(AZprensa) Según un estudio del Instituto Goddard de la NASA
para estudios espacio (GISS), publicado en la revista Geophysical Research
Letters, Venus pudo haber tenido un océano de agua y condiciones aptas para algún
tipo de vida hace dos mil millones de años.
Un día en Venus equivale a 117 días terrestres, lo que unido
a su mayor proximidad al Sol (recibe de un 30 a un 40 por ciento más de
radiación solar que la Tierra) hace que
la evaporación sea mayor y se genere mayor cantidad de nubes que ejercen un
efecto invernadero, elevando la temperatura del planeta.
Los científicos siempre han teorizado que Venus se formó a
partir de ingredientes similares a los de la Tierra, pero siguió un camino
evolutivo diferente. Las moléculas de vapor de agua fueron descompuestas por la
radiación ultravioleta, y el hidrógeno se escapó al espacio. Sin agua en la
superficie, el dióxido de carbono se acumula en la atmósfera, lo que lleva a un
efecto invernadero capaz de crear las condiciones actuales.
"Muchas de las herramientas que utilizamos para
estudiar el cambio climático en la Tierra pueden ser utilizadas también para
estudiar el clima en otros planetas y hacer prediciones de cómo pudo ser en el
pasado o lo será en el futuro”, ha declarado el investigador del GISS,
añadiendo que “nuestros resultados muestran que Venus pudo haber sido un lugar
muy diferente de lo que es hoy".
Actualmente Venus tiene una atmósfera de dióxido de carbono,
una presión atmosférica equivalente a la que encontramos en la Tierra a 900
metros bajo el mar, una temperatura en su superficie en torno a los 462º C
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