(AZprensa)
En una comparecencia que duró casi cinco horas y que se presumía como un ajuste
de cuentas con la corrupción en el PSOE, Pedro Sánchez apareció ante la
comisión de investigación del Senado el 30 de octubre de 2025. Convocado por el
PP para esclarecer el "caso Koldo" —esa trama de comisiones ilegales
por mascarillas durante la pandemia que salpica a exministros como José Luis
Ábalos y al actual secretario de Organización, Santos Cerdán—, el presidente
del Gobierno optó por una estrategia que podría titularse "La amnesia
presidencial". "No me consta", "no recuerdo", "no
lo sé" o "desconozco" fueron las muletas verbales que repitió
hasta la saciedad, sumando al menos 18 "no me consta", 11 "no lo
sé", 7 "no tengo constancia", 6 "no recuerdo" y 5
"desconozco", según el recuento exhaustivo del PP.
El
resultado: un circo, como él mismo lo tildó, pero donde el payaso principal era
él que debería dar explicaciones al país.
La
sesión, celebrada en la Sala Clara Campoamor del Senado —su primera
comparecencia en la Cámara Alta en casi veinte meses—, comenzó con un Sánchez
altivo. "Es un placer estar aquí", ironizó, antes de calificar la
comisión de "circo" y "comisión de difamación" destinada a
"retorcer el relato y dar crédito a bulos".
El
interrogatorio corrió a cargo del senador popular Alejo Miranda, quien en más
de 50 minutos lanzó una cascada de preguntas sobre la trama Koldo, los pagos en
efectivo del PSOE, el rescate de Air Europa y, sobre todo, las sombras que
rodean a la familia del presidente: su hermano David, su esposa Begoña Gómez y
hasta el difunto suegro. Pero Sánchez, fiel a su guion, se escudó en el olvido
selectivo. ¿Víctima de una memoria frágil o de una táctica para evitar el falso
testimonio? El PP lo tiene claro: "Son las respuestas de un culpable que
no quiere sumar nuevos delitos a su causa".
Un
rosario de "no me consta" que roza lo cómico. Imaginemos la escena:
el senador Miranda pregunta por Mariano Moreno, el extesorero del PSOE que
alertó de los "gastos excesivos" de Ábalos. "¿Le avisó
personalmente en La Moncloa?". Respuesta: "Que yo recuerde, no".
¿Sobre
las maletas de Delcy Rodríguez en Barajas? "No me consta". ¿Leire
Díez, la "fontanera" del PSOE investigada por presiones a fiscales,
actuaba por encargo del partido? "Que me conste a mí, no".
Y
así, un catálogo de evasivas que Libertad Digital compiló en 40 "mentiras
y no me consta", desde si Koldo García custodió urnas de primarias
("No recuerdo") hasta si Zapatero medió en el rescate de Plus Ultra
("Que me conste, no").
El
colmo llegó con las preguntas familiares, que Sánchez desvió como irrelevantes:
"¿Qué tiene que ver con esta comisión?". Sobre su hermano David,
imputado por presuntas irregularidades en Badajoz y con residencia fiscal en
Elvas (Portugal), el presidente se limitó a defender su "inocencia"
sin entrar en detalles. "¿Vivía en Elvas? ¿Tenía residencia fiscal
allí?". Silencio culpable, seguido de un "no me consta" que sonó
a chiste malo.
En
redes, el hastío fue inmediato: "No me consta" se convirtió en meme.
Pero
si el "no recuerdo" era ya un clásico, la comparecencia elevó la
amnesia a niveles surrealistas. Sánchez, que ha posado en innumerables fotos
familiares y actos públicos con su hermano David —desde campañas electorales
hasta vacaciones compartidas, con archivos fotográficos que datan de años y
muestran una "alegre convivencia"—, ahora "no recuerda"
detalles básicos. "¿Dónde vivía tu hermano en esa época?". Respuesta:
evasiva total, como si David fuera un vecino lejano en vez de un familiar
directo implicado en investigaciones judiciales.
Peor
aún con Begoña Gómez: "¿Tu mujer medió en el rescate de Air Europa?".
"Por supuesto que no", replicó Sánchez, citando un informe de la UCO
que la exculpa. Pero cuando Miranda insistió en las declaraciones de Víctor de
Aldama —el empresario que la señala en tramas de influencia—, el presidente
optó por: "No recuerdo cuándo lo conocí, quizás en un mitin".
¿Y
las fotos de Begoña con Aldama en eventos del PSOE, documentadas durante años?
Silencio. Como si el álbum familiar se hubiera borrado de su memoria. Sánchez
defendió la "inocencia" de su esposa y hermano con vehemencia, pero
sin pruebas concretas, solo con ataques a la "máquina del fango" y al
Partido Popular.
Admitió
haber cobrado en efectivo como secretario general del PSOE —"Lo veo
normal"—, pero negó cualquier irregularidad en la financiación del
partido. Sobre Ábalos, lo llamó "sólido" pese a su cese "por
razones políticas"; sobre Cerdán, "decente" pese a su prisión
provisional.
Esta
comparecencia no aclaró nada; al contrario, amplificó la desconfianza. Un
presidente que "no sabe nada" de lo que rodea a su Gobierno y familia
no inspira confianza. ¿Es amnesia genuina o cálculo? El Supremo, que investiga
aristas del caso, tendrá la última palabra. Mientras, los españoles nos
quedamos con un líder que, como en esa anécdota tuitera, "no recuerda ni
por qué lleva las gafas".
España y los españoles merecemos más que un "no me consta”.
Vicente
Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon:
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