deteriorada
imagen pública de Monsanto.
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