No me des un like
(AZprensa)
La gente (tú y yo también somos gente) ha perdido la razón y está más pendiente
de recibir la aprobación de los demás que de sí mismos. Por eso se comunican
entre ellos por medio de las redes sociales y esperan con ansia que eso que
publican (normalmente estupideces) le guste a los demás y le den muchos “likes”;
de hecho, incluso hacen fotos poniendo en riesgo su vida o exponiendo su intimidad con
tal de recibir el OK de los demás.
Los
políticos se están frotando las manos al ver cómo nos hemos convertido voluntariamente
en borregos y cómo nos hemos puesto voluntariamente un cencerro (el móvil) para
que nos puedan tener controlados en todo momento. Con un país de borregos, los
políticos pueden hacer y deshacer todo lo que quieran, pueden enriquecerse tranquilamente
(bueno, en realidad para esto se dan mucha prisa), y nadie les molesta porque
tienen comprados a los medios de comunicación (incluidas las redes sociales) y
a través de ellos lavan el cerebro y adoctrinan al rebaño.
Pues
no, yo no quiero que me des un like. Me importa un bledo que te guste o no lo
que escribo; y si lo comparto aquí es porque me da la gana. Ni gano nada con
ello ni espero recibir nada a cambio; simplemente lo hago porque me apetece y
punto. Tampoco tengo por qué darte más explicaciones.
Así
que si quieres lo lees y si no, pues pasas de largo y yo sigo tan campante. Y
no me des ningún like porque los únicos likes que de verdad me interesan son
los que yo me doy a mí mismo al pensar y razonar por mi cuenta y analizar bajo
mi único y propio criterio cuanto yo digo, hago y pienso.
Tú no tienes razón, y yo tampoco.
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