viernes, 7 de febrero de 2025

Los “presenteístas” en la empresa

 
(AZprensa) En el mundo laboral, existe una figura peculiar que a menudo pasa desapercibida bajo la fachada de la dedicación: los empleados que confunden "estar en la oficina" con "trabajar". Estos individuos, a quienes podríamos denominar "presenteístas", son expertos en el arte de aparentar esfuerzo y compromiso sin aportar valor real a la empresa. Se trata de una dinámica que, aunque puede parecer inofensiva a primera vista, tiene implicaciones profundas tanto en la productividad como en la cultura organizacional.
 
El presenteísmo laboral se manifiesta en diversas formas, pero su esencia es común: estar visibles pero no productivos. Estos empleados:
-          Se dejan ver constantemente: Hacen rondas por los despachos, hablan con colegas y superiores, asegurándose de que su presencia sea notada.
-          Muestran una actividad constante: Van de un lado a otro, siempre con papeles en mano, participan en reuniones innecesarias, o se involucran en discusiones triviales, dando la impresión de estar siempre ocupados.
-          Usan el tiempo de manera improductiva: Aunque están físicamente en la oficina, su tiempo se consume en actividades de bajo o nulo valor añadido. Navegan por Internet, hacen largas pausas para el café, o simplemente se enfrascan en conversaciones que no tienen relevancia para el negocio.
 
El impacto de este comportamiento es multifacético:
 
-          Pérdida de Productividad: La empresa paga por horas de trabajo que no se traducen en resultados. El tiempo que estos empleados están presentes pero no productivos representa un desperdicio directo de recursos.
-          Desmoralización de los Equipos: Los empleados que sí trabajan pueden sentir frustración o desmotivación al ver cómo otros reciben reconocimiento por su mera presencia. Esto puede llevar a una disminución de la moral del equipo y a una cultura de trabajo ineficiente.
-          Mal Ejemplo: El presenteísmo puede normalizarse, estableciendo un precedente de que lo importante es estar en la oficina, no lo que se hace allí. Esto puede distorsionar las expectativas sobre lo que significa trabajar.
-          Dificultad para Evaluar el Desempeño: Cuesta diferenciar entre quienes están realmente comprometidos y quienes solo están presentes, lo que dificulta la evaluación del rendimiento y el avance profesional basado en méritos.
 
Para combatir este fenómeno, las organizaciones deberían tomar medidas tales como:
-          Fomentar una Cultura de Resultados: En lugar de valorar la presencia, enfocarse en los logros y resultados tangibles. Establecer objetivos claros y medibles para cada empleado.
-          Uso de Herramientas de Gestión del Tiempo: Implementar software que ayude a rastrear el trabajo real, no solo la presencia.
-          Reuniones y Comunicación Eficiente: Reducir reuniones innecesarias y promover la comunicación efectiva, evitando que los empleados sientan que deben estar presentes solo para participar en conversaciones sin rumbo.
-          Educación y Liderazgo: Los líderes deben ser formados para detectar el presenteísmo y gestionar equipos basados en productividad y no en horas acumuladas.
-          Flexibilidad Laboral: Permitir el trabajo remoto así como los horarios flexibles, puede ayudar a enfocar la atención en el trabajo realizado, no en el lugar donde se realiza.
 
El presenteísmo es un desafío presente en casi todas las empresas y que muy pocos directivos saben ver. No solo representa una pérdida en términos económicos y de productividad, sino que también erosiona la cultura de trabajo basada en el mérito y la eficiencia. Reconocer y abordar este comportamiento es crucial para fomentar un entorno laboral donde el "estar" no sea confundido con "trabajar", sino que cada empleado contribuya genuinamente al éxito colectivo de la empresa.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon:
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