(AZprensa) Mientras que por un lado nuestro Sistema
Solar parece estar anegado en agua en algunos lugares (por ejemplo el satélite
de Júpiter, Europa), otros parecen haber perdido grandes cantidades de agua. Un
ingeniero argentino de la NASA, Jerónimo Villanueva, ha encabezado un equipo de
científicos que ha reconstruido el pasado de Marte. Para ello han utilizado los
tres telescopios de infrarrojos más potentes y precisos del mundo (entre ellos
el de Atacama en Chile) para fotografiar la atmósfera del planeta rojo. Durante
seis años han estado analizando la proporción de dos tipos de moléculas de
agua, la general (H2O) y otra denominada HDO que contiene deuterio, una
variante más pesada de hidrógeno.
La proporción entre estos dos tipos de moléculas
resulta muy ilustrativa ya que la versión pesada queda atrapada en el ciclo de
agua marciano mientras que la versión ligera tiende a escapar hacia el espacio.
Midiendo la proporción de las mismas en los polos de Marte han podido calcular la
velocidad a la que este planeta está perdiendo agua y, en consecuencia,
retroceder hacia el pasado para saber cuánta agua llegó a albergar.
En base a estos datos se estima que hace 4.500
millones de años Marte tuvo un gran océano que, aunque no era muy profundo (un
kilómetro y medio de profundidad como máximo) se concentraba en las planicies
del hemisferio norte ocupando una superficie similar a la de nuestro océano
Ártico con un volumen total de unos 20 millones de kilómetros cúbicos de agua.
“Marte fue húmedo durante unos 1.500 millones de años, mucho más tiempo del que
fue necesario para que surgiera vida en la Tierra”, asegura Villanueva.
Ese océano pudo mantenerse unos 1.000 o 1.500 millones
de años, tiempo más que suficiente para dar origen a la vida; sin ir más lejos,
en la Tierra sólo fueron necesarios 800 millones de años para que surgiese la
vida hace 3.500 millones de años.
Según sugiere este equipo de investigadores, Marte ha
perdido el 87% del agua de sus océanos primitivos, quedando el 13% restante en
los polos del planeta. Pero, ¿dónde se fue el agua? Para algunos está claro que
dicha agua se encuentra en los casquetes polares de Marte y en numerosos
lugares bajo la superficie marciana. También parece que gran parte de la
atmósfera primitiva de Marte fue despojada por el viento de partículas cargadas
que fluyen del Sol, haciendo que el planeta se seque. Sin embargo esta
investigación ha servido también para conocer la existencia de diversos
microclimas en distintas regiones del planeta y que, tal como indica
Villanueva, “puede significar que hay reservorios de agua bajo la superficie de
Marte”.
Comprender la distribución del agua en nuestro sistema
solar es de gran importancia para comprender cómo se formaron los planetas,
satélites, cometas y otros objetos hace unos 4.500 millones de años a partir
del disco de gas y polvo que rodeaba nuestro Sol. La existencia de agua es
fundamental no sólo para la vida, tal como la conocemos, sino también para
futuras misiones tripuladas al planeta, ya que la misma puede utilizarse
–además de los usos conocidos por todos-para obtener hidrógeno que sirva de
combustible que facilite la energía necesaria a las eventuales colonias de
humanos que quizás algún día se instalen allí. Marte parece, pues, el destino que
aguarda a la humanidad.
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