(AZprensa) Desde que Donald Trump asumió su segundo mandato
como 47.º presidente de los Estados Unidos el 20 de enero de 2025, su
administración ha registrado varios logros que, a pesar de su relevancia, han
sido minimizados o directamente ignorados por gran parte de los medios de
comunicación, tanto en Estados Unidos como en Europa. Los medios alineados con
el Partido Demócrata en EEUU tienden a desvirtuar estos éxitos, mientras que
los medios europeos, en muchos casos, optan por un silencio ensordecedor. Sin
embargo, los hechos y las cifras demuestran que la gestión de Trump, lejos de
los augurios catastrofistas de sus detractores, está produciendo resultados
tangibles en áreas clave como la economía, la política exterior y la seguridad.
Avances en política exterior y mediación internacional
Uno de los logros más destacados de Trump en 2025 ha sido
su papel en la mediación de conflictos internacionales. Pakistán nominó
oficialmente a Trump para el Premio Nobel de la Paz por su intervención en un
acuerdo de paz con India, evitando una escalada bélica (¿a que no has oído o
leído nada sobre esto? Este esfuerzo diplomático, que pasó desapercibido en
muchos medios, refleja la capacidad de Trump para posicionarse como un mediador
en conflictos globales, algo que ya demostró en su primer mandato con los
Acuerdos de Abraham.
Además, en el reciente summit de la OTAN en La Haya,
Trump logró que los aliados acordaran aumentar el gasto en defensa al 5% del
PIB, más del doble del objetivo anterior del 2%. Líderes como el secretario
general de la OTAN, Mark Rutte, elogiaron su enfoque "decisivo" en
temas como Irán y el gasto militar, un reconocimiento que contrasta con la
escasa cobertura positiva en los medios europeos. Estas acciones refuerzan la
posición de liderazgo de EEUU en la escena global, a pesar de las críticas
iniciales sobre su política de "America First".
Reformas económicas y desregulación
La administración Trump ha avanzado en su agenda de
desregulación, eliminando normativas que considera restrictivas para el
crecimiento económico. Según el Brookings Institute, el segundo mandato de
Trump ha implementado cambios regulatorios significativos en sectores como
energía, salud y trabajo, con el objetivo de reducir la burocracia y fomentar
la inversión. Estas medidas han sido bien recibidas por sectores empresariales,
que reportan mayor flexibilidad para operar.
En el frente comercial, Trump ha iniciado negociaciones
activas con China para establecer un "acuerdo justo" que reduzca los
aranceles, según declaraciones suyas a la prensa. Aunque los aranceles
impuestos por Trump han generado controversia, con un 59% de desaprobación según
una encuesta de Pew Research Center, el 39% de los estadounidenses los aprueba,
y los efectos económicos a largo plazo aún están por evaluarse. Estas políticas
buscan fortalecer la economía interna, un objetivo que, según la Casa Blanca,
está alineado con mejorar la calidad de vida de los estadounidenses.
Victorias legales y reformas judiciales
La administración Trump ha obtenido victorias legales
significativas, como el fallo de la Corte Suprema que limita el poder de los
jueces federales para bloquear políticas presidenciales a nivel nacional, en un
caso relacionado con la ciudadanía por nacimiento. Este fallo, calificado por
Trump como una "victoria monumental", fortalece la autoridad
ejecutiva y ha sido un paso clave para implementar su agenda sin obstáculos judiciales.
Aunque la decisión no abordó la legalidad de la política en sí, representa un
avance para su administración en un área donde enfrentó numerosas trabas
durante su primer mandato.
Seguridad y aplicación de la Ley
En materia de seguridad, Trump ha mantenido un enfoque
firme. Un tribunal de apelaciones permitió que el presidente mantuviera el
control de las tropas de la Guardia Nacional desplegadas en Los Ángeles tras
protestas por redadas migratorias. Además, ha firmado órdenes ejecutivas para reforzar
la aplicación de la ley, incluyendo medidas para proteger a la policía y
aumentar las deportaciones, alineadas con su promesa de fortalecer la seguridad
fronteriza. Estas acciones, aunque polémicas, han resonado con sus seguidores,
quienes ven en ellas un compromiso con el orden público.
El silencio y la distorsión de los medios
A pesar de estos logros, la cobertura mediática ha sido
marcadamente desigual. En Estados Unidos, los medios con audiencias de
tendencia demócrata, como MSNBC, The New York Times y The Washington Post,
tienden a enfocarse en las controversias de Trump, minimizando o desvirtuando
sus éxitos. Por ejemplo, la cobertura de MSNBC sobre el fallo de la Corte
Suprema se centró en las críticas de figuras demócratas como Jamie Raskin, quien
acusó a la Corte de "complacer" a Trump, en lugar de destacar el
impacto del fallo en la autoridad presidencial. The New York Times, por su
parte, ha enfatizado los recortes en programas sociales como Medicaid,
presentándolos como un riesgo político para los republicanos, sin mencionar los
argumentos de la administración sobre la necesidad de reducir el gasto público.
En Europa, los medios han optado mayoritariamente por el
silencio. Euronews, por ejemplo, cubrió el summit de la OTAN, pero dio más peso
a las declaraciones de líderes europeos que a los logros concretos de Trump,
como el aumento del gasto en defensa. The Guardian, aunque mencionó las
acciones de Trump en sus primeros 100 días, adoptó un tono crítico, destacando
las protestas contra su administración y las preocupaciones sobre el uso
excesivo de órdenes ejecutivas, sin equilibrar la cobertura con sus resultados
positivos. Esta omisión refleja una narrativa predominante en Europa que tiende
a retratar a Trump como una figura polarizadora, ignorando los aspectos de su
gestión que podrían ser vistos como éxitos.
Los hechos frente a la narrativa
A pesar de la retórica negativa, los hechos y las cifras
muestran que la gestión de Trump no ha sido el desastre que muchos predijeron.
Una encuesta de Pew Research Center realizada entre el 7 y el 13 de abril de
2025 reveló que el 40% de los estadounidenses aprueba la gestión de Trump, un
nivel comparable al de su primer mandato y no muy por debajo de otros
presidentes en sus primeros 100 días. Aunque el 59% desaprueba sus aranceles y
el 55% critica los recortes a agencias federales, el 44% aprueba estas medidas,
lo que indica un apoyo significativo en ciertos sectores. Además, la confianza
en la administración Trump para reportar hechos de manera precisa supera a la
confianza en los medios (44% frente a 29%), según una encuesta de YouGov, lo
que sugiere un escepticismo generalizado hacia la cobertura mediática.
En política exterior, el reconocimiento de Pakistán y los
elogios de líderes de la OTAN demuestran que Trump mantiene una influencia
global que sus críticos subestiman. En el ámbito doméstico, su enfoque en la
desregulación y la seguridad ha generado resultados concretos, como la
flexibilización de restricciones para las empresas y el fortalecimiento de la
aplicación de la ley, que cumplen con las promesas de su campaña.
Frente a unos y otros están los hechos, y estos son obstinados:
la mediación en conflictos internacionales, las victorias legales, las reformas
económicas y las medidas de seguridad muestran una administración que, en menos
de seis meses, ha avanzado en su agenda con determinación. Frente a la
palabrería de los críticos, los datos y los resultados hablan por sí mismos. La
pregunta es si los medios, atrapados en sus sesgos, empezarán a reflejar esta
realidad o seguirán priorizando la narrativa sobre los hechos. En un mundo
donde la confianza en los medios está en mínimos históricos, la verdad, tarde o
temprano, encontrará su camino.
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